"El día 6 de agosto, el ejido de Corerepe, en el municipio de Guasave, cumplió 56 años de ser fundado."
Geovanni Osuna
El día 6 de agosto, el ejido de Corerepe, en el municipio de Guasave, cumplió 56 años de ser fundado. Las festividades por el nuevo aniversario de esta comunidad agraria de Sinaloa sirvieron de marco para que en su seno tuviera lugar un hecho inédito, ese día la familia Soto Cota, oriunda del lugar, junto a los esforzados pobladores, en compañía del Presidente Municipal de Guasave, Ramón Barajas López, así como dirigentes de los ejidos cercanos, en un emotivo acto, pusieron la primera piedra para lo que será el Centro Comunitario de Corerepe.
Me parece relevante destacar este hecho, pues esta obra construida por la familia Soto Cota será entregada a la comunidad se prevé que su inauguración tendrá lugar en abril del próximo año- como una retribución a lo mucho que ellos reconocen haber recibido de la misma, cuestión que habla de su corazón agradecido, pero que enaltece los valores que inspiraron la lucha por la tierra y a tantas personas justas y buenas que ha dado este suelo, de las que podemos sentirnos orgullosos.
Los hijos del señor Enrique Soto y la señora Manuela Cota quienes, dicho sea de paso, son profesionistas exitosos, conversaron con su padre sobre la idea de desarrollar un proyecto en beneficio de la comunidad, y éste no sólo apoyó el plan, además les sugirió que la finca, que fue la casa donde, junto a su esposa, sembraron las semillas fértiles que darían a luz a todos sus hijos, la convirtieran en el Centro Comunitario de Corerepe, y les indicó que éste contara con los más modernos servicios.
Así fue como nació la idea de construir, en lo que fue la casa materna de esta ejemplar familia, en un lugar moderno donde tuvieran cabida todas las actividades culturales y el desarrollo de las artes en todas sus manifestaciones, así como el deporte; diversos programas que sirvan para beneficio de un centro urbano que, a lo largo de su historia, ha vivido los procesos sociales más importantes del México moderno.
El proyecto contempla, en una primera etapa, una edificación que tendrá una superficie de 1520 metros cuadrados, ampliada en una segunda etapa con 680 metros cuadrados más. El centro contará con aulas para impartir talleres de diversas áreas, pensando en el desarrollo de actividades creativas; además tendrá un auditorio de usos múltiples, una biblioteca, un museo comunitario, un moderno centro de cómputo, que estará al servicio principalmente de los jóvenes; también contará con modernas canchas para prácticas deportivas y áreas de esparcimiento para niños y adultos.
Todas las instalaciones del Centro Comunitario Corerepe serán costeadas íntegramente por la familia Soto Cota, quien las donará a la comunidad por medio un comité que, finalmente, será el encargado de su funcionamiento, con la idea central de que todas sus actividades repercutan en beneficio de los habitantes de Corerepe y contribuya además como un impulsor del desarrollo gradual y sostenido de la comunidad. El Centro Comunitario Corerepe será un buen ejemplo para los demás ejidos vecinos, que de seguro estarán a la expectativa de los avances de éste para generar sus propios proyectos.
Podemos decir que este hecho marca un hito en la historia de los ejidos de Sinaloa, nos atrevemos a afirmar, incluso, que de todo el país. Una idea así no está registrada, al menos no de estas dimensiones, lo que la convierte en sí en un hecho inédito, cuestión que debe poner más orgullosa aún a la comunidad de Corerepe. Cuando el pueblo dice que necesita líderes con iniciativa, hay gente que puede decir con autoridad moral, presente.
Estamos seguros que el ejemplo de la familia Soto Cota sensibilizará a otros hijos de ejidatarios, que se han vuelto prominentes agricultores, para que apoyen de una manera activa a este centro; ni qué decir de los corerepenses que han destacado en las ciencias, las artes, la academia y la literatura, así como en otras aéreas del conocimiento. Por lo pronto, los que ya se han enterado se han comunicado con los encargados del proyecto para apoyarlos con mucho entusiasmo.
Pero nada es perfecto, aunque lo parezca, dejo este comentario para que ustedes juzguen, y abro la siguiente interrogante: ¿Ustedes creen que esta idea, que ha echado a andar la familia Soto Cota, con total generosidad en beneficio de las familias de los ejidatarios de Corerepe, que donarán las instalaciones una vez inauguradas y que, desde ahora, es motivo de orgullo para el Ayuntamiento de Guasave y el estado de Sinaloa en general, pueda tener oposición? ¿Creen que ante una idea tan avanzada en beneficio de un ejido pueda existir alguien que la desdeñe o que se oponga de alguna manera para su creación?
Pues sí, hay quien se opone. Aunque suene absurdo, se trata de la persona que funge impugnada por cierto- como presidente del Comisariado Ejidal del ejido, Ricardo Aguilar Angulo, a quien la familia Soto invitó a que formara parte del comité, negándose rotundamente a sumarse el día 6 del presente al acto donde se puso la primera piedra de la obra, donde, como ya dijimos, asistieron personalidades relevantes y dirigentes ejidales de comunidades vecinas, encabezadas por el Presidente Municipal de Guasave.
Ricardo Aguilar, en su testaruda actitud, se vio retratado de cuerpo entero en su mala fe y su ignorancia supina por los asistentes y todos aquellos que supieron de su pequeñez como persona, incapaz de velar por la comunidad que le ha encomendado servirle. Los grandes actos enaltecen a las personas y muestran su relevancia, y dejan en la sombra a los que empequeñecidos por la envidia o la indiferencia, se niegan a participar en una obra que enaltece a todo un pueblo, como Corerepe, que hoy siembra la semilla de su educación y progreso espiritual futuros.
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