|
"Análisis: La población de Sinaloa"

"El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, ha publicado los resultados del censo de población realizado el año pasado"

""
13/04/2011 00:00

    Gilberto Yáñez

    El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, ha publicado los resultados del censo de población realizado el año pasado. Por lo que respecta a Sinaloa, los números son interesantes, pero alarmantes. Tenemos una población total en el estado de 2 millones 767 mil 761 habitantes. En 2000 teníamos 2 millones 536 mil 844 sinaloenses, lo cual arroja una diferencia de sólo 230 mil 917 habitantes en 10 años.
    Culiacán tiene ahora 858 mil 638 habitantes, contra 745 mil 537 en 2000 y 793 mil 730 en 2005, pero ya sin contar a la población de Navolato, que desde antes del 2000 ya era un Municipio independiente y que ahora tiene 135 mil 603 habitantes, contra 145 mil 622 en 2000, lo cual indica que su población se ha reducido, probablemente por emigración a Culiacán, cuando menos en parte, porque los emigrantes a Estados Unidos de Sinaloa son más numerosos de lo que se piensa.
    Mazatlán tiene ahora 438 mil 434 habitantes. En 2000 tenía 280 mil 509, lo que indica un aumento importante, ligeramente superior al de Culiacán. Ahome tiene 416 mil 299 habitantes y en 2000 tenía 359 mil 146, lo cual denota un crecimiento menor al de Mazatlán. Guasave, por su parte, tiene ahora 285 mil 912 habitantes y en 2000 tenía 277 mil 402, un crecimiento lento en la década, a pesar de ser una importante región agrícola de Sinaloa.
    Badiraguato, Cosalá, Elota, Mocorito, Navolato y San Ignacio, tienen ahora menos habitantes que en 2000. Esto revela que los municipios serranos de Sinaloa han sufrido los efectos del abandono del Gobierno estatal. No hay escuelas, ni fuentes de trabajo, ni dinero fiscal propio, ni programas de desarrollo forestal y ganadero, ni seguridad pública que les permita cuando menos un ligero progreso. En consecuencia, los habitantes prefieren emigrar. El pecado mayor de los gobiernos de Sinaloa de los últimos 40 años es el abandono total de los pueblos de los altos, sin autoridad ni servicios públicos elementales.
    Escuinapa, que en 2005 tuvo menos habitantes que en el 2000, ahora tiene 54 mil 131, contra 50 mil 438 en el 2000. Seguramente hay nuevas fuentes de empleo, especialmente del nuevo centro turístico de Fonatur en Las Cabras, camino a Teacapán.
    El Rosario ahora tiene 49 mil 380 habitantes, pero en 2000 tenía 47 mil 934, lo que indica que su población casi no ha aumentado en 10 años.
    Concordia tiene 28 mil 493 personas, contra 27 mil 815 en 2000. Es otro ejemplo de crecimiento mínimo.
    San Ignacio tiene ahora 22 mil 527 habitantes, pero en 2000 tenía 26 mil 762 y en 2005 tenía 23 mil 355.
    Elota tiene ahora 42 mil 907, contra 49 mil 471 en 2000. Cosalá tiene 16 mil 697 habitantes, pero en 2000 tenía 17 mil 269.
    El Municipio de Sinaloa tenía 85 mil 100 habitantes y ahora tiene 88 mil 282. Es de los pocos municipios serranos que ha aumentado su población. Choix tiene 32 mil 998 habitantes y en 2000 tenía 29 mil 355, mientras que El Fuerte tiene ahora 97 mil 536 y en 2000 tenía 89 mil 515.
    Pocos estados del País acusan una reducción del número de habitantes en varios de sus municipios. La emigración a Estados Unidos, el deterioro de la agricultura y la ganadería y la discriminación hacia los indígenas, han motivado cambios dramáticos en la población de Chiapas y Oaxaca.
    En Sinaloa, tenemos 230 mil 917 habitantes más que en el año 2000. Los 2 millones 767 mil 761 sinaloenses que vivimos en nuestro estado sabemos que las oportunidades de educación y empleo son muy pocas en Sinaloa. Las diez entidades más competitivas y con mayor inversión son el Distrito Federal, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Quintana Roo, Aguascalientes, Querétaro, Sonora, Tamaulipas y Baja California Sur.
    Sinaloa ocupa el lugar número 20 de las 32 entidades. Tlaxcala, Oaxaca y Chiapas son las menos competitivas y con menor inversión privada. Nuestro clima no ayuda, por el alto costo del aire acondicionado durante el verano, que en Sinaloa dura cuando menos seis meses y que es indispensable en una industria. Pero el abandono gubernamental de la mayoría de los municipios serranos es un grave pendiente que debe ser atendido por el Gobierno estatal y la industria forestal con doble reforestación simultánea es lo que los expertos sugieren como la solución más adecuada a la pobreza sinaloense de los altos.
    De los diez estados con mayor inversión, la mayoría son estados con clima caliente en verano y sin embargo, han logrado atraer inversiones privadas que han cambiado el ingreso de sus habitantes y las condiciones de salud y educación públicas. Cuando se quiere, se puede.
    Ojalá que el Gobierno de Mario López Valdez atienda a este grave problema.