"El hombre y la mujer deben vivir juntos, unidos en matrimonio y procrear hijos dentro de un esquema de valores"
Héctor Tomás Jiménez
El valor de las relaciones conyugales Hay una frase del Génesis que contextualmente puede interpretarse así: "No es bueno que el hombre esté solo, por lo que le daré una compañía para que le sirva de ayuda", y de manera amorosa Dios le dio al hombre, una mujer para que juntos, complementariamente, pudiesen cumplir otro mandato que dice: "creced y multiplicaos". Aquí, en este pasaje de la Biblia, encontramos la razón de que el hombre y la mujer, vivan juntos, unidos en matrimonio, y sobre todo, que amorosamente procuren procrear los hijos dentro de un esquema de valores y virtudes que los hagan ser buenas personas. Lo anterior significa que ambos, hombre y mujer, tienen una misión en la vida, y deben de cumplirla a cabalidad, sin predominio de ninguno de los dos géneros pues los dos fueron creados con capacidades y atributos diferentes pero complementarios. Mientras que al hombre le fue dada la fuerza, a la mujer le fue dada la fortaleza, mientras que al hombre recibió la valentía, la mujer fue dotada de arrojo. En tanto el hombre tiene la cualidad de la síntesis, la mujer tiene la del análisis, y así, podríamos mencionar muchas otras cualidades complementarias. En al actualidad son muchos los matrimonios que fracasan por no observar la sencilla regla de la complementariedad en el matrimonio, pues presuponen que uno, por ejemplo el hombre, tiene la responsabilidad de mandar y la mujer la de obedecer, situación que de alguna manera implica la sumisión, lo que es reprobable desde todo punto de vista. De lo que sí estoy seguro, es que el hombre tiene en la mujer un tesoro incalculable, pues al haber sido creada como su apoyo, está obligado a distinguirla en la dimensión y grado en que cumple con su función, echando mano de todas sus habilidades intrínsecas a su propia naturaleza. De las habilidades que es factible reconocer está la de la intuición, esa cualidad femenina que le permite reconocer, a priori, las situaciones inconvenientes para su familia, y que por lo general al hombre le pasan inadvertidas. Esa cualidad es inherente a las mujeres, pues son ellas las que tienen la capacidad de ver más allá de lo evidente, pues su naturaleza humana les permite relacionarse en niveles múltiples. Un ejemplo de esta situación es que por lo general, los hombres preferimos analizar tema por tema, debido a la incapacidad de abarcar temas múltiples e interrelacionarlos, lo que significa que mientras para el hombre pasan inadvertidos algunos detalles cotidianos, la mujer los registra y los recuerda en el momento oportuno. Respecto a lo anterior, Gary Smalley, coautor con John Trent del libro El amor es una decisión dice: "A una mujer se le escapan muy pocas cosas de su entorno, lo cual, probablemente es la base para ese misterioso don que algunos han llamado ´intuición´: Nosotros creemos firmemente que se trata de algo más de una corazonada, es simplemente una manera más en la que una esposa puede completar a su esposo, y es otra razón por la cual el hombre debe honrar y valorar a su esposa". ¿Y tú, qué piensas al respecto? ¡Platícalo con tu esposa! [JM] ...Desde la Universidad de San Miguel.