"Latinos: fuerza vital en EU"
Jaime Félix Pico
En 3 años de residir en suelo californiano no nos cansamos ni nos cansaremos de comentar y admirar el fenómeno de la migración latina.
La población hispana con sus 41 millones de personas representa la primera minoría en los Estados Unidos además del grupo étnico con mayor influencia social, cultural y artística.
Los problemas que genera esta explosión migratoria son cada vez más complejos y ruidosos, pero finalmente forman parte de una realidad social imposible de modificar.
Por ello resultan irrisorios los esfuerzos de los "minuteman" o "cazamigrantes" al intentar contener los flujos de trabajadores mexicanos a territorio norteamericano.
Tampoco puede frenarse la demanda en empresas a la mano de obra de millones de indocumentados que aportan con dedicación y talento su grano de arena a la economía de la primera potencia mundial.
Los migrantes trabajan por doquier: en el campo, en fábricas, en hoteles, hogares, parques y recientemente han sido detectados en bases militares construyendo edificios o reparando barcos y aviones de combate.
No hay poder humano ni fuerza policial que los detenga porque se han vuelto imprescindibles para la economía yanqui. Hasta el Ejército se beneficia al reclutar jóvenes hispanos con la promesa de ofrecerles la ciudadanía al término de su servicio militar.
Mientras los estados fronterizos con México declaran estado de emergencia por los efectos de la migración, en Georgia, Carolina del Norte y Alaska, año con año aumenta la contratación de indocumentados ante el disparo de la actividad económica.
Hace 20 años en Nueva York existían dos canales de televisión en español, hoy en día pueden sintonizarse más de 10. En Los Ángeles si transita en su radio por la banda FM encontrará un número similar de estaciones en español que en inglés y se sorprenderá al escuchar desde música grupera, baladas y rock, hasta los noticieros y "talk shows" más populares de México y Sudamérica.
Incluso en San Diego, una ciudad de tradición anglosajona, ha registrado cambios impresionantes. Hay cinco canales de televisión hispanos, una docena de estaciones de radio y alrededor de cinco periódicos en español, entre semanarios y diarios.
La prohibición de licencias para indocumentados en California no impide que transiten por calles y autopistas unos 2 millones de vehículos sin seguro contra accidentes y cuyos conductores portan licencias falsas o simplemente carecen de ella.
La oleada antiinmigrante se intensificó en los últimos años como una reacción a esta avalancha humana, pero a decir verdad son las minorías radicales que nunca faltan porque el grueso de los norteamericanos aprueban, conviven y se benefician de la migración latina.
En el último juego de estrellas de las Ligas Mayores predominaban los peloteros de origen hispano, quienes destacan en este como en otros deportes.
En sectores académicos se critica a los latinos porque no se incorporan al mundo anglosajón al preferir mantener su idioma, costumbres y desde luego su música.
Es otra verdad a medias porque el hispano bilingüe que se mueve en los dos mundos es cada vez más notorio y común. Además el latino incorpora con facilidad a otras etnias, sin importar color ni religión, en contraste a otras razas como los asiáticos.
Por lo anterior no es sorpresa que en reciente encuesta aplicada en México más del 40 por ciento de la población manifestó su deseo de mudarse a los Estados Unidos.
Por un lado la pobreza y falta de empleos se agudiza en suelo azteca y por el otro los mexicanos perdieron el miedo de abandonar su país a sabiendas de que podrán mantener sus costumbres mientras mejoran su nivel de vida.
El sociólogo sonorense Ernesto Camou resume con precisión lo que ocurre hoy en día:
"Son muchos los que están cambiando, con su trabajo, la vida allende la frontera. La están haciendo suya. En esta perspectiva debemos entender a los actuales migrantes. Su contribución a la vida norteamericana será mucho más profunda que pizcar verduras".
jhealy@radiolatino.com