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"Buhedera"

"Júpiter"

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04/05/2007 00:00

    FIFA

    Es en el extraño e interesante libro de Giordano Bruno, "La expulsión de la Bestia Triunfante" (1580) que encuentro estas curiosas descripciones del dios mayor del Olimpo en su cuarta generación (hijo de Cronos, hijo de Urano, hijo de Caos):

    Sabiduría de la tercera edad
    Del aspecto noble de esta etapa vital dice Bruno: "Júpiter empieza a madurar y no admite más personas en el Consejo que aquellas que tienen nieve en los cabellos, surcos en la frente, gafas en la nariz, harina en la barbilla, bastón en las manos, plomo en los pies.
    "Quiero decir: en la cabeza, recta imaginación, solícita reflexión, memoria retentiva, en la frente la sensata aprehensión, la prudencia en los ojos, la nariz la sagacidad, la atención en las orejas, en la lengua la verdad, en el pecho la sinceridad, en el corazón los ordenados afectos, la paciencia en los hombros, en el dorso el perdón de las ofensas, la discreción en el estómago, en el vientre la sobriedad, la continencia en el pecho, la constancia en las piernas, la rectitud en las plantas, en la izquierda el Pentateuco de decretos (colección de leyes), en la derecha la razón discursiva, la ciencia indicativa, la regulativa justicia, la imperativa autoridad y la potestad ejecutiva."

    Decadencia de la tercera edad
    De esa parte menos grata de la etapa que ya tiene un dios nuevo llamado Viagra, dice, aludiendo a unas cuantas de sus innumerables aventuras eróticas:
    "Ahora ya no existen bestias en las que se transforme, ni Europas a quien dé cornadas, ni Dánaes que lo empalidezcan en oro, ni Ledas que lo emplumen como cisne, ni ninfas Asterias y muchachos frigios que lo ceben como águila, ni Dólides que lo hagan serpiente, ni Mnemosines que lo degraden a pastor, ni Antíopes que lo semibestialicen como Sátiro, ni Alcmenes que lo conviertan en Anfitrión.
    "Porque aquel timón, que hacía virar y guiaba esta nave de la metamorfosis, se ha debilitado de tal forma que apenas puede resistir el ímpetu de las olas, y quizá el agua le comience a faltar abajo.
    "La vela está de tal suerte desgarrada y reventada, que en vano sopla el viento para hincharla.
    "Los remos, que solían adelantar renovadamente el barco a despecho de los vientos contrarios y de las oscuras tempestades, ahora, así exista la calma más completa y esté a su gusto tranquilo el campo de Neptuno (el mar), en vano el capitán silbará a Barlovento, a Sotavento, a popa, a proa, porque los remos se han vuelto como paralíticos.
    "De hoy en adelante ya no habrá quien diga y cuente fábulas de un Júpiter lascivo y voluptuoso, porque al buen padre se le aplomó el espíritu."
    ¿Y después de esta parrafada todavía puede alguien creer que los dobles sentidos y las metáforas carnales apenas disfrazadas son un invento del periodo romántico en la narrativa sensual?
    ¿Y habrá quien dude aún de que para condenarlo a ser quemado vivo en la hoguera, en 1600, no tuvo la Inquisición más argumentos que los puramente teológicos?
    Una razón más que tengo para detestar a la Inquisición: irse contra albureros culteranos.

    Comparación pública
    Y aquí Bruno hace una curiosa equivalencia con la tradición judeo cristiana del Eclesiastés:
    "(Le pasó a Júpiter) como aquél que tenía ya tantas esposas, tantas doncellas de compañía y tantas concubinas, que al fin quedó tan hastiado, aburrido y desfallecido que exclamó: ´¡Vanidad, vanidad, todo es pura vanidad!´"
    (Se refiere Bruno, claro está, a Salomón, de quien se decía que "se pervirtió y se hizo idólatra debido a su pasión por las mujeres, sobre todo extranjeras, llegando a tener setecientas en calidad de reinas y trescientas secundarias.")

    ¡Mantenerlas a todas!
    Por supuesto, ese pequeño problema no se le escapa a Bruno, quien dice:
    "La ley natural según la cual es lícito a cada varón tener mujeres cuantas pueda alimentar y fecundar, porque es cosa superflua e injusta y de hecho contraria a las normas naturales que, en una mujer ya preñada y encinta, o en otros sujetos peores, como otras ilegítimas lujurias, que por temor al vituperio provocan al aborto, se esparza aquel semen que podría engendrar héroes y llenar las sedes vacías del empíreo."
    (Por fortuna aún no podía saber Bruno de las cinco causales de aborto aprobadas por la ALDF.)

    Aplausos y chiflidos: gfarberb@yahoo.com.mx
    Consultas: http://www.buhedera.mexico.com/