"La reforma a la Ley del IMSS fue aprobada en la Cámara de Diputados por una sólida mayoría de 293 diputados del PRI, el PAN, PVEM y Convergencia"
Gestionan
El filo reformista La reforma a la Ley del IMSS fue aprobada en la Cámara de Diputados por una sólida mayoría de 293 diputados del PRI, el PAN, PVEM y Convergencia, y todo indica que el miércoles será aprobada por las mismas fracciones legislativas en el Senado de la República. Cualquier cambio a la minuta remitida por la Cámara Baja significaría regresar a ésta, aquélla. Lo cual implica convocar a otro periodo extraordinario de sesiones. Presenciamos el inicio de una política tendiente a modificar el régimen de pensiones y jubilaciones, de suyo diverso, vigente en el país, en detrimento de los trabajadores actuales, pero sobre todo del futuro. Ante las protestas y la agitación sindical, el Presidente Fox dejó abierta la posibilidad de que un acuerdo entre la directiva del IMSS y el SNTSS resuelva el asunto sin necesidad de cambios a la Ley. Sin embargo, al echarse andar el engranaje legislativo para la aprobación de éstos, se vislumbra muy difícil pararlo. Por lo demás, el director del IMSS, Santiago Levy, sigue inflexible. Roberto Madrazo cumplió así con Los Pinos (habló por teléfono con cada uno de los diputados priistas, pidiéndoles que aprobaran las reformas) Resultando, empero, inevitables por la convergencia en el tiempo las conjeturas sobre un acuerdo en lo oscurito para que el apoyo priista a los cambios en la Ley del IMSS fuese correspondido por el Presidente Fox con el no-ejercicio de la acción penal contra el ex Presidente Echeverría y demás involucrados en la matanza del Jueves de Corpus. Lo cierto es que el Presidente se ha mostrado cauto, moderado, con relación al posible enjuiciamiento de los responsables por las matanzas estudiantiles del 68, el 71 y la Guerra Sucia. Sin emitir a últimas fechas una condena histórica, más allá del debate jurídico sobre si hubo genocidio y la prescriptibilidad o no de los delitos, a esos oprobios del pasado que muchos quisieran olvidar sin ningún deslinde de responsabilidades. Madrazo logró erigirse ante los diversos factores de poder y ya sin la preeminente sombra negociadora de Elba Esther Gordillo en San Lázaro, como un líder confiable, capaz de rearticular una mayoría legislativa con el fin de proseguir las reformas en la dirección esperada. Paradójicamente, el PRI asumió sin complejos ni presiones la otrora segura ingrata tarea de afectar a uno de sus bastiones corporativos más importantes, el SNTSS, crecido al amparo del priato, esgrimiendo el fin supremo del saneamiento financiero del IMSS. Para facilitar las cosas, los diputados del PRI y el PAN rehuyeron el debate en el pleno cameral. La fracción priista en la Cámara de Diputados se hizo eco así de la condena mediática a los trabajadores de la institución, que los señala injustamente casi como holgazanes o aviadorespor sus elevadas prestaciones contractuales. Obviando sus modestos salarios y las arduas jornadas de trabajo. Verbigracia, el personal de intendencia gana de 2 mil a 2 mil 500 pesos la quincena y quienes devengan mayor salario son los médicos con 15 años de antigüedad, los cuales ganan 8 mil pesos quincenales, con todo y prestaciones más pagos adicionales por estímulos. En contraste con el crecimiento exponencial del personal directivo, que según datos del SNTSS a disposición de quien desee consultarlos, pasó durante la administración foxista de 540 a 2 mil 727 funcionarios, con elevados salarios propios de una Secretaría de Estado. He aquí una vez más retratada la propensión gerencial del Presidente Fox conducente al engrosamiento de los altos mandos burocráticos. Tales reformas sientan un precedente para que otras conquistas laborales sean anuladas por el Poder Legislativo. Atendiendo éste así, frente a la ausencia de consensos entre sindicatos, empresas y Gobierno sobre la reforma laboral, las recomendaciones del Banco Mundial, la OCDE y las expectativas de los inversionistas con cargo a los trabajadores, basadas en la caducidad histórica de algunas prestaciones en los contratos colectivos de trabajo. Considerándolas financieramente inviables por estar muy por encima de los mínimos establecidos en la ley. Así las cosas, no es remota la posibilidad de otras regresiones en materia laboral (aguinaldos, primas vacacionales, periodo vacacional, ayudas para educación, guarderías, bonos alimenticios y un largo e inquietante etcétera). Ha sido, por lo mismo, causa de enorme malestar entre los sindicatos que forman la la Unión Nacional de Trabajadores, a la cual pertenece el SNTSS, en especial el cambio al artículo 286 K de la Ley del Seguro Social al efecto de crear un Fondo para el Cumplimiento de Obligaciones Laborales de carácter Legal o Contractual con las cuotas de los trabajadores. Que llegarían hasta 15 por ciento del salario (en cambio el Sindicato propone 8 por ciento para los trabajadores actuales, 9 para los venideros con jubilación hasta los 35 años) a efecto de disponer de los recursos necesarios en el momento de la jubilación de sus trabajadores. Fondo que será administrado por la institución bajo los lineamentos de su Consejo Técnico. El IMSS no podrá destinar a dicho fondo recursos provenientes "de las cuotas a cargo de los patrones y los trabajadores establecidos en la Ley del Seguro Social. Y tampoco recursos de las contribuciones, cuotas, y aportaciones que, conforme a dicha ley son a cargo del Gobierno federal. Tras este cambio en apariencia plausible y hasta inocuo, se esconde, empero, una aberración jurídica, toda vez que ese fondo sería conformado sólo con las cuotas de los trabajadores, en flagrante violación al Artículo 123 constitucional y a la Ley Federal del Trabajo que establecen para el patrón la obligación de aportar recursos con ese fin. El IMSS busca desentenderse así por completo de aportar recursos para el RJP. Si bien es un acierto que no se tome para ese propósito dinero proveniente de las cuotas obrero-patronales correspondientes a los 12 millones de trabajadores afiliados. Para reducir el descontento, se estableció un artículo transitorio (Segundo) donde se deja a salvo a los trabajadores jubilados y pensionados que ostente cualquiera de esas condiciones hasta antes de la vigencia del presente decreto. Quienes seguirán gozando de los beneficios otorgados por el RJP, y contribuyendo a dicho régimen en los términos y condiciones practicadas hasta antes de la entrada en vigor del presente decreto, sin perjuicio de las modalidades que llegaran a acordar las partes. ¿La solidaridad generacional rota? Ya no podrá utilizarse en los discursos políticos del PRI ni del PAN aquello de que se trabaja y se pugna por un futuro mejor para nuestros hijos y nietos. Ellos no sólo pagarán los platos rotos del rescate bancario y carretero y la deuda externa. También sufrirán un contexto laboral adverso. No podrán gozar de algunas conquistas laborales conseguidas por sus padres y abuelos. A menos claro está que la movilización de los trabajadores y la solidaridad social hacia ellos lo impida. De aprobar el Senado los cambios a la Ley del Seguro Social, vendrán decenas de controversias constitucionales ante la SCJN por violaciones a la Carta Magna y el Contrato Colectivo de Trabajo. El país requiere múltiples reformas, pero si éstas echan abajo los derechos laborales históricamente conquistados, no habrá cohesión social y la lucha de clases se abriría paso. dmartinbara@hotmail.com