Sugey Estrada/Hugo Gómez
Es común referirse a alguien muy valiente diciendo que "tiene muchos pantalones", frase que anteriormente se acompañó con el gesto de ajustar el cinto y la pistola.
Tradicionalmente, en Occidente, los pantalones eran una prenda de vestir reservada a los varones (en los países asiáticos los usaban desde antes también las mujeres). Se comenta que los celtas, hace 2 mil 600 años, fueron los primeros en utilizarlos, pero a finales del Siglo 19 las mujeres los usaron para el trabajo industrial.
En 1850, una mujer revolucionaria, Amelia Bloomer, en su periódico The Lily, presentó una indumentaria para mujeres "activas" basada en el vestuario turco, con falda sobre pantalones anchos, que fue conocida como "bloomers". Esta vestimenta recibió mucho rechazo, al grado que en inglés existe la popular frase "making a bloomer", que significa meter la pata o cometer un error garrafal.
Sin embargo, poco antes de la muerte de la señora Bloomer, con el uso de la bicicleta, en 1890, se acostumbró el uso de pantalones bombachos ceñidos a la rodilla, conocidos como knickerbockers.
Durante su campaña política por la Presidencia de la República, la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, recurrió a la frase de valentía a que hacíamos alusión al principio: "Yo voy a ser una Presidenta con falda, pero eso sí, con muchos pantalones".
Semánticamente, el origen de la palabra pantalón es diverso. Pantaleón o Pantalón era un típico personaje de la comedia del arte italiana, que se presentaba como un mercader rico en dos variantes: celoso y resentido, pero que intentó volverse generoso; o anciano bondadoso y compasivo, que sería el Pantaleón de los necesitados.
De acuerdo a su origen, según vimos, tener muchos pantalones no significaba ser valiente y combativo, sino generoso, bondadoso y compasivo.
¿Qué pantalones usamos y necesitamos en Sinaloa?
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