"El Secretario de Salud, Julio Frenk Mora, se asumió como el defensor oficial de la píldora poscoital y es quien, promueve y facilita la distribución del ´medicamento´ entre las mujeres de menores recursos, obviamente, para que no se"
SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ
Como si no hubiera problemas en el país, durante la semana que acaba de terminar se armó una escaramuza debido a que la Secretaría de Salud, decidió incorporar la píldora anticonceptiva de emergencia al cuadro básico de medicamentos gratuitos que maneja el sector salud. Esta decisión provocó una airada reacción por parte de diversos núcleos sociales ("conservadores", les dijeron), de entre los cuales destacaban los dignatarios de la Iglesia católica, porque consideran que dicha píldora es abortiva. Quien se enfrentó al avispero y trató de calmar las protestas fue el Secretario de Salud, Julio Frenk Mora, para lo cual se asumió como el defensor oficial de la píldora poscoital y es quien, por lo visto, desde el Gobierno, promueve y facilita la distribución del "medicamento" entre las mujeres de menores recursos, obviamente, para que no se embaracen. Y cuando el doctor Frenk estaba haciendo micos y pericos para evitar que la lumbre de los reclamos le llegara a los aparejos, apareció el Secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, quien, ante el asombro de propios y extraños, pero más para los analistas despistados, reprobó que el uso de la píldora estuviera avalado por el Gobierno foxista. Dijo que su postura era a favor de la vida y que su "compromiso con la vida es indeclinable" Sorpresa o no, de cualquier forma, la irrupción del titular de Segob en el debate de un tema (el aborto) que desde siempre ha dividido a la opinión nacional, estremeció a no pocos actores políticos, porque otra vez se evidenciaba que en el gabinete presidencial no había orden, y mucho menos concierto, por lo cual seguían los enfrentamientos, junto con la falta de consensos, lo cual rebotaba y le pegaba al Presidente de la República. ES MEJOR EL ESPECTÁCULO Además, el enfrentamiento llamó la atención de ciertas capas del público que son blanco de quienes, desde los medios, acostumbran hacer de la realidad un espectáculo, y para quienes entre más escandalosa sea la diversión (o "show"), es mejor. Por su parte, Julio Frenk argumentó que el fármaco en cuestión se había incluido en el cuadro básico de medicamentos del sector salud, tras un procedimiento racional y también legal a cargo de una comisión interinstitucional (en la que participan las secretarías de Salud y de la Defensa Nacional, el IMSS, el ISSSTE, el DIF, así como el comisionado federal para la protección contra riesgos sanitarios). Este proceso también fue sancionado por el Consejo de Salubridad General. La mencionada Comisión y el Consejo valoraron la conveniencia de usar el anticonceptivo poscoital para prevenir efectos que laceran gravemente a las familias de escasos recursos o a mujeres en situación de riesgo, por lo cual el titular de Salud, como lo informó NOROESTE el pasado miércoles 20, advirtió que no se daría marcha atrás en el asunto de citada píldora anticonceptiva y, de paso, negó que hubiera enfrentamientos, polémicas o diferencias con el Secretario de Gobernación. En defensa de Frenk, quien parece que ya ganó la confrontación con Segob, empezó a decirse que en realidad lo que el Secretario Abascal hacía con el anunció de que la píldora todavía estaba sujeta a revisión, además de mostrar públicamente su religiosidad, era desviar la atención de hechos que en realidad reclamaban atención y discusión, como los opacos permisos que se dieron para casinos y otras cuestiones en las que aparecía involucrado el ex Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. DOS ÉTICAS ENFRENTADAS Lo que en realidad se encuentra en el fondo del pleito que libraron, y no resolvieron, Julio Frenk y Carlos Abascal, fue la confrontación de dos formas de entender a la ética política y a la ética pública, que moralmente obligan a los funcionarios gubernamentales a proceder de acuerdo a principios que pueden considerarse como inquebrantables. Así, la actitud de Abascal revela su apego a la ética de la convicción, la cual establece que las acciones deben estar siempre de acuerdo con una máxima moral, y no acomodarse a la doble moral, ni a las conveniencias de grupos o situaciones coyunturales. Dicho de otra manera, el Secretario de Gobernación, tiene como principio ética el estar a favor de la vida y, por lo mismo, se ha comprometido indeclinablemente con la defensa de la vida humana, desde su etapa embrionaria o fetal. A su vez, Frenk parece haber procedido, en esto de la píldora anticonceptiva de emergencia, con las pautas correspondientes a la ética de la responsabilidad, que consiste en actuar pensando en las consecuencias de las acciones y decisiones, es decir, que, de entrada se cuidan los efectos