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"El Cardenal Norberto Rivera Carrera puso su parte para atizar la hoguera de los conflictos que mantienen enfrentada a buena parte de la clase política mexicana"

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23/12/2007 00:00

    SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ



    COLABORADOR:
    Reproches a los medios


    Como si todavía nos hicieran falta más pleitos para acabar el año, el Cardenal y Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera, puso su parte para atizar la hoguera de los conflictos que mantienen enfrentada a buena parte de la clase política mexicana.
    Esto se dice porque, sin que viniera precisamente a cuento, porque la atención de los medios informativos se hallaba puesta en otros asuntos, el mencionado Cardenal, de acuerdo a lo que publicó Noroeste, el jueves ofició una misa de eucaristía con motivo de fin de año ante más de mil reclusas del penal de Santa Martha Acatitla del DF.
    Sin embargo, don Norberto aprovechó el momento y el lugar, así como la presencia mediática, para emitir algunos juicios en contra de los usos (o abusos, según se vea) que se dan a los medios informativos o más bien al periodismo; estos señalamientos vinieron a ser como echarle puños de sal a unas heridas abiertas y sangrantes, cuando el horno del país está para todo, menos para hacer bolillos y menos cocoles.
    Efectivamente, esto ocurrió en dicha misa, en la que el Cardenal pronunció una homilía, dentro de la cual le envió un mensaje de esperanza a las internas de este reclusorio femenil, lo cual es encomiable por todo cuanto dichas reclusas sufren, y brindarles palabras de aliento, sobre todo si éstas provienen de un dignatario de la Iglesia, puede servir de bálsamo para su desgracia.
    Pero lo que don Norberto dijo a continuación fue desconcertante, y no por que en cierta forma pudiera faltarle o tener razón en sus señalamientos, sino por lo inesperado y el calibre de sus afirmaciones, sobre todo porque destacó que las ahí recluidas han sido señaladas y condenadas por la sociedad, mientras que hay quienes hacen "tantas cosas peores, no matan el cuerpo del hombre,  pero [son] una víbora que mata la fama de los demás, y ustedes se encuentran aquí, pero también afuera [hay] gente que mata la dignidad, el buen nombre de las personas, verdaderas prostitutas, verdaderos prostitutos de la comunicación y no les importa si sean inocentes o no, con su sentencia ellos juzgan, ellos condenan y para ellos no hay más justicia que la que ellos dictan".
    Comunicadores nocivos
    Debido a que la citada descalificación, en el sentido de que algunos medios destruyen la fama de las personas y del sacerdote, produjo un alboroto entre los reporteros presentes en la misa referida, el Cardenal se vio obligado a matizar los alcances de sus declaraciones.
    La precisión la hizo momentos después, durante un recorrido por el mismo centro penitenciario, rectificó al asegurar que no se puede generalizar y que sólo se refirió a algunos comunicadores, pues de igual forma cuando se acusa a los sacerdotes de algunas actividades ilícitas no se puede decir que todos son iguales.
    Aunque trató de ser más objetivo en sus dichos, de todos el purpurado no precisó nombre alguno acerca de quienes incluía en su acusación, presentada a manera de comparación y contradicción al manifestar que por su condición de reclusas, unas mujeres son señaladas, pero en el exterior hay gente que hace más daño; "ustedes encontraron gente que dice que es la maravilla del mundo, [que dice] yo no soy pecador, yo no mato, yo no robo, pero ¡ah! cuántas otras cosas hacen peores".
    Al respecto, la mayoría de los medios, aunque se molestaron, no se dieron por aludidos, unos porque de veras no tienen vela en esta procesión y si se pronunciaban sobre el particular iban a comprar pleitos y a sudar calenturas ajenas; y otros, que pudieran caer, así fuera de manera tangencial, en el supuesto de lo afirmado por el Arzobispo Primado, optaron por guardar su distancia, pues saben bien que a la mayoría de los mexicanos les disgusta que los medios enderecen campañas para atacar a los sacerdotes.

