|
"Puerto viejo"

"La mordaza"

""
31/01/2010 00:00

    JANNETH ALDECOA /JOSÉ ALFREDO BELTRÁN

    "Para saber quién es quién, hay que escuchar los corridos". Esa es la introducción que hace don Ignacio López Tarso, dentro de un disco que contiene sus excelentes interpretaciones, de una serie de corridos mexicanos y justamente, en esta colaboración, me quiero referir a la amenaza que se teje en torno a esta manifestación artística, que es parte importante de la cultura popular mexicana.
    En su loco afán por mantener el control del juego político mexicano, los legisladores, con la obvia complicidad de los partidos, lograron sacar de la jugada la opinión de la ciudadanía, a la cual, le está vedada la posibilidad de expresar libremente su sentir acerca de tal o cual candidato que participe dentro de una contienda por un puesto de elección popular, así se trate de un consumado pillo de siete suelas. Como quien dice, una verdadera ley mordaza.
    Ahora, y para no variar, algunos legisladores han puesto en la mesa la posibilidad de acallar, de manera definitiva, la composición, interpretación y difusión, de todo aquel Corrido que en su contenido se refiera a personajes o asuntos ligados al narcotráfico, como una medida para acotar, según los proponentes, el crecimiento de la narcocultura.
    A primera vista, la intención parece ser buena, pero según mi parecer, en el fondo, representa un atentado más a la libertad de expresión de los mexicanos y por otro lado, la realidad es que el crecimiento del narcotráfico no acabará a punta de balazos salidos de las armas oficiales o con la creación de normas prohibitivas.
    A la lucha en contra del bando negro, también hay que agregarle inversiones reales, y no estadísticas, en los ramos de salud, de educación y la creación de fuentes de empleo que puedan pagar sueldos que le permitan vivir con dignidad, a la cada vez más deprimida clase trabajadora de los últimos peldaños jerárquicos de la escala laboral.
    Eso lo saben perfectamente los políticos, pero están más ocupados en llevarse la mejor tajada del enriquecido juego político y en construir sólidos muros que atajen cualquier iniciativa o intención ciudadana que amenace con invadir su reino de privilegios.
    Es cierto que el contenido de muchos corridos se ha pervertido, pero esa desviación también es un verdadero reflejo de la podredumbre que caracteriza al mundo oficial mexicano.
    Recuérdese también que toda expresión artística refleja el presente que se vive, y el nuestro, desgraciadamente, está manchado de sangre y de lodo.
    Apuntan los estudiosos que el corrido mexicano es una derivación literaria musical del Romance, que nos llegó desde la llamada Madre Patria; la sustituta, diría yo.
    El corrido mexicano alcanzó su pleno desarrollo después del movimiento de independencia, consiguiendo su plenitud en la época de la Revolución.
    Al respecto, el notable intelectual mexicano, don Andrés Henestrosa dice lo siguiente: "el corrido nació, cuando los mexicanos tuvieron una cabal conciencia y sentimiento nacional, una patria".
    En aquellos años, el corrido servía como vehículo popular de comunicación y a través de sus versos octosílabos, se difundían los hechos que marcaban huella social o simplemente, como en la actualidad, se reseñaban las hazañas de todo tipo de personajes.
    En su contenido se recogían, entre otros, las acciones históricas de personajes revolucionarios, las tropelías de afamados bandoleros, míticos o reales; el descontento popular; crímenes pasionales; tragedias colectivas y hasta carreras de caballos como la del Alazán y el Rocío.
    Por supuesto, dentro de este genero musical, hay muchas letras que hablan de la inconformidad ciudadana en contra de los malos gobernantes y de los patrones que son explotadores.
    Seguramente en su momento, el dictador Porfirio Díaz y algunos otros intolerantes, decidieron acallar con las voces que osaban criticarlos, tal y como todavía sucede.
    El tema de muchísimos corridos famosos, de ayer y de hoy, no es precisamente un canto a las buenas costumbres y a la ternura; se le canta al machismo, al alcohol, al rapto de mujeres y a crímenes cometidos.
    Basta recordar la composición dedicada a Gabino Barrera, que entre otras cosas, dice lo siguiente: "Gabino Barrera no entendía razones, andando en la borracherallevaba pistola con seis cargadores, le daba justo a cualquiera Gabino Barrera dejaba mujeres con hijos por dondequiera Recuerdo la noche en que lo asesinaron, venía de ver a su amada, dieciocho descargas de máuser sonaron sin darle tiempo de nada Gabino Barrera murió como mueren los hombres que son bragados".
    Como quien dice, toda una apología a la hombría del empistolado y a la paternidad irresponsable.
    Es cierto, tenemos que solidarizarnos con aquellas medidas gubernamentales que vayan encaminadas a exterminar a los factores que provocan el estado violento en el que vivimos, pero que esto no sirva de pretexto, para que en la bola, se dicten acuerdos que repriman la libertad de expresión, ya que por ese camino, en corto, tiempo, solo se nos permitirán expresiones publicas, tales como: "¡Sí señor Presidente!".
    Por hoy es todo. Gracias por haber acudido una vez más a esta cita semanal; síganla pasando bien y nos vemos en la próxima, digo, si es que así lo deciden.

    osunahi@hotmail.com