de lo que hacen los servidores públicos. Se entiende que al Secretario de Salud, como cabeza de sector, le preocupa que vengan al mundo niños no deseados, o producto de violaciones y abusos sexuales, que pueden acabar abandonados en las calles, o que, aun cuando crezcan dentro de una familia, estarían en peligro de vivir todas las penurias que generan la pobreza, como sucede con la desnutrición, enfermedades endémicas, carencia de vestido, casa y educación, y otros. Dado que esta situación llegaría repetirse miles de meses, a juicio del sector salud, que, por su lado, parece haber aplicado la lógica malthusiana, lo mejor es reducir la natalidad en el país, para que, sin necesidad de discursos académicos, se llegue exactamente a eso de entre menos burros más olotes, como dicen algunos rancheros que no estudiaron demografía en Harvard. TIENEN DERECHO A VIVIR Es difícil establecer cuál de las dos éticas es la que, en el caso de la píldora anticonceptiva, debe aplicarse, pues aunque da la impresión de que ganó Julio Frenk, queda la duda si lo correcto es atentar contra la posible vida de un nuevo ser, que es inocente y ajeno a los motivos que llevaron a darle existencia; como sujetos pensantes no podemos abusar de nuestra racionalidad y decidir qué seres humanos sí tienen derecho a vivir y quiénes no. Aparte, los tratadistas en moral pública consideran que, con todo y la prestancia o arrestos con que Carlos Abascal salió, en respeto a sus convicciones, a defender la vida y a inconformarse con el hecho de que el gobierno facilite y promueva el uso de la píldora aludida, no fue congruente con la ética pública, pues al fracasar en el intento de impedir que el uso del fármaco fuera eliminado de los medicamentos del sector salud, debió haber renunciado, para no hacerse cómplice de una acción que sus convicciones rechazan y condenan. Pero esto no equivale a decir que Julio Frenk sale bien librado de una valoración ética, pues en esto del anticonceptivo, a juicio de los expertos, parece haber actuado como un mero calculador buscando ganar ventajas en otros ámbitos, como la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por lo cual estaríamos ante un pragmático inmoral y no frente a un médico humanista. Desde esta perspectiva, los analistas ya han evidenciado casos en los cuales el secretario de Salud, a quien sus enemigos llaman "el Judas de la Salud", no ha salido bien librado, y aunque casi siempre trata de mantenerse en un bajo perfil político, de todos modos, gracias a su pragmatismo, ha estado en el ojo del huracán, como cuando los trabajadores de su sector lo responsabilizaron por la muerte de varios niños en Comitán, Chiapas y del total desabasto de medicamentos, así como por la corrupción que, aseguran, impera al interior de la Secretaría de Salud, en donde meses atrás apareció por ahí uno de sus colaboradores dedicado abiertamente a traficar influencias desde una consultoría que se anunciaba en Internet. UNA SOPITA PARA FRENK La verdad, aseguran los analistas, es que Julio Frenk, más que normar su proceder con la ética de la responsabilidad, se acomoda a los intereses más poderosos, como sucedió con el caso de las sopas instantáneas, las cuales se han visto relacionadas con la encefalopatía espongiforme bovina, mejor conocida como el mal de "las vacas locas", que se creía que ya estaba bajo control, pero semanas atrás hubo un rebrote internacional de la epizootia. Con ese motivo hubo algo cercano a una alerta mundial, pues, esta enfermedad vacuna, aparte de contagiosa, es transmisible a los seres humanos, a los que provoca una demencia o locura incurable y mortal. México no quedó exento de las paranoias y temores que se desencadenaron ante la probabilidad de que esta plaga llegara al país, bien con la entrada de algún animal enfermo, o bien en la carne importada de Estados Unidos. Y mientras se vigilaba para que algo así no fuera a ocurrir, resulta que, a propósito de vacas, se soltó el borrego respecto a que una sopa instantánea, muy consumida y anunciada en la televisión, estaba hecha con carne de res que podía estar infectada con el mal de las vacas locas. Al respecto, una vez que el susodicho borrego hizo de las suyas, el asunto tuvo poca difusión, como que se evitó que no hubiera pánico, puesto que esta clase de sopa tiene mucha demanda en el país; aun así, algunos medios informativos se enteraron y estuvieron al pendiente del asunto, como fue el caso de NOROESTE. RIESGO PARA LA SALUD Efectivamente, según informó este diario (16 de mayo), el presidente de la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados, Gonzalo Alemán Migliolo, pidió a la Procuraduría Federal del Consumidor que se decomisaran las sopas instantáneas de carne de res de la marca maruchan por ser de gran riesgo para la salud. El legislador dijo que tal medida era necesaria porque tales bazofias-aunque él no las llamó así- contenían carne