"Los fapistas hicieron otro tanto al firmarse un acuerdo con el PAN y el PRI para un debate nacional sobre la reforma energética"

SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ

Cacarean las canicas


Tras repetir dos veces "triunfamos", el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete Ruiz, inició su discurso en una innecesaria ceremonia montada después de que los legisladores integrantes del Frente Amplio Progresista desalojaron la tribuna senatorial que habían tomado el 10 de abril para impedir que se legislara la reforma petrolera de Felipe Calderón.
Reportan que emocionados y hasta eufóricos, los coordinadores de los senadores del Frente, Dante Delgado (Convergencia) y Alejandro González Yáñez (PT), escucharon a Navarrete refrendar el compromiso con el pueblo de México, de "no permitir ninguna reforma energética que viole la Constitución, privatice la industria petrolera y agrave la corrupción interna de Pémex."
Con esta victoria se aseguró que el FAP daba por concluidas las acciones de resistencia civil en el Congreso y hoy domingo pasa a otra etapa de lucha, "porque no podemos confiarnos ante el interés del gobierno por entregar nuestro patrimonio nacional."
Como lo informó ayer Noroeste, en la Cámara de Diputados, de manera sincronizada, los fapistas hicieron otro tanto al firmarse un acuerdo con el PAN y el PRI para un debate nacional sobre la reforma energética; sólo que ahí, después de limpiar su basurero y quitar la gigantesca manta que pusieron para "clausurar" el estrado parlamentario, unos 40 representantes populares, sin abandonar sus aires triunfalistas, "desentonaron" el himno nacional y levantaron la mano izquierda para hacer la "V" de la victoria.
También el líder del PRD en San Lázaro, Javier González Garza, a nombre del PRD y el PT, pero con la ausencia del Senador todo terreno, Ricardo Monreal Ávila, celebró lo que llamó un triunfo al evitar la privatización energética, pero dijo que "no nos podemos confiar, reafirmaremos nuestro compromiso de no permitir ninguna reforma privatizadora."
Su victoria la resumieron en alcanzar los tres objetivos principales de la movilización: evitar el madruguete legislativo, lograr un debate nacional verdadero, y "alertar a la sociedad del atraco que PAN y PRI pretendían cometer a sus espaldas."

Sólo ellos festejaron
El problema que tuvieron los del FAP, es decir los legisladores del PRD, PT y Convergencia, es que nadie, salvo ellos mismos, festejaron la devolución de las tribunas que tomaron por sus pistolas, o más bien las de quien les da línea, tal y como sus dirigentes lo confesaron a los medios informativos.
Por lo menos eso fue lo que declaró el coordinador de la diputados perredistas de Nueva Izquierda, Octavio Martínez Vargas, quien ayer consideró que valió la pena la mencionada toma de la tribuna por 16 días, aunque, precisó, no fue una acción discutida y aprobada al interior del grupo parlamentario amarillo, puesto que correspondió a una orden de Andrés Manuel López Obrador, quien no es diputado, ni senador, ni siquiera tiene algún cargo en el PRD.
Entrevistado por los reporteros, Martínez Vargas aclaró que pese a que no fue sometida a consenso dicha medida, Nueva Izquierda fue solidaria con ella, aunque "no avalamos la clausura que se dio de manera parcial por algunos compañeros."
Por lo mismo, sin aclarar cuál era la relación entre el Poder Legislativo y los conflictos internos postelectorales del PRD, aseguró que confiaba en que la liberación de las tribunas en ambas cámaras sea una señal de que se puede componer el rumbo del partido, ya que "es un avance el que se haya aceptado el debate, pues había preocupación por el tono de Andrés Manuel."
Los diputados federales de mi partido, añadió, "seguimos creyendo en la vía parlamentaria y vamos a ir al debate con nuestros mejores argumentos y con especialistas."
De pasada reconoció que el costo político que deben pagar por las decisiones unilaterales que se tomaron por algunos es que se aprobara la Ley de Adquisiciones y reformas al Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, sin la opinión ni el voto de los legisladores del FAP, lo que es lamentable.
Aun así, insistió que valió la pena la toma de tribuna pero no en el término de clausurado, pues se logró que durante el actual periodo ordinario de sesiones no se aprobaran las cinco iniciativas de reforma en materia petrolera que presentó el Ejecutivo Federal.

