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"Crisis automotriz"

"Gran sorpresa se llevaron los pilotos de aviones caza americanos cuando se enfrentaron a los japoneses en China, circa 1940, antes de empezar la Segunda Guerra Mundial."

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07/08/2009 00:00

    Plaza pública

    Gran sorpresa se llevaron los pilotos de aviones caza americanos cuando se enfrentaron a los japoneses en China, circa 1940, antes de empezar la Segunda Guerra Mundial.
    Los americanos crearon un grupo de voluntarios para ayudar a los chinos a defenderse de la invasión de Japón.
    Con cazas P40, los famosos Tigres Voladores, creyeron que comerían pichón contra los aviones que pudieran tener los japoneses.
    Efectivamente los P40 eran más blindados y más rápidos que los cazas Zero-Sen japoneses pero eran menos maniobrables y sorpresa eran menos artillados.
    En otras palabras, que Japón había producido mejores aviones caza que los americanos.
    Se necesitó que la Guerra forzara a la industria americana para que obligados a competir su potencial industrial sacara mejores aviones.
    Cuando vienen las crisis petroleras de los años 1970 y después que empieza la alarma por la contaminación del aire y la destrucción de la capa de ozono, el gobierno americano impone a la industria automotriz normas y plazos para mejorar la eficiencia de los automóviles.
    Se pretende que reduzcan el consumo de combustible, se lograría de esta manera reducir la dependencia de la importación de petróleo y al mismo tiempo mejorar la calidad del aire.
    La industria se percata que las reglas no aplicaban a camiones ni a automóviles montados en chasis de camión, en otras palabras podían seguir produciendo suburbanos ineficientes.
    Por eso convencen mediante la publicidad a los clientes para que compren las camionetas, guayinas, que ahora vemos por todos lados.
    Mientras esto sucedía en la industria americana, Japón para poder vender autos en el mercado americano perfecciona autos pequeños, estables y eficientes.
    De pasada, ante el mercado que se abría para camionetas, aprovechan los adelantos logrados para autos pequeños y también logran producir vagonetas de mejor calidad que las americanas, pero también entrarán en problemas.
    Nueva sorpresa, las automotrices japonesas logran un prestigio inusitado.
    La Nissan se conoce por ser una compañía bien administrada.
    La Toyota de ofrecer el mejor producto por su precio. La Honda de ser auto de lujo a precio aceptable. La Mitsubishi, bueno, es la fábrica que hacía los Zero-Sen. Entran al mercado también los coreanos y los chinos ahora amenazan competir a base de bajos precios.
    Los directores de General Motors, Ford y Chrysler se dirigen a Washington a solicita ayuda al gobierno.
    Quieren salir del atolladero en que se encuentran con ayuda de fondos fiscales. Las encuestas entre ciudadanos en sorprendente 61 por ciento se oponen a tal ayuda.
    Alegan los contribuyentes al fisco que ellos no tiene por qué ayudar a compañías que hacen malos automóviles, administradas por directores que ganan millonadas siendo que han cometido error tras error y sindicatos que han conseguido prestaciones que los demás trabajadores no tienen. Este trabajo se escribió en diciembre de 2008.
    Escuchando a los electores, el Senado negó la primera petición de los dirigentes automotrices. Volverán con nuevos planteamientos.
    Estoy seguro que conseguirán apoyos. Primero, porque la industria americana y sus maquiladoras dan más de 3 millones de empleos.
    Segundo, porque el partido demócrata tiene un tradicional compromiso con los sindicatos.
    Los europeos tienen el mercado de autos de lujo: Rolls, Bentley, Austin, BMW, Mercedes, Volvo, Saab, etc.; de autos deportivos: Lamborghini, Maserati, Ferrari, etc.; y junto con los japoneses tienen el mercado de autos compactos; EU. se quedó con el mercado de los dinosaurios traga combustibles.
    Acabo de ver pasar en estas calurosas calles una guayina Dodge con motor de 5.9 litros de desplazamiento de sus cilindros; enseguida la rebasó un automóvil 4 puertas de la Toyota con motor de 1.4 litros, carro japonés con motor más de cuatro veces más pequeño que el americano.
    A la guayina le llenas el tanque de combustible cada tres cuadras, al automóvil cada tres semanas.
    Sin embargo, el mercado tiene sus exigencias: los Toyota de hace 2 años ya no son los de ahora.
    Hace poco eran autos relativamente pequeños y sensatos. Tenían defensas y algunas comodidades.
    Ahora tienen fascias, todos los lujos y dejaron de ser pequeños. Pronto tendrán problemas.
    Qué vergüenza para los americanos ver a su industria líder reducida a estirar la mano esperando dádivas del gobierno.
    En 1955, Charlie Wilson presidente del consejo de GM, pronunció una sentencia a la que se acostumbra cambiar sus términos quedando así: "Lo que es bueno para GM es bueno para los EU".
    Como pueden apreciar la ayuda que quieren las automotrices será buena para ellas, si se componen, pero los contribuyentes opinan que no es nada bueno para los EU.
    Se les ayudó y parece que empiezan a salir de su crisis. Muchos economistas conservadores piensan que debieron haber sido dejados a su suerte para que aprendieran de la experiencia y mejoraran.
    Pero de qué sirve la experiencia si estás en bancarrota, embargado, con las plantas cerradas y los sindicatos en huelga.
    Es posible que la ayuda fiscal los saque del embarazo. Ya veremos si no fue invertir dinero bueno en una industria sin remedio.