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"Buhedera"

"Me niego a la negación"

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21/11/2011 00:00

    FIFA

    Desde hace mucho que conozco las cicno etapas clásicas descritas por Elizabeth Kübler-Ross, que toma la mente ante una noticia grave (como el dictamen médico de un padecimiento terminal): negación, regateo, enojo, depresión y aceptación. Cada una de las cuales tiene duraciones indeterminadas en cada individuo. El problema suele ser que mucha gente se muere antes de haber arribado a la fase de aceptación, y la calaca lo sorprende atorado en algún escalón previo: negando ("No, no tengo eso que dicen" o "Mis síntomas no se deben a eso tan terrible"), regateando ("Nomás permíteme llegar a la boda de mi hija"), mentándole la madre al destino ("¿Por qué esta desgracia tenía que pasarme a mí y no a tanto sicario que anda por ahí cortando cabezas?"), o deprimido, echado en la cama por días enteros, sin bañarse ni vestirse, con la vista clavada en el techo y llorando sus nostalgias. Tengo amigos que enfrentan apremios similares al mío (esta supuesta cirrosis), y gruñen apretando los puños y refiriéndose a sus tumores: "¡¡No, esto no es eso!!" Y sonríen equívocamente y se sienten heroicos o creen en la teoría de la afinidad: el solo pensar positivo aleja las malas vibras o posibilidades. Mmm, aparte de que esa actitud me parece demasiado mágica, yo soy esencial y básicamente comodino y catastrofista. Por eso, considero que esa secuencia de cinco pasos puede ser opcional (la verdad es que me provoca eso definido por Platón en el más denso de sus Diálogos: hueva profunda). Así que me parece más sensato adoptar de principio la fase final y aceptar de entrada la peor posibilidad (y muuuy exagerada): esta enfermedad efectivamente la tengo y se llama cirrosis y es incurable y puede matarme. Y ahora, ¿quién puede asustarme-irritarme-deprimirme? Nomás de entrada, ya gané. Tan tan. Fácil, ¿no? Todo lo malo que pueda pasar, ya lo acepté; todo lo bueno que pueda ocurrir, será una sorpresa inesperada, una bendición fortuita. ¿No es más sensata esta actitud?

    República amorosa
    Ahora resulta que el nuevo López Obrador nos sale franciscano, deja su tradicional retórica rijosa y pendenciera, y ahora apela a los sentimientos más nobles del respetable. Mmm, está muy ojón para paloma. Por algo en las redes sociales se están pitorreando de él y dicen que en vez de AMLO ahora es IAMLOVE.

    Derivados financieros
    "Es evidente que para fin de año se habrán esfumado 15 mil millardos de 'activos fantasmas' del mercado financiero global, y otros 30 mil millardos habrán desaparecido para mediados de 2013. La crisis ingresa en una fase de descuentos generalizados de la deuda pública de los países occidentales". Nunca he sido bueno para los muchos ceros, pero me queda claro que esas cantidades mencionadas con mega-hiper-burradas de dinero. Bueno, de esa abstracción etérea, evanescente y vaga que los financieros sacan de la nada y llaman "dinero".

    Claridoso
    Esta carta es breve, concisa y directa, "Querida Suegra: Por favor no trates de decirme cómo educar a mis hijos. Yo estoy casado con una de los tuyos y créeme, hay mucho qué reclamar también. Sinceramente, tu yerno".

    Cocineros
    "Los sobrevivientes de los campos de concentración nos han explicado que la clave para permanecer vivo en un entorno tan feroz es muy simple: aquellos prisioneros que están cerca de las cocinas, sobreviven; los que no, no. En nuestra actual, degenerada, forma de capitalismo el secreto es el mismo. Hay que estar cerca de la cocina, el lugar donde se concentran, se preparan y se reparten los alimentos: el Gobierno. Es por eso que hay tantos cabilderos en Washington, y es por eso que esa ciudad es la única en todo EU donde los precios de las casas siguen subiendo".

    Decálogo sexual
    El Evribodi me regaña: "Ora sí que te la prolongates, carnal. Eso de que para ser buen amante tienes que clavarle a tu chava la mirada en los ojos mientras le besas el cuello y las orejas, está en chino. Ni que fueras contorsionista".