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"Reflexiones"

"El valor de una mirada"

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06/06/2015 00:00

    Héctor Tomás Jiménez

    Podemos tener todos los medios de comunicación del mundo, pero nada, absolutamente nada, sustituye la mirada del ser humano'.
    Paulo Coelho
    La mirada refleja los sentimientos y las emociones de las personas, es por ello que se dice que los ojos son las ventanas del alma, y la mirada los destellos del espíritu. En otras palabras, los estados de ánimo y las intencionalidades que pueden parecer ocultas en una persona, son predecibles analizando su mirada, los gestos y los movimientos de los ojos. Los ojos son el punto donde se mezclan alma, cuerpo y espíritu.
    En términos de la psicología transpersonal, la persona que mira limpiamente a los ojos de otros es una persona segura, amistosa, madura y sincera. Sus ojos y su mirada pueden decir tanto porque expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza, inquietud, tensión, preocupación, estimación o respeto. Por sus ojos muchas veces se puede saber lo que está pensando, razón por la cual, algunos terapeutas especialistas en esta rama de la psicología, intuyen muy bien los problemas emocionales por los que una persona atraviesa y sirve como una herramienta de diagnóstico y desde luego, de ayuda terapéutica.
    Desde época milenaria, los padres de la medicina, Hipócrates entre ellos, podían diagnosticar muchos de los problemas de salud de las personas con tan solo observar las manchas, líneas y decoloraciones que se inscriben en el iris del ojo, y lo hacían basados en el principio de que el ojo humano es como una grabadora holográfica de todo lo que le sucede a una persona y contiene, a manera de fractal, la imagen de todo el cuerpo en una representación simbólica. Hoy en día, una rama de la medicina alternativa, la Iridilogía, es utilizada como método de diagnóstico, por el simple hecho, de que la conformación de las manchas en el área del iris, sugiere patologías en determinados órganos del cuerpo humano.
    Lo que es cierto, al margen de lo antes señalado, que una mirada vale mucho más que mil palabras, pues una mirada no miente, pues refleja los verdaderos sentimientos de las personas hacia los demás. No hay duda que alguien podrá ocultar con hechos o conductas sus intenciones hacia alguien, sin embargo, tarde o temprano viendo a alguien a los ojos y escudriñando la profundidad de su mirada, podemos verdaderamente conocer a esa persona. Es por esta razón que cuando conversamos con alguien debemos siempre fijar nuestra mirada en sus ojos, con el deseo de que igualmente nos miren fijamente, porque es la manera que sentimos que nos están poniendo atención y que nos estamos comunicando con el alma.
    Hablar del alma, significa hablar del elemento vital de la vida, y una mirada apagada refleja tristeza interior, una mirada chispeante significa satisfacción y amor por la vida, una mirada evasiva, refleja sentimientos de culpa, así como también, una mirada directa, fija y suave, significa admiración y amor sutil por el otro. Es por ello que cuando los enamorados se miran mutuamente, pueden entrecerrar los ojos y continuar unidos por el reflejo de esa energía vital que es el alma. El alma y el espíritu son dos elementos que alimentan nuestro cuerpo físico, son nuestras energías vitales para que nuestro cuerpo se sienta en paz y completamente sano.
    Podemos hacer diariamente un ejercicio de vernos al espejo escudriñando nuestra mirada, y con seguridad podremos percibir los estados de ánimo en que nos encontramos, y si tenemos temor, angustia, desesperación, depresión o tristeza, nuestros ojos lo reflejarán, y casi inmediatamente, por nuestro cuerpo recorrerá un flujo de energía transformadora que nos hará percibirnos de manera diferente, con el fin de sentir alegría, satisfacción, seguridad o tranquilidad.
    El alma es el motor de nuestro cuerpo físico, razón por la cual es importante saber cómo conversar con ella o mantenerla en armonía con nuestro cuerpo para que todo vaya de acuerdo a lo que nos merecemos. Esta es una forma de alimentarnos diariamente de los estados de ánimo positivos de la vida y obviamente, el mejor ejercicio para ser felices. Hay personas que pasan años sin verse al espejo y es por temor a descubrir que le dice su alma.

    JM desde la Universidad de San Miguel
    udesmrector@gmail.com