Parece parte de guerra
Pero fuera de los autoapapachos, la valoración que los analistas han hecho de los costos, saldos y ganancias de la ocupación de los recintos parlamentarios, más bien parece parte de guerra de un bombardeo atómico, porque nada de lo que consiguieron los papistas con la ocupación es algo que no se hubiera logrado en las negociaciones previas de los grupos parlamentarios y en las comisiones legislativas, pues, con todo, las condiciones puestas por los ocupas, se quedan en buenos deseos, como eso de que el debate fuera por 71 días (del 13 de mayo al 22 de julio), en vez de los 50 propuestos al comienzo.
También es irrelevante el "acuerdo" de que antes del debate se invitara a la Secretaria de Energía y al Director de Pémex para que vayan al Senado a fundamentar la iniciativa calderonista, cuando los mismos legisladores están facultados por la Constitución para pedir la comparecencia de los secretarios y titulares de empresas paraestatales, que dependen del Ejecutivo.
Otro tanto sucede con el convenio de que la Junta de Coordinación Política del Senado invite a expertos, académicos, intelectuales y representantes del Instituto Mexicano del Petróleo, funcionarios de Pémex e integrantes de la sociedad civil, a presentar sus opiniones por escrito, cuando de manera regular y de muy buena voluntad todos ellos lo hacen, sin necesidad de que intervenga la mencionada Junta.

Ni al mismo Longe Moco
Y ni al Longe Moco (Eugenio Derbez) se le hubiera ocurrido decir que es un triunfo de los tomadores de tribunas el que los foros del que pomposamente han llamado debate nacional se efectúen martes y jueves en el Senado y que se transmitan por en el Canal del Congreso en cobertura nacional, además de invitar a todos los medios de comunicación; esto ni siquiera era motivo de negociaciones, sino motivo de una instrucción al área de comunicación social.
Para rematar los susodichos acuerdos, se convino que al finalizar los foros, las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos del Senado analizarán en dos sesiones las propuestas recogidas en el debate, con lo cual se iniciará la dictaminación de la iniciativa presidencial de reforma energética.
Ahora sí que de qué otra manera querían hacerlo, como para que hubiera desacuerdos, si la normatividad del Congreso de la Unión es lo que establece; además, para qué armar tanto lío con el debate, si sus aportaciones no iban a formar parte del dictamen que se sometería a la discusión del pleno.
Ahora, con la liberación de las tribunas, los coordinadores del FAP se reintegrarán, respectivamente, a las juntas de Coordinación Política; el resto de los legisladores se reincorporarán al trabajo legislativo y hay condiciones para garantizar su asistencia a las dos sesiones ordinarias previas al cierre oficial del periodo el 30 de abril; mas el tiempo perdido ya no se recuperará.
Así, ante lo ocurrido, las críticas son implacables en contra de los integrantes del FAP que semiparalizaron al Poder Legislativo Federal y que todavía se ponen a cacarear huevos que ni a canicas llegan; antes de irse aseguraron que ganarán el debate nacional y que volverán a tomar las tribunas parlamentarias cuantas veces quiera el señor que le da vueltas a la manija del cilindro.

Son pleitos ajenos
En otro orden, lo más seguro es que el Embajador de la República de la India en México, Rinzing Wangdi, se quedara con los ojos de plato cuando, el lunes 21, recibió la disculpa por escrito que le envió la "secretaría" de relaciones exteriores del "gobierno legítimo" de los Estados Unidos Mexicanos, que dice encabezar Andrés Manuel López Obrador.
Comentan que el diplomático, tras su asombro, debió pedir que ni a él ni a su país los metieran en pleitos ajenos, en los que ellos ni vela tienen, porque con dicha misiva se le solicitó al mencionado diplomático, como si de veras se tratara de la representación oficial del Estado mexicano, que transmitiera a la Presidenta de esa nación, Pratibha Devising Patil, la más alta consideración, así como "el respeto y alto concepto" que se guarda de ella y del "noble y esforzado pueblo indio."
En la misma carta, firmada por Gustavo Iruegas, que trabaja como titular de la "cancillería" del "gobierno legítimo" mexicano, se hace referencia a la reciente visita de Estado que hizo la Presidenta hindú por nuestro país e Iruegas aclara que no se pudo cumplir a cabalidad el programa establecido para la mandataria porque el Congreso de la Unión no estuvo en condiciones de recibirla con la solemnidad que su alta investidura reclama y merece.
Asimismo, Iruegas anotó que "el Presidente de facto, FCH, sabía perfectamente que la sesión solemne no podría efectuarse, porque la sociedad mexicana libra una trascendental batalla cívica en defensa del patrimonio nacional."
Sin embargo, agregó el "canciller", en lugar de reacomodar las fechas o el programa de la visita, "se prefirió usar la presencia de la señora Patil y la alta estima en que el pueblo la tiene a ella y a la nación india para señalar y tratar de extinguir la resistencia civil pacífica que mantiene el pueblo mexicano al gobierno espurio y al infame proyecto de despojar a México de sus recursos energéticos."
Solamente, prosiguió, la "natural mezquindad del régimen de facto pudo hacer perder de vista la imposibilidad de ocultar a la nación de Gandhi la justicia y la determinación de un pueblo que se vale de la resistencia pacífica para defender su patrimonio, la justicia, la democracia y la soberanía."

