"El carácter propicia el cultivo de los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar el egoísmo y los impulsos negativos."
Héctor Tomás Jiménez
El carácter como virtud frente a la vida
El carácter es una virtud que por lo general va acompañada de la fortaleza y la perseverancia, de tal manera que implica en las personas que lo poseen, una decisión firme y una férrea voluntad para proponerse objetivos y alcanzarlos en la medida de sus posibilidades.
El carácter propicia el cultivo de los buenos hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar el egoísmo y los impulsos negativos.
Una premisa consustancial al ser humano es que nadie, absolutamente nadie está exento de tener algún problema y si reflexionamos un poco, podemos descubrir que lo importante frente a los problemas son dos cosas, en primer lugar la actitud que adoptamos y en segundo lugar, la disposición de enfrentarlos con éxito.
La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos; es decir, los problemas los convierte en oportunidades de trascender, domina sus impulsos para ser dueño de su voluntad, conoce sus posibilidades y también sus debilidades; en una palabra, es una persona segura de si misma.
La realidad cotidiana es que no todas las personas adoptan la actitud correcta, pues algunos, desde el primer momento referido a la actitud frente al problema, lo que hacen es ignorarlos, haciendo de cuenta que no existen.
Este tipo de personas prefieren no complicarse la vida y al darles la espalda, lo que hacen es continuar con su mismo ritmo de vida, lo que significa conformismo y de alguna manera mediocridad.
Otros más, buscan soluciones apoyados en sus propias facultades y posibilidades, y en el momento en el que se dan cuenta de que no pueden, le dan la vuelta y siguen adelante. A estas personas lo que les falta es persistencia y carácter, pues se acogen al aforismo que dice: "Si tu problema tiene solución, para que te apuras, y si no lo tiene, también, para que te apuras".
Hay también otra clase de personas que desde el primer momento toman la decisión de enfrentarlos, pues los toman como si estos fuesen un reto a vencer.
Estos últimos son quienes analizan todas las posibilidades antes de emprender una acción resolutiva, son personas con temple y carácter que no se dejan arrostrar por las circunstancias de la vida, y al final, son los que pertenecen a la estirpe de los exitosos.
Esta clase de hombres, son de manera natural de carácter proactivo y siempre hacen hasta lo imposible por ir en busca de las soluciones y nunca esperan que otros hagan lo que les corresponde.
Son seres con el carácter firme, prestos para la acción y sobre todo, con una clara visión de lo que quieren y como van a lograrlo. Son de los que piensan que cada problema es una oportunidad de salir adelante.
Los seres humanos de esta estirpe están siempre preparados para enfrentar los obstáculos y emprender la lucha, saben que no tienen una eternidad para tratar de solucionar los problemas y en consecuencia, han buscado de manera previa desarrollar el potencial que tienen dentro de sí mismos. Son conocedores de sus debilidades pero sobre todo, de sus fortalezas.
Templar el carácter no es fácil, se requiere de muchas horas de trabajo y de vida interior, con el fin de fortalecer el temperamento y por lo mismo, el carácter que los distingue.
En cierta ocasión leí algo que es atribuido a Goethe, que a la letra dice: "Yo respeto al hombre que sabe a ciencia cierta lo que desea. La mayor parte de todo el perjuicio en el mundo nace del hecho de que los hombres no conocen suficientemente sus propios objetivos. Han emprendido la construcción de una torre y no invierten más trabajo en los cimientos que los que sería necesario para erigir una choza".
De igual manera, Víctor Frankl, escribió durante su cautiverio en un campo de concentración, "...nunca debemos olvidar que también podríamos encontrar significado en la vida, incluso cuando confrontamos una situación de desesperanza, cuando se enfrenta un destino que no puede ser cambiado.
"Porque lo que importa es ser testigo del potencial único del hombre en su mejor momento, lo cual significa transformar una tragedia personal en un triunfo, convertir los propios predicamentos en logros de la humanidad.
"Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación (sólo piense en una enfermedad incurable como lo es el inoperable cáncer) se nos lanza el reto de cambiarnos a nosotros mismos".
Ante todo lo anterior, vale la pena reflexionar en la necesidad de templar el carácter y asumir los riesgos que implican los problemas cotidianos. ¿No lo cree usted así?
JM Desde la Universidad de San Miguel.
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