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"Reflexiones"

"La responsabilidad es una virtud humana que socializada como un valor, se convierte en un signo de madurez de las personas."

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14/04/2007 00:00

    Héctor Tomás Jiménez

    El trabajo ennoblece y dignifica

    El trabajo es digno y ennoblece al hombre, sobre todo si en cada tarea se pone junto a cada gota de sudor, parte del alma misma. Cada día, más y más personas que conozco me sorprenden gratamente por el entusiasmo que le imprimen a sus tareas cotidianas.
    En las aulas, veo a los profesores y profesoras que cumplen con su deber de manera responsable y los veo con rostros de satisfacción y de entusiasmo y los entiendo, pues el solo hecho de saber que ese día, al menos un alumno cambió su percepción sobre algo, es decir, aprendió a hacer mejor sus deberes y por ello se mostró agradecido, es una gran satisfacción y un gozo interno que gratifica enormemente. Es la gracia de vivir en una sociedad educadora.
    Bien me decía en cierta ocasión un maestro albañil que estuvo encargado de la construcción del edificio de la Universidad de San Miguel: --¡Construir es una tarea que dios nos ha encomendado, y debemos hacerla con todo el amor en nuestros corazones, si no, la obra misma nos lo reclama!
    Muy sabias palabras dichas por una persona cuya instrucción autodidacta, lo eleva aún más por encima de quienes con mayor preparación, hacen de su oficio diario un modo de aprovecharse de los demás.
    Conozco también a un carpintero para quien no hay días festivos ni domingos, cumple con su deber en tiempo y forma, algo poco usual en estos dignos artesanos de la madera cuya fama ha trascendido las fronteras de lo inimaginable en lo que a irresponsabilidad se refiere. Él también es un ejemplo de cómo hacer de nuestro trabajo algo digno.
    De igual manera he tenido la oportunidad de tratar a funcionarios públicos que han sabido hacer de su función una mística de servicio, que no hacen esperar a ciudadanos que los requieren, que no eluden sus responsabilidades y que son honestos en el manejo de los recursos públicos que les son encomendados.
    Ellos son los que menos se ven, pero los que más destacan y por ello, se le trata con mucho respeto por la dignidad con la que cumplen con su trabajo.
    Asimismo, he tenido la oportunidad de tratar médicos y enfermeras que nos dan un verdadero ejemplo de entrega a su trabajo, sobre todo, quienes a cualquier hora del día o de la noche, están prestas para ayudar a quién lo necesita.
    ¿Qué hace a estas personas seres en común? ¿Qué hace que aún sin conocerse se comporten igual? La respuesta es sencilla. "El alto sentido de la responsabilidad y su sentido ético ante el trabajo".
    En efecto, la responsabilidad es una virtud humana que socializada como un valor, se convierte en un signo de madurez de las personas; pues el cumplir con una obligación de cualquier tipo, el ser humano despliega un esfuerzo, un desgaste físico pero al mismo tiempo, un crecimiento enorme como persona.
    Cuando alguien nos hace sentir que es responsable, es alguien a quién se le respeta de manera incondicional, y no sólo eso, se le admira como un ser digno y se le pondera como un ejemplo a seguir. Estas personas nos generan confianza, y por ello, se ganan nuestro respeto.
    Por el contrario, cuando alguien se manifiesta de manera irresponsable en su trabajo o en sus obligaciones, de inmediato dejamos de confiar en esa persona y preferimos dejar de tratarla.
    Al respecto, el santo varón de Barbastro Provincia de Huesca España, José María Escrivá de Balaguer, escribió acerca del trabajo: "Somos nosotros hombres de la calle, cristianos corrientes, metidos en el torrente circulatorio de la sociedad, y el Señor nos quiere santos, apostólicos, precisamente en medio de nuestro trabajo profesional, es decir, santificándonos en esa tarea, santificando esa tarea y ayudando a que los demás se santifiquen con esa tarea.
    Convenceos de que en ese ambiente os espera Dios, con solicitud de padre, de amigo; y pensad que con vuestro quehacer profesional realizado con responsabilidad, además de sosteneros económicamente, prestáis un servicio directísimo al desarrollo de la sociedad, aliviáis también las cargas de los demás y mantenéis tantas obras asistenciales a nivel local y universal, en pro de los individuos y de los pueblos menos favorecidos". (Fin de la cita)
    Cada día, los seres humanos cumplimos con una sagrada disciplina, realizar con gusto nuestro trabajo y por lo mismo, habría que aceptar como corolario, que uno de los caminos de la santidad es hacer nuestro trabajo diario con dignidad y responsabilidad, sobre todo, si queremos vivir en una sociedad educadora.
    ¿No lo cree usted así?