que pudo haberse infectado con el llamado "mal de las vacas locas"; por lo mismo pidió la intervención de la Secretaría de Salud, para informar a la población sobre el riesgo que representaba el consumo de las sopas instantáneas de carne de res, ya que no hay seguridad ni certificados que indiquen que la carne empleada está libre de la enfermedad. Asimismo, el legislador expuso que las autoridades sanitarias y la Dirección de Comercio Internacional declararon que hace meses se había detenido la importación de las sopas instantáneas, pues se sospechaba que podrían causar el mal de las vacas locas. Sin embargo, precisó, el veto se levantó, aunque nuevamente en febrero de este año, la Dirección de Comercio Internacional y Publicidad de la Comisión de Autorización Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, volvieran a prohibir la importación del producto. También el Diputado Alemán refirió que pese a que la Dirección de Comercio Internacional de la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado a los administradores de aduanas del país para hacerles del conocimiento que esta prohibición a la marca Maruchan se mantenía, dicho producto, proveniente de Estados Unidos se sigue comercializando en mercados, tiendas de autoservicio, tiendas de abarrotes y puestos ambulantes. Incluso, señaló, la Secretaría de Salud fue informada respecto a que las sopas de referencia procedentes de Estados Unidos emplean carne proveniente de sistemas de recuperación avanzada, que generan riesgo de contaminación por el contacto con tejidos de alta infecciosidad, como los ganglios nerviosos dorsales o restos de la médula espinal, y que se mantenía el veto, sin embargo ésta no ha hecho nada al respecto para solicitar el cese de la comercialización del producto que alcanzó a ingresar al país o que entra de contrabando. UNA VELOZ RESPUESTA Como este asunto entraba al ámbito de la salud pública, el 18 de mayo se informó que la Comisión Especial de Ganadería de la Cámara de Diputados solicitaría a la Comisión Permanente la comparecencia de Julio Frenk para que explicara los informes contradictorios que proporcionó la Secretaría de Salud al Congreso de la Unión sobre las sopas maruchan. El Diputado Gonzalo Alemán recordó que el 24 de enero pasado la dependencia emitió un comunicado en el que se informaba sobre la prohibición de importar las sopas maruchan, por contener extractos de carne de res probablemente contaminada con "el mal de las vacas locas". Ante la sorpresa de quienes le daban seguimiento a este problema, la Secretaría de Salud respondió rápidamente para informar que la Cofepris realizó una evaluación de riesgos y determinó que el producto sólo tiene saborizantes artificiales y por ello no contiene el prión de las vacas locas. La misma dependencia aseguró que las sopas maruchan de res no representan un riesgo para la salud de quienes las consumen, ya que no son elaboradas con extracto de caldo natural, sino que se utilizan saborizantes artificiales en un 100 por ciento, motivo por el cual, en febrero de 2005, se volvió a permitir su entrada al país. SIN APEGO A LA MORAL Es en este punto donde se prueba que Julio Frenk, dicen los expertos, actúa sin apegarse a la ética de los servidores públicos, además de que maneja una doble moral y usa distintas varas y medidas para justificarse. Ocurre así porque al decir que las sopas en cuestión no son ningún riesgo para la salud porque contienen 100 por ciento de saborizantes químicos, es darle la bendición a quienes se dedican a intoxicar a miles de personas que erróneamente creen que, con estas sopas, ingieren algún alimento sano, avalado y supervisado por la Secretaría de Salud de la Federación. Más no es así, porque lo que se permite que coma los integrantes de las capas socioeconómicas más bajas y más desnutridas de México, es un venenoso coctel de sales químicas. Si a Frenk, que es un médico muy escrupuloso en cuanto a la ingesta de alimentos, le ofrecieran una de esas sopas instantáneas que tanto promueven, sobre todo en la televisión, de seguro la rechazaría de manera fulminante; ni bajo amenaza de muerte se tomaría una de estas sopitas. Y si, como estamos seguros, así reaccionaría JFM, cabe preguntar por qué, en su calidad de Secretario de Salud, permite que al pueblo le vendan para consumir, de inmediato, semejantes pócimas y revoltijos, que tienen más tóxicos químicos que cualquier muestra de aguas negras tomada en situ, es decir, que en cualquier coladera de las ciudades con mayor contaminación hídrica en el mundo. En síntesis, se pregunta por qué el científico y reputado médico Julio Frenk no se faja los pantalones con las sopas instantáneas, como lo hizo con la píldora para el día siguiente; la respuesta que dan los analistas es obvia: porque no quiere pelearse con las trasnacionales, aunque cada 15 de septiembre, por eso de la doble moral, el Secretario grite ¡Viva México!