"En México, el 10 por ciento de la población más pudiente recibió en el 2009 el 41.4 por ciento de los ingresos"
Atiza
La semana pasada comentamos que mientras no mejore la equidad
en el mundo, y en México, no habrá una solida recuperación económica. La inequidad está creciendo en la mayoría de países, lo que provoca una contracción en la capacidad de consumo de cada vez más gente que sufre de desempleo,
de subempleo, o de empleo precario. Hay una grave inequidad en el acceso a oportunidades de buena educación, de capacitación, o para emprender. Lograr una mayor equidad también requiere de cultura de responsabilidad social, tanto en los responsables de dictar políticas públicas
(gobierno y legisladores), como en el sector empresarial y educativo. La promoción
de empresas sociales competitivas en las que los trabajadores y empleados puedan ser socios, es fundamental.
En México, el 10 por ciento de la población
más pudiente recibió en el 2009 el 41.4 por ciento de los ingresos, cuando en los países nórdicos que son ejemplo de mayor equidad, fue solamente el 22 por ciento. Debemos aprender de los países que han tenido éxito en crear riqueza, y simultáneamente mejorar su distribución. Debemos evitar caer en la "puerta falsa" del populismo, así como en el excesivo y manipulador asistencialismo como "solución"
al problema. La solución estructural a la pobreza es apoyar a salir adelante al vulnerable con un proceso que le permita desarrollar y aplicar sus capacidades.
Fue una lástima que en México se haya implementado el esquema de cooperativas
de la peor manera. La manipulación política, la falta de preparación de buenos cooperativistas, y la derrama de subsidios sin compromisos, provocaron su fracaso. En otros países se ha promovido exitosamente
la creación y expansión de empresas
sociales, en donde la educación y formación
de sus miembros ha sido la base. Uno de los mejores ejemplos mundiales es la Corporación Mondragón www.mcc.es fundada en 1956 y que hoy en día es el primer
grupo empresarial Vasco y el séptimo de España. Facturaron 14,755 millones de euros en 2010, con 83,859 empleados. Están
en las áreas de industria (plantas en 19 países), sector financiero, de distribución, y del conocimiento. El 85.9 por ciento de sus empleados son socios. Tienen más de 9 mil alumnos en su propio sistema educativo.
Es una empresa cooperativa exitosa, aún con la fuerte competencia global. Son de las que hay que promover.
En Inglaterra impulsan éste tipo de empresas y lo podemos ver en el web www.socialenterpriseworks.org que apoya a las empresas sociales existentes y a las que quieren iniciar. Tienen una amplia cartera de servicios de consultoría
y capacitación. Ayudan en la elaboración
del plan de negocios, del estudio de factibilidad, en la medición del impacto social, en la mercadotecnia. Todos los países y regiones con éxito en el impulso de empresas sociales tienen su cimiento en la cultura de sus ciudadanos, dispuestos
a trabajar en equipo y a compartir. Cuentan con sistemas educativos que lo promueven, y tienen políticas públicas aterrizadas en leyes y presupuestos que apoyan fuerte a este tipo de empresas que se convierten en "células" que oxigenan la esperanza de que se puede crear riqueza
y compartirla de mejor manera.
Lástima que en México no tenemos la cultura, ni le hemos dado la importancia a este tipo de empresas que bien implementadas
pueden competir con éxito contra las compañías tradicionales. No hay como levantarse a trabajar para una empresa en la que además de ganar un sueldo justo, eres socio y vas construyendo patrimonio. Los jóvenes, las instituciones educativas, los organismos empresariales, los gobiernos
de avanzada, deberían apostarle mucho más a las empresas de propiedad compartida competitivas.
sergio@garciadealba.net
Artículo publicado en Mural