FIFA
¿Cómo se podría traducir? ¿El misterio de las crudas cachondas? En fin, es un fenómeno aparentemente paradójico que yo no he experimentado nunca porque mi historia alcohólica es definitivamente escuálida: sólo una vez en la vida, en 1968, me he emborrachado al grado de perder la consciencia. Este fenómeno consiste en que, después de una borrachera fenomenal, despiertas crudísimo, te sientes de la cachetada, la cabeza te explota, tienes la boca seca, te tiemblan las manos y sin embargo experimentas unas intensas ganas de tener actividad horizontal. ¿Cómo puede ser esto? ¿De dónde sale un apetito sexual tan vehemente, estando tu cuerpo en tan deterioradas condiciones fisiológicas? "Las crudas cachondas desafían toda lógica intuitiva. Suceden durante lo que debería ser un absoluto abismo para nuestras motivaciones sexuales. Emergemos vagamente de vuelta a la consciencia y con nuestro organismo intoxicado en plena rebelión. Las sienes nos retumban con cada latido del corazón. Nuestro vacío estómago sufre espasmos y amenaza con regurgitar los fantasmas del alcohol bebido la noche anterior. Estamos lo más enfermos que se puede estar y sin embargo tenemos ese insólito alboroto en nuestras gónadas. Si acaso se nos cumple el gusto y tenemos una sesión de sexo, no suele ser el mejor de nuestra existencia. Nuestras erecciones no son tan robustas como habitualmente son. El incremento en el ritmo cardiaco suele empeorar nuestra jaqueca. Está siempre pendiente la amenaza de vomitar antes de conseguir un orgasmo, pero el ansia de continuar con el bombeo ritual es tan vigoroso que se impone sobre todos los malestares. ¿Qué diablos está pasando? Ha habido una deplorable escasez de estudios científicos sobre este extraño fenómeno de las crudas cachondas, de modo que no nos queda sino especular sobre qué tan extendido es este fenómeno y para empezar por qué existe. Tras realizar un breve sondeo, muy poco científico, con amigos, parientes cercanos y contactos de Internet, llego a la conclusión de que es mayormente (pero no exclusivamente) cosa de hombres: la mayoría de los hombres reportan haber experimentado este fenómeno, mientras que casi ninguna mujer lo ha sentido. El fenómeno es tan real como misterioso, pero su misma existencia da un indicio de las insondables complejidades que implica la mecánica del deseo a nivel molecular".
Misterios
moleculares
"Se piensa usualmente que el deseo sexual está positivamente correlacionado con los niveles de testosterona en el organismo: cuanto más altos estos niveles en el torrente sanguíneo, más excitación. Esta relación ha sido ampliamente estudiada, documentada y demostrada por estudios tanto en hombres como en mujeres; y esto explica la notoria disminución de deseo sexual en hombres cuyos testículos han sido extirpados por cualquier causa. Esto nos lleva a la paradoja de que el alcohol disminuye o suprime la presencia de testosterona en la sangre. De hecho, está demostrada una correlación inversamente proporcional: a mayor cantidad de alcohol consumido, menores son los niveles de testosterona. Se cree que esto se debe a que los testículos metabolizan el alcohol de manera similar a como lo hace el hígado. Las enzimas implicadas en este metabolismo son cruciales para la producción de testosterona, y en la medida en que estas enzimas son desviadas de su tareas normales, producen menos testosterona. A largo plazo, el abuso en el consumo de alcohol puede provocar atrofia testicular y otras deformaciones; en el corto plazo, los efectos suelen manifestarse en un funcionamiento pobre de la función sexual. Como dice la vieja canción: Too Drunk to Fuck".
La paradoja,
¿explicada?
"¿Cómo es entonces que se suele experimentar tanta urgencia sexual después de una noche muy alcoholizada? Tenemos que sumergirnos en las entrañas de sistema endócrino masculino. La producción de testosterona es parte de un sistema de retroalimentación negativa (un mecanismo auto correctivo), centrado en el hipotálamo y la glándula pituitaria. Resumiendo mucho, el hipotálamo produce una hormona que estimula a la glándula pituitaria a producir una segunda hormona llamada luteinizing hormone (LH), la cual viaja en el torrente sanguíneo para estimular la producción de una tercera hormona, la testosterona. Cuando los niveles de testosterona están bajos, los receptores en el cerebro y en la glándula pituitaria reciben el mensaje de que el organismo debe secretar más hormonas inductoras de testosterona. Cuando despiertas el domingo por la mañana, tras una loca noche de sábado, este mecanismo correctivo está en pleno apogeo. Debido a que se piensa que la LH juega un papel importante en el mecanismo de la excitación sexual, sus niveles incrementados explican (al menos en parte) a qué se debe que te despiertes excepcionalmente excitado a pasar de tu lamentable estado físico. Y también explica por qué, a pesar de ese intenso apremio, a veces no seas capaz ni siquiera de lograr una erección completa: tus niveles de testosterona están demasiado bajos. En suma, el fenómeno de las crudas cachondas son un fenómeno pasajero: para el mediodía tendrás menos LH circulando por tus venas y en consecuencia menos apremio sexual. Casi seguramente serás capaz de lograr una erección completa, pero es probable que esta posibilidad no se te antoje nadita porque te sientes como un guiñapo".
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