"La medida del amor"

""
07/10/2013 00:00

    Sugey Estrada/Hugo Gómez

    Tomar medidas siempre ha sido importante. Actualmente se cuestiona a las autoridades sobre su responsabilidad al no tomar medidas preventivas ante los fenómenos meteorológicos.
    En el seno familiar es prudente que se tomen pertinentes medidas para corregir y encauzar a los hijos con una sana disciplina.
    Al acudir con el sastre o costurera es fundamental que le tomen a uno sus medidas, a menos que la ropa que se confeccione sea para vestir payasos o espantapájaros.
    Si se va a edificar una casa se requieren proyectos y planos para precisar la distribución y medidas.
    En un concurso de belleza es imprescindible contar (además de presencia, simpatía e inteligentes respuestas a las preguntas que se hagan a las concursantes) con excelentes y proporcionadas medidas.
    En cualquier empresa, sobre todo en estos tiempos globales y difíciles, es elemental adecuarse al mercado y disponer competitivas medidas.
    En los deportes, y en algunos de ellos literalmente, es básico que los jueces tomen meticulosas medidas para castigar una falta o resolver salomónicamente los conflictos.
    Coloquialmente, es normal que se diga que a alguien se le tomó la medida, y en la publicidad de bebidas alcohólicas se resalta, también, el que se consuman con medida.
    Al desarrollo del mismo ser humano se le han querido imponer medidas. El filósofo Protágoras sostuvo que el hombre es la medida de todas las cosas, y en la mitología griega, Procusto tenía una cama en la que debía de caber un hombre; si alguien era más grande o pequeño le cortaba lo que sobraba o lo estiraba hasta ajustarlo.
    En donde no debe existir medida es en el terreno del amor, porque "la medida del amor es amar sin medida", resaltó san Agustín.
    ¿Amo sin medida o ni siquiera alcanza medida mi amor?
    rfonseca@noroeste.com
    @rodolfodiazf