"Elogio de la rectitud"

""
15/01/2014 00:00

    Sugey Estrada/Hugo Gómez

    De acuerdo a la geo­metría euclidiana, la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, que es también la sucesión continua e indefinida de puntos en una sola dimensión.
    Lo recto, rige, dirige, conduce, endereza o rectifica. La cualidad de recto implica algo que no tiene curvas ni ángulos.
    Cuando se aplica este término a una persona viene a significar lo mismo: alguien íntegro, que actúa sin doblez ni maldad, que se mueve en una sola dimensión y que nada esconde.
    El capítulo 1 del Evangelio de Juan narra que cuando Jesús vio que Natanael o Bartolomé se acer­caba, pronunció el más célebre elo­gio que se pueda hacer de alguien: "He aquí un verdadero israelita, en el que no hay doblez", para resaltar que era recto y que no cometía en­gaño.
    La persona recta nunca repta; actúa siempre a flor de piel. No esconde pretensiones e intencio­nes viles, ni se arrastra como los reptiles.
    La persona recta actúa siempre de manera correcta. Cumple ca­balmente lo que promete y a lo que se compromete. Es alguien a quien se puede fiar y en quien hay que confiar. No permite variación en su actuación y jamás sucumbe a la tentación.
    En el Salmo 14 se presentan las características de una persona rec­ta, que agrada a Dios:"
    "El hombre que procede honra­damente y obra con justicia; el que es sincero en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia.
    "Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo.
    "Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente".
    ¿Soy recto y hago lo correcto?
    rfonseca@noroeste.com@rodolfodiazf