    Habla Ramírez Acuña
    Como el ambiente se enrareció por lo que expresó el Cardenal, fue necesario (por lo menos eso pareció) que el Gobierno federal, por conducto del Secretario de Gobernación Francisco Ramírez Acuña, interviniera en el caso, pero, también para sorpresa de muchos, el funcionario asumió el papel de defensor público del Cardenal Norberto Rivera Carrera al excusarlo de las declaraciones que hizo el lunes 17 en el penal femenil de Santa Martha Acatitla, donde, tildó de "prostitutos" y "prostitutas" a los comunicadores. (Noroeste, jueves 20 de diciembre)


    Luego de entregar los registros constitutivos de 74 asociaciones religiosas, en el auditorio Jesús Reyes Heroles, de Segob, Ramírez Acuña justificó la actitud del Arzobispo Primado de México al considerar que "todos debemos tener una gran capacidad de tolerar. Obviamente, esa tolerancia tiene también que estar marcada dentro de las propias reglas que todos debemos cumplir".
    "No se vale que se desprestigie a organizaciones y a personas simplemente porque puede aparecer (en) alguna situación que no está comprobada y forma parte de una nota negra, de una nota dura. Tenemos que ser más tolerantes".
    ¿Eso quiere decir que el gobierno respalda lo dicho por el Cardenal Rivera Carrera?, se le preguntó, a lo cual respondió que quiere decir "que todos tenemos que buscar la tolerancia. No estamos respaldando a nadie. Así como ustedes tienen que ser tolerantes con (los) políticos y dirigentes sociales, los políticos y los dirigentes sociales tenemos que ser tolerantes entre nosotros y con todos".
    Acto seguido el titular de la Segob puntualizó, y con ello hizo pensar que las autoridades daban por cerrado el caso que hasta momento sólo se estaba ventilando en los mismos medios informativos, y todo indicaba que de ahí no pasarían, que quien se sintiera lastimado tenía y tiene derecho a comparecer en los términos de ley, dentro de nuestras propias estructuras jurídicas en contra de quien haya procedido a una ofensa en contra de alguna persona, en este caso de ustedes, recalcó.

    Mensaje o mensajero
    Con todo y lo escabroso del incidente y las aclaraciones, cuando se pensaba que pronto se olvidaría este pasaje, hubo reacciones por parte de núcleos de opinión, como la Unión Nacional de Padres de Familia, que por conducto de su Presidente, Guillermo Bustamante Manilla, hizo notar que Norberto Rivera se equivocó al llamar a los medios de comunicación "verdaderas prostitutas y verdaderos prostitutos", por haber difundido una campaña en su contra; también estos pronunciamientos llamaron la atención porque Guillermo Bustamante ha sido aliado del Cardenal en varios episodios, como ha sido el caso de eliminar las restricciones en el aborto.
    Pese a ello, Bustamante Manilla, después de querer deslindar al mensaje del mensajero, manifestó su respaldo al prelado porque se le acusa de encubrir a un sacerdote pederasta cuando Fue Obispo de la Diócesis de Tehuacán hace 15 años, y ahora se saca a la luz pública; "lo que se quiere es empañar su imagen", asentó.
    Por eso, añadió, "cuando habló tan fuerte en el penal de Santa Martha Acatitla lo hizo porque sabe de la campaña de desprestigio en su contra, lo que además no está comprobado", y reconoció que la campaña, "no de los medios, acotó, contra la imagen y persona del Cardenal sí merece el calificativo que le dio" el jerarca; los medios de comunicación, sostuvo, "sólo repercutieron en la campaña, la cual sí merece ese calificativo de ser prostituida, pero no los medios.

    Reporteros enojados
    También  en artículos y análisis mediáticos hubo comentarios sobre las declaraciones cardenalicias y algunas agencias reportaron (AFP) que había periodistas que acusaban de "cobardía" al máximo dignatario católico de México por tachar de "prostitutos" a los comunicadores, pero tampoco dijeron quiénes eran esos reporteros.
    Aún así, se destacó que la Iglesia católica y la prensa de México se volvieron a enfrascar en una nueva polémica luego de que el Arzobispo Primado considerara prostituidos a los comunicadores, quienes a su vez lo acusaron de "cobardía" por no citar nombres.
    "Es una declaración lamentable, desastrosa, y que muestra la impotencia de un personaje (el Cardenal), que no ha querido asumir su rol, y que está viendo deteriorada una imagen", consideró el experto en asuntos religiosos, Bernardo Barranco.
    A su vez, el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, se refirió a "Jesús utilizó muchas veces palabras muy fuertes para condenar a los fariseos", al mismo tiempo, Univisión trajo a colación que en noviembre de 2006 la periodista mexicana Sanjuana Martínez publicó el libro El manto púrpura, en el que documenta más de 80 casos de presuntos actos de pederastia del sacerdote Nicolás Aguilar, señalado de gozar de la protección de Norberto Rivera para eludir a la justicia.
    Desde entonces distintos medios de comunicación se han hecho eco de estas acusaciones, en tanto que el mismo Cardenal multiplicó sus ataques contra los medios, a los que acusó de fomentar los casos de pederastia por "presentar modelos de sexualidad con total desviación".

