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"En pocas palabras"

"Homo homini lupus"

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02/08/2009 00:00

    SEGURIDAD

     "La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo". Napoleón Bonaparte, emperador francés, (1769-1821).

    Hace unos cuantos días, leyendo un tomo de diccionario encontré frases célebres en latín, francés, italiano y alemán.
    Una de ellas escrita en latín me cautivó de sobremanera, dice así: Homo homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre, Hobbes.
    Analizando la manera de pensar de cada persona, les comenté a algunos jóvenes de mi edad o mayores que yo sobre la frase.
    La mayoría respondió: "Tienes razón aunque no estoy de acuerdo, a veces el hombre puede ser el enemigo pero también el amigo más fiel". Hubo quienes me preguntaban ¿estás bien?, ¿alguien te hizo algo?
    El último joven me dijo que estaba totalmente de acuerdo, pero a pesar de ello presentí que lo veía desde otro enfoque muy distinto al mío. Así que le expliqué mi punto de vista
    El sentido o interpretación que le di a esta frase y que por lo tanto la acogí, para mí no trata del hombre en general, sino exclusivamente de uno mismo. Nuestro peor enemigo puede existir dentro de cada uno.
    Lo veo de esta manera porque en nuestra lucha interior y privada somos nosotros los que marcamos barreras y limitantes, nos llegamos a afectar y a lastimar por las heridas que uno mismo se ha dispuesto a infligir.
    Nos podemos llegar a privar muchas veces del goce de la vida cuando nos hallamos sumergidos en absurdos resentimientos, en miedos y exigencias que uno se impone y se castiga muchas veces cuando no se consigue lo anhelado.
    ¿De qué puede vivir un hombre para librar esas batallas con uno mismo y gozar libremente de la vida todos los días? Me dijo el joven después de haberle expuesto mi reflexión.
    Supe que su última pregunta no era para ser respondida al instante, quiso que la profundizara y la discutiéramos después.
    Por la noche, justo cuando me disponía a alcanzar del librero una novela histórica observé el título del libro que estaba al lado, llevaba por nombre La ilusión.
    Recordé al instante la pregunta que quedó por contestarse, y la relacioné inmediatamente con el atrayente título del libro, abrí una página al azar, y decía lo siguiente: "La ilusión constituye, una manera de vivir de unas personas determinadas: son esos hombres y mujeres que, de una forma habitual, encuentran diariamente motivos para ilusionarse, para hacer de cada jornada laboral un día festivo".
    Este párrafo ilustró claramente algo fundamental en la vida del hombre, y la conclusión quedará pendiente para una próxima columna
    ¡Que tengan una excelente semana!