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"Guadalupe Loaeza: Amas de casa desesperadas"

"La serie trata de un cuarteto de mujeres cuarentonas; en constante peligro de estar al borde de un ataque de nervios por la infelicidad dentro de sus matrimonios"

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31/05/2005 00:00

    Gestionan

    Amas de casa vemos, y desesperaciones no sabemos. Por ejemplo, quién le iba a decir al productor americano de series televisivas, Marc Cherry, que su madre, una ama de casa desesperada le iba a dar la pauta para producir una serie que se ha convertido en un verdadero fenómeno en Estados Unidos. Pero vayamos desde el principio. Cuando Cherry le preguntó a su madre sobre el proceso de Andrea Yates, acusada de haber ahogado a sus cinco pequeños hijos empujándolos dentro de un automóvil a un río, al preguntarle a su progenitora cómo era posible que una mujer pudiese ser capaz de hacer una cosa así, ella no tuvo más que una respuesta: I´ve been there..., como diciendo yo también he pasado por las mismas. Sin duda su madre recordaba la época en que tuvo que educar, cuidar y sacar adelante, ella sola, a sus tres hijos, en una granja, mientras su marido completaba sus estudios en la Universidad de Oklahoma. Nunca nadie se había dado cuenta de la mini-depresión que sufría y que supo, hábilmente, disimular, por lo menos a los ojos de su hijo Marc. Jamás pudo imaginarse que su madre, a veces, se sentía tan desesperada como ama de casa que, en un momento dado hubiera querido mandar todo al diablo. Esta confesión le dio la idea base para producir la serie llamada, precisamente, Desperate Housewives (´Amas de casa desesperadas´) que se ha convertido en una verdadera mina de oro. Es la serie número uno en Estados Unidos, paralizando, cada domingo, a 25 millones de televidentes americanos y a un numeroso público mexicano, quien tiene acceso a este programa, dos veces a la semana por Cablevisión o por Sky. La misma señora Bush, esposa del Presidente de Estados Unidos declaró, hace poco, en la memorable cena con la prensa, que como su esposo se dormía tan temprano, ella, de inmediato, se ponía a ver la serie. ¿Será una ama de casa desesperada aunque sea de la Casa Blanca?, nos preguntamos. La serie trata de un cuarteto de mujeres cuarentonas, guapísimas y sicológicamente devastadas. Cuatro amas de casa desesperadas en constante peligro de estar al borde de un ataque de nervios por la infelicidad dentro de sus matrimonios, sus infidelidades, sus insoportables hijos hiperactivos y por todos los líos en los que se meten en busca de una felicidad que nunca encuentran o del amor que cuando lo obtienen quisieran no haberlo logrado. Para empezar, la intriga está relatada en off, según el punto de vista de una muerta, Mary Alice Young. Una mujer modelo que un día, después de cumplir con su rutina doméstica: lavar la ropa, poner la mesa y regar las plantas se vuela la cabeza de un tiro, 5 minutos después de que se inicia el primer episodio. Al funeral de Mary Ann asiste todo el vecindario. ¿Por qué eliminarse cuando su vida parecía totalmente resuelta, organizada y feliz, feliz? Aparentemente lo tenía todo. He ahí la pregunta que obsesiona a sus vecinas e inseparables amigas, una alegre colección de amas de casa enervadas y atormentadas por el oscuro secreto que llevó a su amiga a suicidarse. El relato se va hilando, semana a semana, narrado desde ultratumba bajo un sarcástico humor negro. La acción transcurre en uno de esos utópicos suburbios americanos, lo más cercano al paraíso, en la calle Wisteria Lane, que sólo existe en los estudios Universal. Las ricas y hermosas casas rivalizan en perfección, los jardines están cuidados y floridos, el césped bien cortado, barbacoa los domingos, los vecinos amigables y las familias felices. Home sweet home. Todo parece armonioso y perfecto. Sin embargo, no se necesita hurgar mucho para ver más allá de las apariencias y darse cuenta que los habitantes de este