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"Reflexiones"

"Las fotografías viejas, son como pequeños instantes de nuestra vida plasmados en un pedazo de papel"

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23/10/2004 00:00

    Héctor Tomás Jiménez

    ¡Ah, las viejas fotografías! Dicen que la vida es la continua sucesión de hechos donde nosotros somos los actores principales de esa gran obra que refleja nuestro propio drama existencial. Por ello, estoy seguro que la gran mayoría de las personas guardamos en algún lugar, ya sea en un álbum o una vieja caja de zapatos, un cúmulo de recuerdos, donde las fotografías viejas, son como pequeños instantes de nuestra vida plasmados en un pedazo de papel, y las que ya sea en color o en blanco y negro, al verlas, nos remontan a hechos que nuestra mente creía olvidos. Las viejas fotografías actúan en nuestra mente como detonadores de recuerdos que nos permiten vivir de nuevo aquellos instantes de nuestra niñez, nuestra juventud, o más aún, de instantes que aunque no vivimos directamente, reflejan a personajes como nuestros abuelos o tíos lejanos de quienes tuvimos noción por pláticas de nuestros propios padres y que forman parte de nuestras raíces existenciales. Así es como las viejas fotografías nos permiten realizar un viaje hacia el pasado, y encontrarnos con el yo que ya no soy, con el yo que fui en algún momento pero que deje de ser para convertirme en lo que ahora soy. De vivir la paradoja de encontrarme con quién fui pero que de alguna manera sin ser, sigo siendo pues los instantes están en mi memoria, pues ha bastado tan sólo una mirada a la vieja fotografía, para reencontrarme a mi mismo. ¡Cosas inexplicables de la vida! Mi esposa y yo también tenemos varios álbumes y varias cajas de zapatos de viejas fotografías, las que de ves en cuando volvemos a ver y revivimos los instantes de felicidad que se captaron en esos pedazos de papel, que a decir verdad, son como trozos de vida de nuestra vida conyugal. Ahí, hemos encontrado las primeras fotos de nuestros hijos, Jorge René, Liliana y Ana Beatriz; y con ello hemos vuelto a vivir las mismas alegrías y angustias que nos deja el ser papás por primera vez, pues finalmente uno aprende a ser padre después de pasado el tiempo, casi cuando nuestros hijos se convierten en adultos y a su vez en padres de sus propios hijos. Ver de nuevo esas viejas fotografías de nuestros hijos, nos recrea emocionalmente, y no falta, en ocasiones, una pequeña lágrima de alegría que se fuga y se desliza por nuestras mejillas y nos hace sentir lo mucho que los amamos y lo mucho que hemos recibido de Dios nuestro señor, pues al verlos ahora, disfrutando de ser adultos y con sus propias alegrías y desencantos en sus rostros, nosotros revivimos nuestros propios instantes, y no falta la pregunta: ¿te acuerdas cuando.etc. etc.?  Ésta es la magia de las viejas fotografías. Hace tan sólo unas cuantos días, encontré una vieja fotografía de mi esposa con mi hija Liliana en brazos, y al verla, no pude ocultar la emoción de recordarla con su hermosa sonrisa reflejada en su rostro observando a nuestra pequeña hija, y a la bebita, con ese gesto de amor y de confianza de saberse en brazos de su madre. ¿Y qué creen? La emoción fue mayor pues descubrí que mi pequeño nietecito, Jorge Miguel, y quien recién acaba de cumplir apenas seis semanas de nacido, es un bebé extraordinariamente parecido a su madre cuando tenía su misma edad, y les confieso, que aunque eso ya lo recordaba, mi alegría fue mayor pues simplemente al ver la fotografía, se movieron en mi mente y mi corazón un cúmulo de sentimientos. ¡Repito, ésa es la magia de las viejas fotografías! Por eso amigos y amigas, revisen de vez en cuando sus álbumes, vean de nuevo esas viejas fotografías, las que les servirán como un pasaporte para viajar a su propio pasado y recrear en su mente los breves instantes de su vida. Pero saben que, al mismo tiempo de que es una forma de verse a sí mismos, estas viejas fotografías serán el mejor aliciente para su futuro inmediato, pues los alentarán a seguir viviendo en pareja y disfrutando el amor de los hijos, y sobre todo, de las melosas caricias de los nietos. ¿No lo creen ustedes así? udesmrector@cln.megared.net.mx