|
"¿Voto?"

"Hace un siglo la bandera de lucha de Francisco I. Madero fue: 'sufragio efectivo, no reelección'"

""
24/06/2009 00:00

    Geovanni Osuna

    Hace un siglo la bandera de lucha de Francisco I. Madero fue: "sufragio efectivo, no reelección", como una forma de quebrar la dictadura de Porfirio Díaz; toda la campaña política fue dirigida hacia ese punto con un propósito muy claro: ganar la libertad.
    El voto, entonces, pasaba a ser una herramienta para modificar el sistema imperante en la época, porque el sufragio se ejercía como un acto de independencia, de soberanía individual.
    Sin embargo, en muchas ocasiones, el intrincado sistema político y nuestra frágil democracia hacen posible que este acto se pervierta con ardides de los partidos políticos o bien del Gobierno en turno, utilizando muchas veces los mismos órganos creados para salvaguardar su efectividad.
    El debate que en la actualidad se desarrolla sobre la iniciativa que promueven algunas personalidades sobre anular el voto en las elecciones del próximo 5 de julio tiene sus bemoles desde mi punto de vista.
    Existen sobradas razones que han desilusionado, hasta el hartazgo a amplios sectores para que tenga eco esta iniciativa: la crisis económica, la corrupción, la demagogia como forma de gobierno, lo pueril de las campañas políticas, el reciclaje de candidatos de los partidos que con cinismo brincan de un puesto de elección a otro y, lo más dramático, el fraude electoral de 2006.
    No obstante lo pervertido de la política pienso que todavía podemos cambiar el estado de cosas con el voto de los ciudadanos si, en lugar de anular el voto, le damos uno de castigo a los partidos neoliberales que han llevado al País a la quiebra, sentirán remecer las bases falsas en las que han aposentados sus reales.
    El abstencionismo en este momento beneficia a los partidos mayoritarios y partidarios que están en el poder, inclusive sea cual sea su filiación política, porque cuentan con una base de votantes que les permite llegar al congreso sin ningún problema.
    Me temo que a mis amigos que llaman a anular sufragio les va a resultar como el "voto útil" que promovieron en la elección presidencial de 2000, que contribuyó a consolidar el triunfo de la ultraderecha en la Presidencia de la República.
    La propuesta de anular el voto ha generando un falso debate, porque no debemos olvidar que, cuando los ciudadanos deciden sufragar masivamente, lo hacen mayoritariamente en contra de los partidos gobernantes, entonces lo que debemos promover es que la gente participe con acciones que se correspondan a sus intereses.
    Cuando la situación apremia, como es el caso, debemos apelar a nuestra conciencia individual así como ciudadana y establecer como premisa que el voto siempre debe considerarse un compromiso exigible y no un apoyo incondicional.
    Ahora, cabe agregar otra arista al problema, cuya importancia no es menor, y es que los promotores del abstencionismo, cuestión que me parece frívola, aplican el mismo rasero a todos los partidos políticos, cuando todos sabemos que existen marcadas diferencias entre uno y otro.
    Por ejemplo, hay divergencias notables entre el PAN y el PRD en la cuestión del aborto, hasta cierto punto imposibles de compatibilizar.
    Esto por señalar un caso que nos permita a los ciudadanos tener un referente ideológico significativo.
    Anular el sufragio es un mensaje de rechazo al sistema político en su conjunto, es cierto, pero ese voto en blanco puede ser utilizado con fines que no tienen un origen democrático, pues favorece a la oligarquía que ejerce el poder en México.
    Recordemos que uno de los principales temores (bien fundados) del PRI a nivel nacional era que en las elecciones de 2000 la gente saliera a votar; lo mismo ocurrió con el PAN en 2006 porque el voto y la disconformidad han sido el peor enemigo de los que detentan el poder en Los Pinos.
    Sin ir más lejos, en las pasadas elecciones para gobernador en Sinaloa, el PRI pasó uno de sus mayores sustos (para un estado históricamente priista) cuando la gente empezó a asistir a las urnas a sufragar por Félix Guerra, creando una contienda reñida con Aguilar Padilla.
    Son el vivo ejemplo de lo que puede ocurrir ante una masiva concurrencia a las urnas y, ahora, si esto va acompañado de un proyecto que promueva en el pueblo un bienestar mayor, no me cabe la menor duda que se verá reflejado en el voto.
    A su vez, insisto, el silencio nos induce al riesgo, pues la historia muestra que somos un País de prosapia corporativista y con una marcada tendencia al autoritarismo y si no impulsamos la tendencia hacia la participación, los "astutos" de siempre permanecerán en el poder.
    Es claro, mas no evidente, que el juego político induce al error; lo evidente nos confunde, pero lo claro nos lleva a la certeza; creo que es preferible no emitir juicios de valor ante hechos hipotéticos, es mejor esperar, porque estoy seguro que existirá alguna alternativa mejor que las actuales.
    Entonces, de ser así, es mejor ser claro y entregarle nuestra confianza a quien lo merezca, porque la fortaleza de un proceso electoral necesita toda la seriedad posible. La inmovilidad beneficia a la ya desgastada y putrefacta clase política gobernante.

    lqteran@yahoo.com.mx