suburbio hacen todo lo posible para mantener intacto el barniz de respetabilidad de sus existencias enajenadas. En este mundo suburbano de ficción se desarrolla la exitosa telenovela, Amas de casa desesperadas. Las protagonistas principales son las cuatro amigas de la mujer que cometió el suicidio. No se trata de jovencitas llenas de ilusiones sino de cuarentonas a las que la vida ha transformado en unas amas de casa desesperadas por un matrimonio infeliz. Cada una de ellas reproduce un estereotipo femenino: Divorciada desde hace un año y madre soltera de un adolescente, la dulce e insegura Susan Mayer no puede reponerse de la humillación de haber sido abandonada y reemplazada por una especie de Paris Hilton, rubia y siempre escotada que luce mejor que ella en el nuevo convertible rojo de su ex marido. Susan encarna a la mujer que tiene como idea fija el amor, está dispuesta a cualquier cosa con tal de conseguirlo y termina enredada en su propia torpeza. También tiene que lidiar con Edie, la rubia y sensual roba maridos que suele tener predilección por los hombres que le interesan a Susan. Con un marido siempre ausente, Lynette Scavo, quien solía ser una exitosa profesional, decidió abandonar toda su vida de trabajo para convertirse, no en una reina del hogar, como pensó que iba a ser, sino en una esclava de su familia. Apenas tiene tiempo para respirar y le faltan maldiciones para desahogarse lidiando con un bebé y tres hijitos hiperactivos que rivalizan en ingenio para hacer las más tremendas travesuras. Ella tiene adicción por el ADD, medicamento prescrito para la hiperactividad y problemas de atención de sus hijos, que consume para poder rendir mejor en sus labores diarias. A pesar de sus esfuerzos, su casa siempre estaba en desorden, siempre con montañas de platos sucios y ropa por lavar. A la vuelta de la esquina de su casa vive su amiga Bree Van De Kamp, perfecta, controladora, fría puntillosa, obsesiva, y rígida ama de casa. Bree hace que su casa luzca siempre impecable. Detallista y hábil decoradora, cocina cada noche una cena gourmet para su esposo y dos hijos, prepara muffins que arregla en lindas canastas para los vecinos y todo lo hace sin despeinarse, con una eterna sonrisa. Sin el menor esfuerzo. Parece retrato de Vogue. Cuando su marido le pide el divorcio se someten a sesiones de terapia matrimonial. Para que sus amigas no piensen que hay algún problema entre ellos al verlos salir juntos, Bree insiste en que salgan de la casa con raquetas para hacer creer que van a clases de tennis. El matrimonio se desmorona por las relaciones sadomasoquistas del marido y la vengativa Bree se encarga de echar a correr el rumor de que él no funciona en la cama. La cuarta protagonista es Gabrielle Solis, (interpretada por Eva Longoria, mexicana-americana) una ex topmodel casada, por interés, con un arrogante pero generoso millonario que apenas soporta. La ávida e insatisfecha nueva rica mantiene en secreto una relación amorosa con su jardinero, un joven adolescente de 17 años. Completan el elenco los maridos, los amantes y algún otro personaje. Además está el marido de la mujer que se suicidó, mismo que no parece estar muy afectado, lo cual aumenta la intriga del misterio del suicido. Seguramente el éxito de esta serie se debe a que existen muchas mujeres en los mismos casos. ¿Qué pasa con las amas de casa mexicanas, cuya realidad también parece glamorosa pero que en realidad resulta igual de infeliz que la de Susan? ¿Qué pasará con las señoras casadas de Tecamachalco, Bosques de las Lomas, Polanco, San Ángel y el Pedregal, cuyas casas parecen de revista y que suelen ocultar la basura conyugal bajo sus tapetes persas? ¿Qué pasa con esas mexicanas ricas que se hacen de la vista gorda ante las infidelidades y perversiones de su marido con tal de seguir siendo la señora de...? Por último, recomendamos a los señores que no dejen de ver la serie... y a los productores mexicanos que hagan Desperate Housewives, a la mexicana...