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"México al revés"

"El profeta del desastre"

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23/05/2009 00:00

    César Peña Sánchez/ APRO

    Así se llamó por si mismo, Jesús Martínez Palillo, ¿cómico o profeta de la verdad política?
    Al jalisciense se le recuerda por haber sido impulsor de la Ciudad Deportiva del Distrito Federal.
    "Yo fui pesimista, en alguna ocasión me atreví a decir que llegaría el día en que el presidente de la República, durante su informe, iba a decir: Honorable Congreso de la Unión¡sálvese el que pueda!
    La anterior es una de las miles de frases con tintes políticos que el jalisciense Jesús Martínez Palillo, pronuncio a lo largo de su trayectoria de más de 50 años en el teatro frívolo, donde se atrevió a decir lo que muchos callaban y que le valió ser encarcelado decenas de veces, situación que no lo amedrentó y siempre mantuvo su postura que lo identificaba como un portavoz del sentir popular.
    Fue, entre otras cosas, el carpero por excelencia, nacido en 1913 en el barrio El Santuario, de la ciudad de Guadalajara.
    Siendo niño fue acólito, más tarde trabajo como agente de tránsito, fotógrafo, torero y sochantre, maestro de ceremonias litúrgicas, y primer soprano del coro en la catedral.
    Después de una breve etapa como corista de zarzuela, ingresó a una carpa local y la fama que adquirió le valió su incorporación a los teatros de la capital del país, destacando durante 7 años en el Teatro Colonial.
    En 1944 ingreso al legendario Follies Bergere, donde con sus espectáculos lleno el teatro por 11 años consecutivos, algo insólito a nivel mundial para un solista de carpas.
    El destacado cómico jalisciense dedicó su vida a la actividad teatral principalmente en las carpas, haciendo uso de los sketches para criticar la corrupción y las injusticias que el Gobierno en turno cometía.
    Al señalar la labor de los políticos prepotentes e insolentes, se ganó la enemistad de la mayoría, aunque algunos lo buscaban para, al estar cerca de el, ganarse el aprecio de la voluntad popular.
    Nombre de arcángel, de apellido teutón, nombrado presidente y de oficio: ¡ladrón, así se refería Palillo a Miguel Alemán Valdez, con quien a pesar de las inevitables criticas a su sexenio, mantuvo una relación de respeto. Mientras estuvo al frente del Follies, Palillo alterno prácticamente con todo el mundo artístico y de la farándula: Yolanda Montes "tongolele", Los Panchos, Agustín Lara, María Antonieta Pons y por supuesto, Tin tan y Marcelo, con quienes compartió escenas por 5 años y hacían sátira política en la que daban rienda suelta a una rivalidad amistosa.
    Además, apoyo la formación de artistas como Pedro Infante, La Sonora Santanera, Carmen Salinas, Alberto Vásquez, Los Hermanos Carrión, Cesar Costa, Tania Libertad, entre otros. También, por un tiempo escribió la columna Astillas de Palillo en el semanario el Redondel, del que se trascribe un fragmento: "Como ustedes comprenderán, al público le hace mucha gracia oír hablar de inmoralidad precisamente a estos señores "políticos", es como si le oyéramos decir a Diego Rivera "Padre Nuestro que estas en los cielos".
    En otro de sus sketches Palillo trataba de atinar la mirada haciéndose sombra con los dedos de la mano para descubrir que entre el público estaba Alejandro Magaña, entonces Gobernador del Estado de Guerrero de quien se decía que era un asesino y ladrón.
    Palillo dio un gran suspiro cuando se convenció que el de las gafas oscuras no era el Gobernador de Guerrero, si no un espectador más.
    Alguien del público le grito: no le saques Palillo y este contesto pues que quieres manito que por 2 pesos que pagaste quieres que me levante en armas.
