FIFA
¿De veras crees que las extinciones fueron cosa de otros tiempos, y que los "maravillosos avances tecnológicos" del hombre evitarán esos fenómenos en el futuro? Piénsalo otra vez y dime, ¿dónde quedaron las angulas? Pero esas deliciosas angulas de veras, que yo alcancé a saborear todavía hasta hace pocos años, no esos patéticos remedos de surimi que ahora encontramos en los supermercados. Supongo que las sigue habiendo, aunque ahora sean tan caras que ya sólo las pueden consumir los ricos. Pero hay otros ejemplos.
Un amigo me da éste: "Alrededor del año 500 se extinguió el SILFIO. Se daba el silfio cerca de Cirene, una población importante localizada en África sobre la costa del Mediterráneo, del lado oriente del golfo de Sirte, opuesto a Túnez. Era un condimento muy apreciado por griegos y romanos, una hierba que aparece en las monedas de Cirene.
Yo tengo una de esas monedas. Se explotó y se explotó la hierba hasta que un día... ya no hubo." En fin, por algo Bill Gates comenzó a almacenar millones de semillas de todos los cultivos conocidos por el hombre, en un refugio a prueba de bombas nucleares en la isla de Spitzbergen, cerca del Ártico. ¿Sabrá él algo que nosotros no, o se tratará de pura previsión visionaria?
Entre litigantes te veas
Se quejaba una joven abogada litigante con una amiga: "No lo entiendo. Conozco a alguien, y en cuanto se entera de que soy abogada litigante, le caigo mal así nomás. ¿Por qué será?" "Bueno, supongo que así considera que se ahorra tiempo."
Fumadores: ¿discrimandos?
Me dice un queridolector: "Ya estuvo. Se aprobó la ley. Por fin esos cabrones (sic) van a dejar de contaminar sus pestes a los que no fumamos. Se lo tienen bien ganado. Y no tanto por viciosos y adictos, que todos lo somos de una forma u otra, a una cosa o a otra, sino por insolentes e irrespetuosos. Muchas veces tuve que salirme de plano de cines o de restoranes porque cerca se sentaba algún fumador a quien le importaba un carajo todo aunque yo le pidiera amablemente que apagara su carrujo. Seguía fumando y encima me reclamaba que quién era yo para ordenarle nada, que no me metiera en lo que no me importaba, etcétera. Son muy poco respetuosos del derecho ajeno, y ahora exigen que nosotros respetemos el suyo. ¿Con qué ojos, divina tuerta? Así que no lloro por ellos. Ya podré ir a esos lugares públicos, con mi esposa e hijos (ninguno fumamos), sin temor a que nos obligue a salir algún fumador insolente, y encima yo me vaya con el hígado torcido de coraje."
Rothschildes-Fárbers
Otro queridolector me dice (bueno, me regaña): "Me extraña que te parezca extraño que los Rothschild sean ricos y tú no. Tu abuela, de niña, le pasaba al cura las pepitas que le daba su papá (tu bisabuelo), ¿o no? ¿Te imaginas a una niña Rothschild haciendo lo mismo? No creo que su papá le diera pepitas, para empezar, pero menos que ella se las regalara al rabino. No los Rothschild ponían su dinero a trabajar, no lo regalaban. Esa es la diferencia. Por eso ellos siguen siendo ricos y tú no. Me parece elemental." Y yo me voy al rincón como perro apaleado, con la cola entre las patas. Sólo que, los que no tenemos cola (bueno, ese tipo de cola), ¿cómo le hacemos para meterla entre las patas? También aclaro: mi bisabuelo minero construyó ese camino entre Chupaderos y Copala en 1890, y los Rothschild mineros tendieron ese ferrocarril en Mauritania en 1955. Cierto que los 30 kilómetros de don Federico eran apenas una fracción de los 225 de los Rothschild, pero yo me pregunto si esos 195 kilómetros de diferencia no podrían acaso compensarse con los 65 cruciales años de diferencia en tecnología de infraestructura. Digo, nomás por desahogar mis complejos de inferioridad, aparte del puñado de dólares (o euros) que nos separa.
Aplausos y chiflidos: gfarberb@gmail.com
Consultas: http://www.buhedera.mexico.com