Le fue peor a Calderón
No faltó quien considerara ridícula la mencionada disculpa girada a la Embajada de la India, pero también abundaron quienes hicieron algo parecido con las declaraciones formulada por Felipe Calderón Hinojosa en Nueva Orleáns con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, donde hizo apreciaciones sobre la toma de las tribunas del Congreso de la Unión.
Relacionado con lo anterior, subrayaron que al igual que Vicente Fox, FCH se desubica en el extranjero y ahí le da por lavar la ropa sucia; como que se dio valor cuando estuvo cerca George W. Bush para decir lo que dijo.
Al respecto, el miércoles 23, Noroeste informó que el Presidente Felipe Calderón calificó de ridícula la toma de las tribunas en el Congreso de la Unión, y advirtió que ese tipo de actitudes sólo empobrecerá aún más la imagen pública del PRD.
Al participar en una rueda de prensa conjunta con el Presidente de EU, George W. Bush, y el Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper, Calderón, deploró la actitud que habían asumido los legisladores del FAP al impedir que se pudiera trabajar desde las tribunas parlamentarias de la Federación.
"Mi Gobierno (anotó FCH) siempre ha hecho una apuesta muy clara a la vida institucional y ciertamente este tipo de actos sólo desmeritan a quien la realiza"; aseguró que el Congreso está funcionando normalmente y que hay una actitud responsable por parte de la mayoría de los partidos políticos ahí representados.
Uno de los que le respondió más feo a Felipe Calderón fue el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Csaubon, quien al día siguiente consideró que el Presidente Felipe Calderón también hace el "ridículo" al expresar sus críticas al PRD y recordó que no corresponde al mandatario hablar de temas internos de los partidos.
Al inaugurar el encuentro anual de la Unión Mundial de Mercados Mayoristas, en la Central de Abasto, Ebrard fue cuestionado sobre las declaraciones realizadas por el Presidente en su gira por Estados Unidos, por lo cual manifestó que si el titular del Ejecutivo Federal aseguró que la toma de las tribunas legislativas pone en ?ridículo? a los perredistas, "lo mismo le decimos a él", y con eso estimó que era suficiente para poner en su lugar a FCH.

Pémex si se privatiza
Lo que si vino a preocupar, para regresar con lo de la reforma energética, es que en los momentos en que es muy agresivo el bombardeo de spots radiofónicos y televisivos firmados por Petróleos Mexicanos, en los que se asegura que Pémex no se privatiza sino se fortalece porque se le dotara de un montón de herramientas para que sea más eficiente y rentable para los mexicanos, se informó que un diputado priista dio a conocer un estudio hecho por la Cámara Baja, y por lo tanto oficial, en el cual se establece que la iniciativa petrolera de FCH es privatizadora.
La difusión de esta noticia, como a la liebre sorprendida por los perros, desconcertó porque los del FAP han dicho que el PRI es aliado del PAN para sacar adelante la reforma energética, pero por lo que se ve, lo que plantea el referido estudio fortalece la decisión de que los tricolores no modificaran los mandatos constitucionales que mantienen la estatización de los recursos petrolíferos mexicanos.
De ser así, no habrá reforma energética, por lo menos, tal y como la había esbozado el Ejecutivo, porque como dice el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, que dirige el priista Alfredo Ríos Camarena, es "claramente privatizadora", aun cuando el coordinador de los diputados panistas, Héctor Larios, descalifico el análisis por tratarse del estudio "de un priista".
Según el CEDIP, los gobiernos recientes "han convertido a la industria del petróleo y los hidrocarburos en una vasta área de negocios del sector privado, sobre todo extranjero, porque se han invadido áreas medulares de la explotación petrolera mediante contratos de servicios múltiples o integrales.
"De modo que empresas privadas se hallan participando en actividades que constitucionalmente sólo pueden ser realizadas por el Estado."
Esto fue dicho conferencia de prensa, en la que Ríos Camarena sostuvo que el proyecto de reforma energética está incompleto y "no podemos llegar a conclusiones de ningún debate si no existe la reforma completa del Ejecutivo Federal. Hay un debate falso, puesto que todavía el Presidente no ha presentado la iniciativa de carácter fiscal y está muy cerca de que termine el periodo de sesiones."
Ahora resulta que si lo de la toma del Congreso, para el gobierno calderonista, fue una piedra en el zapato, lo de Ríos Camarena, dicen los analistas, sería el derrumbe que taparía las salidas previstas para concluir la reforma petrolera.