David Martín Barajas
El códice conocido por Tira de la Peregrinación, es una gran tira de papel de maguey, que se inicia con la migración azteca desde la salida de Aztlán, isla cercana a Hueycolhuacan, hasta un poco antes de la fundación de México-Tenochtitlan, es un itinerario en jeroglíficos que marca por año las estancias de la tribu viajera y los principales sucesos de ese viaje.
Hueycolhuacan, era más importante que Aztlán y estaba cerca del que ahora conocemos como Culiacancito, es por eso que en esta etapa del tec-palí que corresponde al año 628 de nuestra era, los aztecas lo edificaron y hacen la primera y fundamental reforma de su historia, iniciando el culto a Huitzilopochtli, el dios guerrero de la mitología azteca. Los expertos no se ponen de acuerdo en cuanto al origen del nombre, pero al parecer viene de la palabra Colhuacan, "lugar de los que adoran al dios Coltzin, el dios torcido que aparece en el escudo de armas de nuestra ciudad
De ahí resulta que tenemos una rica historia pre hispánica, y un INAH tan pobre, que ni siquiera tiene un número preciso inventariado de lugares con petroglifos, que son valiosos testimonios y los que se están destruyendo, allí abandonados en el monte o bien expuestos a personas que los dañan, se especula que en Sinaloa pudieran existir más de 200 sitios de diferentes categorías.
En México, somos tan afortunados por tener tanto en vestigios de todas las épocas que el INAH no alcanza para cumplir con sus obligaciones esenciales. Por lo que no se ha ocupado ni preocupado por nuestra "histórica" plazuela, de la cual Julio Bernal hace una interesante y documentada crónica de cómo metódicamente cada edil a través de los años ha puesto su sello destructivo para desfigurarla totalmente de su esencia histórica, (Noroeste 5 Oct 07); ahora tenemos un IMPLAN, que trata de hacer algo conforme a un consenso, al cual estuvo invitando públicamente, para escuchar a los doctos ciudadanos, sin embargo, como es costumbre, nadie de los que ahora critican se acercó, probablemente, por su elevado acervo de conocimientos, o bien por lúgubre inconsciente protagónico. No se vale. Todo es perfectible, pero nunca con el silencio y luego, usando veneno.
Guillermo.washington@gmail.com