    A portón cerrado
    Debido al ruido que se estaba haciendo, ayer sábado se dio a conocer lo dicho en una entrevista por el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, quien pidió hacer un "examen de conciencia", ante las multicitadas declaraciones del Cardenal Rivera Carrera acerca de que había "verdaderas prostitutas y prostitutos" mediáticos que dañan la fama de personas, y afirmó que no existe una "actitud de hostilidad contra los comunicadores, sino un señalamiento fuerte hacia algunos medios e informadores; pero no se trata de generalizar".
    Luego de participar en la conmemoración del 22 aniversario de la ordenación episcopal de Rivera Carrera, y sin permitir el acceso a representantes de los medios de comunicación, afirmó que las declaraciones del purpurado, a quien calificó como el "obispo más mediático de la República", no son para "rasgarnos las vestiduras, sino para hacer un examen de conciencia ante estas palabras".
    Cuestionado sobre a quiénes iban dirigidas las declaraciones del Cardenal, indicó que "no vamos a decir nombres, porque sería entrar en polémicas inútiles", porque el Arzobispo "simplemente hizo un llamado crítico, y como cualquier gremio [los comunicadores] tendrán elementos constructivos y negativos".
    Lo malo es que al correr los días, y en contra del espíritu navideño, los ánimos no se apaciguan, y para algunos comentaristas políticos, los exhortos para hacer exámenes de conciencia y reflexiones constructivas para zanjar las diferencias, no llegan ni a llamados a misa.

    Son pleitos antiguos
    Es de destacar que no es la primera vez que se confrontan el Cardenal Norberto Rivera y los medios, de hecho, apenas había dejado la curia de Tehuacán para asumir el Arzobispado de México y empezaron las escaramuzas porque él con relativa frecuencia decía que los medios de comunicación masiva eran causantes de las degradaciones morales y sociales que afectaban al mundo contemporáneo.
    Uno de los momentos más tensos que se registraron por esas afirmaciones fue durante el zedillato, cuando el mismo togado afirmó que la televisión era la responsable de que aumentara la violencia y el homosexualismo en nuestro país.
    Casi de inmediato, el entonces Nuncio Apostólico Justo Mullor, en declaraciones a los medios, le corrigió la plana al Cardenal y afirmó que los referidos medios (implícitamente aludía a la llamada teoría del espejo) no eran los causantes de la anomia social y moral, puesto que sólo reflejan lo que ocurre públicamente y al interior de las comunidades.
    Norberto Carrera no respondió, pero tampoco modificó sus ideas sobre la comunicación mediática y los medios de lo que ésta se vale; hasta la fecha, sigue diciendo lo mismo y de ahí no se mueve.

    Ayuda a los pobres
    La constante de dichos enfrentamientos es que el mismo Cardenal termina el 2007 tal y como lo empezó, es decir, afirmando, entre otros, que los medios deforman y descontextualizan lo que él expresa en sus declaraciones.
    Precisamente, Noroeste publicó el martes 23 de enero de este año el análisis del ya mencionada Roberto Blancarte en el que anotó que en México, lo que la enorme mayoría de los católicos quieren de su Iglesia es en primer lugar que ayude a los pobres, lo cual no parece ser precisamente la prioridad de Norberto Rivera.
    Agregó que cuando un personaje público se ve obligado a hacer aclaraciones sobre alguna declaración o comentario que hizo, el asunto ya no es bueno cuando al intentar aclarar las cosas se diga que no se quiso decir lo que se dijo, porque se hace evidente que significa que deberían cuidarse más las palabras.
    "Que al querer enmendar la situación el involucrado le eche la culpa a los medios, señalando que sus frases fueron descontextualizadas, me parece por lo menos poca capacidad de autocrítica, si no es que torpeza política. En el caso que nos ocupa, lo más grave no es todo lo anterior, sino la evidente falta de sensibilidad de esa persona al manejar un tema tan delicado como el sustento diario de los mexicanos [la tortilla]".
    "¿Qué fue exactamente lo que dijo el Cardenal? La pregunta fue: ¿Se podría desatar una crisis social si continúa el incremento de precios? El Arzobispo Primado de México respondió: "¿Si la tortilla sigue subiendo? Creo que por la tortilla no se desatará una guerra social aquí en México (aunque) creo que padecerán muchos mexicanos... Es un problema que se tiene que resolver, pero no es la tragedia de México, no es el acabose, no es el final de la historia de México porque subió la tortilla".
    Dado que avecinan turbulencias, por la cuesta de enerofebrero, el gasolinazo, la apertura agropecuaria del TLC, entre otros, en Cardenal Rivera tendrá que hacer declaraciones sobre todos estos problemas; ante ello, indican sus adversarios, más vale que cuide sus palabras; así, podrá llevar la fiesta en paz.