"La geometría del azar"

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28/03/2014 00:00

    Sugey Estrada/Hugo Gómez

    En 1654, Blaise Pascal y Pierre de Fermat sostuvieron una encendida correspondencia sobre temas referentes a la geometría del azar, lo que dio origen a la teoría del cálculo de las probabilidades.
    Pascal fue gran matemático y científico, a la vez que un ardiente filósofo y creyente en quien se conjugaron la razón y la pasión, la incertidumbre y la convicción. No fue de los pensadores que escriben para explicar el mundo, sino para explicarse a sí mismo. No era un filósofo desinteresado que pretendía resolver problemas conceptuales, sino más personales y trascendentales.
    De acuerdo con Pascal, el ser humano es una explosiva fusión de grandeza y miseria. "El ser humano es el mayor espectáculo del mundo... aunque somos la caña más débil de la naturaleza y podemos sucumbir por una sola gota de agua o un poco de gas, somos mayores que todo el universo. El hombre sabe que muere", expresó.
    En lo más íntimo del corazón humano late la aspiración de ir al encuentro de la felicidad, pero ésta no subyace en el conocimiento, virtud, impasibilidad, placeres o duda, sino en Dios, cuyo ser y sabiduría nos sobrepasan.
    "Para los que desean ver a Dios hay suficiente luz, y suficiente oscuridad para los que no quieren verlo... La fe dice lo que los sentidos no dicen, pero no lo contrario de lo que ellos ven: está por encima, y no en contra", expresó.
    Es cierto que las matemáticas no pueden demostrar la existencia de Dios, pero desde la geometría del azar o el cálculo de probabilidades se puede hacer una vital apuesta.
    "Si Dios no existe, uno no pierde nada al creer en él, mientras que si existe uno pierde todo por no creer", subrayó.
    ¿Estoy de acuerdo con esta existencial apuesta?


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    rodolfodiazf