Sugey Estrada/Hugo Gómez
La astucia no ha sido bien comprendida; a veces se le considera como engaño, treta, truco, ardid o artimaña de un individuo para conseguir sus propios fines. "Donde no hay más que una mañosa astucia, necesariamente hay mezquindad. Decir astutos es decir mediocres", señaló Víctor Hugo.
Sin embargo, también puede referirse a la sagacidad, sutileza, ingenio, habilidad, destreza, fino olfato, rapidez de inteligencia, capacidad de previsión y hasta prudencia que manifiesta una persona para ganar un negocio o resolver una situación.
Homero y Virgilio dicen que Ulises era un hombre ingenioso; hábil en urdir engaños, pero también en dar prudentes consejos. A su ingenio se atribuye la fabricación y el ardid de introducción del caballo de Troya .
Astucia es enfilarse a los objetivos, reconocer las oportunidades, distinguir los mejores caminos, anticiparse a los competidores y persuadir a los demás para integrar un armónico equipo.
Lo contrario no es la honradez, sino la ingenuidad, candidez o torpeza. "Con astucia y reflexión se aprovecha la ocasión", dice Don Juan al despedirse de su hijo Lorenzo Cabello, en la novela Astucia, de Luis G. Inclán.
La Biblia toma las dos acepciones: ardid o engaño, pero también sagacidad o habilidad . Se dice que la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales, pero también se celebra la astucia de Jacob que le gana ovejas a Labán o la primogenitura a su hermano Esaú.
Jesús propone en el Evangelio de Lucas el ejemplo de un administrador astuto, que al ser corrido por su amo se congracia con los deudores rebajando el monto de sus comisiones. Y a sus discípulos les señala que los envía como ovejas en medio de lobos, para que sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.
¿Cuál tipo de astucia manejo?
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