Janneth Alcecoa / José Alfredo Beltrán
El año pasado comenté en este espacio acerca de las aventuras de mexicanos que en los últimos 10 años han conquistado sus espacios en China, trabajando en empresas internacionales, mexicanas o fundadas por ellos mismos, y dedicándose a finanzas, manufactura, educación, hospitalidad y otras industrias más. Hoy hablo de una "Marco Polo" más, pero a en este caso, a punto de comenzar su travesía.
Rebeca Ruiz es licenciada en Literatura Inglesa por la UNAM, y es profesora de inglés en el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la misma institución, desde 2013. Uno pensaría que tal perfil es poco común para embarcarse de repente a China, pero la licenciada Ruiz empezó a estudiar chino mandarín hace cuatro años después de hacerse entusiasta de las películas chinas modernas que cada vez llegan con más frecuencia a nuestras salas en México. Lo que empezó con un interés más bien casual pronto se convirtió en pasión y en interés formal no sólo por el idioma, sino por la cultura. En el tiempo mencionado, pasó por los primeros tres niveles de mandarín (HSK, o Examen Estandarizado de Chino) y aprobó el primer intermedio (HSKK), llegando a un nivel de competencia suficiente como para que el Instituto Confucio le otorgara una beca completa -avión incluido- para venir por tres años a Beijing y realizar estudios avanzados con nivel de maestría en la prestigiosa BLCU.
El Instituto Confucio es una institución del Gobierno chino que se dedica a promover el idioma y la cultura china en todo el mundo, otorgando becas a alumnos con mucho potencial; está presente en 83 países y en México tiene ya cinco sedes: en el DF (2), Nuevo León, Chihuahua y Yucatán. La BLCU (Beijing Language and Culture University) es la escuela de aprendizaje de chino más prestigiosa del País, recibiendo cada año a más de 8 mil estudiantes extranjeros de todo el mundo, por lo que es apodada la "Mini-ONU".
Rebeca Ruiz parte a iniciar su nueva etapa de aprendizaje a fines de este mes. Son tres años que van a ser de todo menos fáciles, pero dentro de esos tres años tendremos a una nueva mexicana experta en China, con nuevas visiones y un nuevo entendimiento del mundo, con horizontes muy ensanchados, con ideas y relaciones valiosísimas en su ámbito, y que según sus propias palabras "pueda regresar a su escuela algo de lo que ella tanto le ha dado". Ese es el alto y noble ideal de quien tiene en su vida no sólo la pasión de aprender, sino la necesidad de compartirlo.
Enhorabuena.
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El autor es académico ExaTec y asesor de negocios internacionales radicado en China
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