"El pesimismo es un mal de nuestros tiempos que nace de la desilusión y el desengaño o lo que es lo mismo, de las expectativas no cumplidas ante una situación determinada y que suponíamos sería de un resultado totalmente diferente al sucedido."
Héctor Tomás Jiménez
Para vencer el pesimismo
Los conceptos optimismo y pesimismo son estados de ánimo y por lo mismo emociones que reflejan la actitud con las que los seres humanos interpretamos las cosas buenas y malas que nos suceden en la vida cotidiana.
Así, mientras que los optimistas ven siempre la parte positiva de las cosas, los pesimistas por su parte creen que probablemente no resolverán nunca sus problemas, pues los suponen consecuencia de sus propios fracasos y defectos personales.
Con relación a estos estados emocionales, hay una frase que refleja una enorme sabiduría y que a la letra dice: "Mientras que el optimista dice ante una situación determinada: Puede ser difícil pero es posible, el pesimista por su parte expresa: Puede ser posible pero es difícil".
El pesimismo podríamos decir que es un mal de nuestros tiempos que nace de la desilusión y el desengaño o lo que es lo mismo, de las expectativas no cumplidas ante una situación determinada y que suponíamos sería de un resultado totalmente diferente al sucedido.
En la medida en que alimentamos el pesimismo, este crece como un mal que nos destruye y aniquila lo más puro que tenemos como motivación para vivir, que vienen a ser las ilusiones, razón por la cual, debemos estar siempre alertas para contrarrestarlo con entusiasmo y espíritu de logro.
Cuando el pesimismo es recurrente en el individuo, y se afianza como una emoción negativa, lleva a la autocompasión y al desconocimiento de los talentos innatos, y más tarde a la frustración y baja autoestima.
Esta es una de las principales razones por la cual debe combatirse el pesimismo, pues es la puerta que abre el sentimiento de culpa ante la vida y del fracaso como ser humano, y de este punto la distancia al suicidio es muy escasa.
El pesimista piensa que la vida no vale la pena vivirse, y por lo mismo recurre a los estimulantes externos, con la idea de encontrar la felicidad que siente le es negada, cuando en realidad, no trabaja para construirla.
No podemos pensar que todo lo que nos suceda en la vida debiera ser color de rosa y que las dificultades no debieran de existir; en realidad, ese es un estado de ánimo utópico y poco constructivo, pues no debemos perder de vista que el carácter del individuo se templa cuando va por la vida venciendo obstáculos ya que son la mejor motivación para crecer como ser humano.
Hay un dicho popular que dice "Si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría", así que lo que nos queda es trabajar duro en la motivación y el sentido de logro.
Una de las mejores maneras de vencer el pesimismo, son las afirmaciones positivas aplicadas sobre todo aquello que conocemos de nosotros mismos como debilidades, siendo el pesimismo una de ellas.
Las afirmaciones son pensamientos que elegimos como deseos internos, y para que funcionen, debemos repetirlas constantemente con el fin de darle a nuestra conciencia un nuevo giro positivo. Deben pronunciarse en primera persona y sin utilizar nunca la palabra "no", de ahí su nombre, afirmación, con el fin de que se logren los resultados esperados.
Las afirmaciones son declaraciones que hacemos de manera anticipada a nuestro yo interno, de tal manera que funcionan para vencer cualquier estado de inquietud, ansiedad o incluso, enfermedades adictivas y destructivas como son el rencor, el resentimiento, la ira, el engaño, la manipulación entre otras.
Algunos ejemplos de afirmaciones positivas son las siguientes: "Estoy seguro y a salvo cuando expreso mis sentimientos". "Me encanta ser quien soy y hago valer mi poder con prudencia". "Ahora me permito ser feliz". "Ahora trasciendo mis viejos miedos y limitaciones". "Estoy dispuesto a avanzar con soltura, estoy lleno de energía y entusiasmo". "Dejo que la Vida fluya a través de mi". "Mi hogar es el Universo donde estoy siempre a salvo y protegido". "Me doy permiso para estar en paz".
Con estos ejemplos, debemos construirnos nuestras propias afirmaciones, con la recomendación de que no deben tomarse como un rezo, sino con la firme convicción de que con estas sencillas palabras, tenemos el poder de cambiar todo lo negativo de nuestra vida. ¿De acuerdo? JM Desde la Universidad de San Miguel.
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