"Javier Pérez Robles: Efecto Élmer"

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27/11/2004 00:00

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    Esto se ha dicho de Efecto Tequila, de Élmer Mendoza: "Una novela que concibió al estilo de Cervantes, en esperas largas de aeropuertos, terminales de camiones y hoteles de diversas ciudades, fue el resultado de Efecto Tequila (Tusquets, 2004) de Élmer Mendoza. El escritor habló ante más de 100 asistentes de la 14 Feria Internacional del Libro Monterrey 2004 organizada por el Tecnológico de Monterrey, el 24 de octubre a las 14:00 horas. ´Me siento como arriba del Cerro de la Silla, porque debe haber una manera de expresar lo que se siente cuando se escribe un libro; porque yo he tenido hijos y no es igual, tal vez tenga que ver con otras cosas´, afirmó. En esta ocasión trata el tema del espionaje en México y nunca pensó que fuera tan complicado, además de que la escribió viajando, por medio de una computadora portátil en períodos diferentes. ´Leyendo un libro de Francisco Rico que coordinó sobre Quijote de la Mancha, que Cervantes escribió durante sus viajes; bueno, sin saberlo estoy siguiendo una tradición de escribir libros durante los viajes´, expresó de quien el escritor español Arturo Pérez-Reverte aseveró inspirarse en su novela La Reina del Sur. "David Toscana, presentador, se refirió a la obra de Mendoza como inteligente, porque sabe tratar el tema de espionaje de forma atractiva para los lectores. ´Es una novela elaborada, tejida por un hombre que sabe manejar el lenguaje de una manera maravillosa; al estilo de Joyce, es una novela sádica, que viene de Daniel Sada, no del Marquez [de Sade]´. "Señaló que el autor dispara las palabras como si se tratara de una AK-47, porque presenta imágenes como si se fueran disparando cosas, con la violencia de la historia, como de las palabras. ´En la novela de Élmer se sienten estos disparos, compuestos de mezclas afortunadas de cultura pop, con slogans de productos comerciales de modo que, en un momento dado, uno sabe cómo funciona este misterio, para crear una lectura vertiginosa y muy placentera´. "Es entonces que el lector debe decidir si se está comiendo la verbalización o la historia que presenta el autor, ´De esta forma Élmer se está reinventando, porque la crítica le puede poner la etiqueta de ´el narrador del narcotráfico´, sin embargo sus narraciones son diversas, con una musicalidad, ritmo y sazón que fue muy disfrutable de principio a fin y apabullante por los disparos de las palabras del autor". [Presentación de Efecto Tequila, en la FIL de Monterrey, Octubre, 2004] Al querer o no, a pesar de las omnipresentes aclaraciones la imagen del narco sinaloense acompaña como apodo maldito a las obras de Élmer Mendoza. Es como si se diera un efecto Élmer en todos lados donde el narco funciona como en su casa, pero que no se da por existente, como si fuera un inmigrante ilegal en la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara y sólo existiera en Tijuana, Culiacán o Juárez. Élmer ha tenido la buena o mala fortuna de estar ahí en el momento histórico, preciso en el que el lenguaje narco toma la forma literaria en sus libros. Élmer no le da la forma del corrido que las promociones de Pérez-Reverte sugieren, sino la forma creativa de un lenguaje diferente, que pinta más que retrata, inventa más que relata, crea más que repite y da mejor cuenta de un fenómeno que (como la homosexualidad o la violencia intrafamiliar) no se da por existente en tierra propia, en carne propia o en familia propia. El efecto Élmer está ahí en Un asesino solitario, en El amante de J. Joplin y en Efecto Tequila. Pensándolo bien... Muy sencillo: es que, el efecto Élmer, está en el lector. jperezrobles@prodigy.net.mx