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"Reflexiones"

"Las emociones básicas del ser humano"

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06/12/2014 00:00

    Héctor Tomás Jiménez

    Hoy en día la socie­dad mexicana, en general, vive en una incertidum­bre tal, que se ve reflejada por la mezcla de emociones que se expresan de manera co­tidiana. Podemos decir que nuestro País es un mosaico de culturas y tradiciones múltiples, y que cada región muestra una forma de ser del mexicano y que lo que suce­de en el sureste no es igual a lo que pasa en el norte, sin embargo, el País es uno y a pesar de estas diferencias, somos solidarios y nos due­le el dolor y la pobreza de nuestros hermanos, como también nos indigna la explo­tación y el tráfico de influen­cias de quienes ostentan el poder económico y político. Bajo esta premisa, es como nos manifestamos cotidianamente y dejamos entrever la mezcla de emociones que nos invade. Así vivimos los mexicanos hoy en día.
    En teoría, los estados emocionales que experi­menta el ser humano a lo largo de su vida son tan bá­sicos que si nos detenemos a analizar nuestra expe­riencia, descubriremos que siempre nos encontramos experimentando alguna de ellas o incluso una mezcla de sensaciones o sentimientos que pueden parecer opues­tos, aunque esto parezca paradójico.
    Las emociones básicas juegan un papel protagó­nico a lo largo de nuestra vida, pues son los conduc­tos a través de los cuales manifestamos la situación en la que se encuentra nuestro estado anímico. Al respecto, la doctora Nuria Javaloyes, psicóloga y psicooncóloga del Hospital Quirón de Torrevieja, en España, nos explica cuáles son las funciones y cómo se manifiesta cada uno de estos sentimientos
    Amor. Función: Gracias al amor creamos nuestros vínculos afectivos desde el nacimiento, necesarios pa­ra el crecimiento emocional sano. También, gracias a esta emoción, elegimos a nues­tra pareja para formar una familia. Localización en el cuerpo: Este sentimiento no se localiza solamente, como solemos imaginar, en el co­razón. Canal de expresión: Gracias al incremento de la producción de dopamina, ocitocina y norepirefrinal, nos vamos a sentir mucho más felices y a gusto con no­sotros mismo y vamos a va­lorar más las pequeñas cosas de la vida.
    Ira. Función: Este senti­miento nos ayuda a adap­tarnos y a proteger lo que es nuestro. Localización en el cuerpo: La rabia se suele acumular en el estómago o en el pecho, aunque en muchas ocasiones también en brazos y piernas ya que "nos ayuda a ir contra quien nos genera esta emoción o quien nos hace daño". Canal de expresión: Muchas veces pagamos nuestra ira conte­nida con quien más confian­za tengo y con quien menos se lo merece. Antes de hacer esto, mejor se recomienda hacer deporte de contacto como boxeo, zumba o kara­te, ya que nos ayudará a que el nivel de rabia disminuya y a ser más asertivo con los demás. Si no manifestamos ira, ésta tiende a acumular­se.
    Alegría. Función: Esta emoción nos ayuda a ser más creativos y a la vez tiene mucho que ver con la existencia de la especie humana. Localización en el cuerpo: Se refleja como una activación general en todo el cuerpo que provoca que no podamos estar quietos. Canal de expresión: La alegría en estado puro es júbilo infantil espontáneo, pues los niños si están con­tentos se ponen a bailar o reír sin importarles lo que piensen quienes están a su alrededor.
    Tristeza. Función: Es la emoción que nos ayuda a re­parar las pérdidas. La tris­teza está constantemente presente en nuestra vida, a medida que vamos crecien­do vamos perdiendo parte de nuestra vida y los cam­bios se suceden de manera progresiva en el transcurso de nuestra existencia. Es un sentimiento necesario para vivir y para poder afrontar aquello que nos viene de frente. Localización en el cuerpo: La ubicamos en el pecho o en el corazón y en ocasiones tenemos la sen­sación de respirar con difi­cultad. Canal de expresión: Este sentimiento lo podemos manifestar a través del llan­to, pues cuando estamos en este estado anímico, tende­mos a escribir o a realizar actividades que nos ayudan a desahogarnos.
    Miedo. Función: La prin­cipal función del miedo es la de la protección. Gracias al miedo sentimos que una situación es amenazante y el cuerpo instintivamente se pone a nuestro servicio. Localización en el cuerpo: Esta emoción por lo general tiende a paralizarnos. Los síntomas provocados por el miedo suelen ser taqui­cardias, sudoración, palpi­tación, boca seca, temblo­res entre otros; el cuerpo se pone a nuestro servicio cuando estamos expuestos al peligro. Canal de expre­sión: Se manifiesta mediante una actitud paralizante que provoca confusión o huida.
    JM Desde la Universidad de San Migueludesmrector@gmail.com