    Este personaje transcendió los límites de la comedia, pues entre otras cosas, con la intención de crear un circuito de teatros populares promovió en los años 60 la construcción de un teatro en Guadalajara, que mas tarde se convertiría en el Blanquita. Como buen jalisciense fue chiva de corazón, defendía a capa y espada al Rebaño sagrado y mantuvo en cono con el Loco Valdez, americanista de hueso colorado y aun estando grave de salud, cercana la hora de su muerte pidió un televisor para ver el clásico del fútbol mexicano; además, formo parte de la porra oficial de la Selección Mexicana.
    Divertidísimo fue el sketches en el cual Palillo la hacia de guía de turistas de la ciudad de México, cuando se encontró a un turista americano que le pidió que le enseñara los puntos principales de la ciudad, y en general el folclore del pueblo mexicano.
    Con mucho gusto mister, le contesto Palillo no pudo usted caer en mejores manos; como que quisiera conocer mister el turista le contesta yo querer conocer eso del baile la joroba de tu tía. No mister con mi tía no te metas en todo caso será el jarabe tapatío. Aha y luego yo querer comer unos enchiludos. No mister serán enchiladas le contesta Palillo.
    Y luego yo querer ir a tomar agua de melleges. No mister no diga eso porque aquí si le llegan.
    Será maguelles pos eso dijo el gringo. Luego, continua le dice Palillo al gringo mister es que usted es muy güey y el gringo le contesta yo no saber que ser güey.
    Palillo le explica güey es un hombre alto fuerte fornido y simpático.
    Ah entonces usted también ser güey y su papá ser también un güey porque usted es mucho simpático y su mamá
    ¡Cálmese! le dice Palillo y párele porque sino usted es capaz de acabar con toda la ganadería.
    Al Licenciado Ernesto Uruchurtu cuando fue jefe del departamento del Distrito Federal, le sacó varias historias cómicas.
    Por ejemplo Palillo decía que el jefe del Distrito Federal mandaba construir atractivos jardines en toda la avenida Reforma, especialmente para solaz y esparcimiento de los altos políticos del Distrito Federal.
    En cambio mejor debía sembrar verdolagas, quelites y camotes para que se alimentara la gente de la periferia de la ciudad en donde los políticos nunca iban.
    Así mismo, fue testigo de cómo los ídolos de deportes como el boxeo, al poco tiempo, una vez destrozada su carrera y sus facultades eran ignorados y vivían de la caridad, para remediar esa situación fundo en 1951 la Mutualidad Deportiva Nacional, en la que se hacía cargo de gran parte de los gastos administrativos y de pensiones a atletas y fue apoyado por el trabajo de médicos especialistas que donaban su trabajo.
    Otra de las grandes obras sociales por la que Palillo será recordado es: la ciudad deportiva de la Magdalena Mixhuica, inaugurada en 1958 a iniciativa suya y donde invirtió gran parte de sus ganancias en el teatro.
    A base de insistencias, logro que las autoridades estropearan 256 hectáreas ejidales y se construyeran 48 campos de fútbol, 25 de béisbol, entre otras instalaciones para que la juventud practicara el deporte gratuitamente.
    Lamentablemente, el terreno original quedo en poco más de 90 hectáreas al cederse los espacios de lo que es el palacio de los deportes, el autódromo Hermanos Rodríguez, que originalmente se había proyectado como una pista de canotaje algo mas popular, la Escuela Superior de Educación Física, el Velódromo Olímpico, Oficina de la CODEME, Destacamento de la Policía del Distrito Federal, Transmisoras y Repetidoras de Radio, Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos, entre otros.
    "Ojalá descubrieran al autor de tanto fraude y tanta corrupción", y su acompañante le contestaba: "Eso esta pelón"; "No te pregunte quien era", replicaba Palillo "Malditos políticos abusivos, méndigos, rateros, lacras, pulpos chupeteadores, poca lucha, debía darles vergüenza robarle a los infelices, ¡qué escasa madre tienen, nacieron en incubadora, descastados!"
    El ilustre comediante falleció el 11 de noviembre de 1994.