"'México es como una gelatina, pasan muchas cosas pero no hay movimiento': Fernando Pessoa."

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05/03/2006 00:00

    BELIZARIO REYES / SAÚL VALDEZ

    El país ´gelatina´
    ¿Quién dice que en México no pasa nada? Al contrario, lo que sobra es movimiento. Tan sólo en la semana que concluye se sumaron siete temas a la vida nacional.
    Primero, la tragedia en la mina de "Pasta de Conchos", sin contar el conflicto sindical que de aquí se ha derivado. Segundo, surgieron nuevas grabaciones, en esta ocasión para evidenciar el cabildeo que desde Televisa se realiza a favor de la iniciativa de ley de radio y televisión.
    Tercero, no se deciden si clausurar o no el hotel Sheraton de la Ciudad de México. No se respetó el amparo que detentaba esta empresa y la delegación Cuauhtémoc lo cerró; más tarde se arrepintió, y el hotel sigue operando.
    Cuarto, PRD y PRI le reclaman al IFE el abdicar a sus responsabilidades; Luis Carlos Ugalde, consejero presidente, afirma que de ahora en adelante el instituto fiscalizará los discursos del Presidente de la República para asegurarse que no se viole el pacto de neutralidad.
    Quinto, el debate sobre los debates pone sobre la mesa la urgencia de reformar nuevamente el marco electoral. ¿Puede el IFE obligar a los candidatos a debatir?
    EL IFE no cuenta con la capacidad jurídica para obligar a los candidatos a debatir pero, ¿entonces por qué si puede llamar a una tregua navideña o revisar las declaraciones del Presidente si la ley no dice nada al respecto?
    Sexto, esta semana llegó hasta las oficinas del periódico New York Times un documento realizado por investigadores mexicanos para la Fiscalía especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, encabezada por Ignacio Carrillo Puerto.
    Se acusa al Estado mexicano de haber incurrido en crímenes de lesa humanidad como masacres, desapariciones forzadas, tortura sistemática y genocidio en contra de activistas que consideró ideológicamente como sus enemigos.
    Séptimo, Liébano Saenz reapareció en la vida pública; dice que su regreso obedece a la publicación de su libro. Entre otras cosas, el ex secretario particular de Ernesto Zedillo aprovecha para compartir lo que durante 10 años había ocultado: el Presidente estuvo a punto de ser asesinado. El destino quiso que ese día no realizara su acostumbrada rutina con sus hijos.
    Para los observadores de la política nacional, cada uno de estos temas arrojaría buen material para el análisis. Varios de ellos han hecho correr ya mucha tinta en las columnas de diarios. No es para menos, su importancia no es menor para la vida institucional del país. Vayamos punto por punto.
    La tragedia en la mina Coahuila tiene repercusiones a nivel intergubernamental, en la relación que guardan los estados con la Federación. Si a esto le agrega que el Gobernador no pertenece al mismo partido político del Presidente, y que se trata de un tiempo electoral, la combinación puede ser explosiva. Esto sin perder de vista que tan sólo un tercio de los gobernadores pertenecen al mismo partido de Vicente Fox.
    Algo similar sucede en el caso del conflicto sindical que de ahí se ha derivado, donde el Ejecutivo federal tomó partido para sustituir a Napoleón Gómez Urrutia como líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos.
    ¿Desde cuando el gobierno sustituye a los líderes sindicales de un sector? Si lo que quiere es desconocerlo, entonces que no se siente a la mesa con él, ¡pero no se le sustituye! Ahora todos los sindicatos del país se sienten amenazados.
    El turismo ha sido calificado por no pocos candidatos a la Presidencia como uno de los sectores clave para el futuro de México, entre ellos Felipe Calderón, Roberto Madrazo y Roberto Campa. Las acciones emprendidas por la delegada del PRD, Virginia Jaramillo, prendieron los focos rojos en el sector. Empresarios vinculados a esta actividad temen que esta forma de proceder pudiera reproducirse si este partido gana las elecciones presidenciales.
    El IFE está en el ojo del huracán. Le ha pesado al consejero presidente el quitarse la sombra de su predecesor, José Woldemberg. Algunos le critican su falta de decisión, otros le echan en cara el querer convertirse en el dictador de la democracia. Lo cierto es que hoy, la estatura moral de la institución está dañada.
    ¿En qué país del mundo vio el Dr. Ugalde que al jefe del Estado se le audite lo que diga o deje de decir? No es Vicente Fox el que saldría lastimado de esto, sino la investidura presidencial. El problema es que ahora tiene que actuar, y en ello su figura de árbitro puede quedar en el tendido. Por lo pronto, alguno de los partidos lo descalificará por citar, o por dejar de hacerlo, al debate.
    A las fuerzas armadas se les colocó en la palestra que menos les gusta, donde están visibles ante todos. O, ¿a qué se refiere el informe cuando afirma que "el Estado mexicano incurrió en crímenes de lesa humanidad"? Ahora el Ejército está a la espera de cuál es la posición del Jefe de Estado, tal y como lo ha estado desde que se abrió la fiscalía especial; su reputación histórica esta en juego.
    ¿Cómo interpretar el regreso de un ex secretario particular de la Presidencia de la República, el hombre más informado del país, que reaparece revelando el posible asesinato de su antiguo jefe? ¿Se trata de un comentario fortuito, una recomendación para alguien más, o un mensaje con un destinatario bien específico?
    Demasiadas eventualidades, ¿no lo cree? Tres lecturas que esperan llenar el vacío que separa al mundo de las coincidencias del universo del genio maquiavélico. La primera consiste en ver estos hechos como producto de la normalidad democrática.
    Para el politólogo Giovanni Sartori, el estado natural de la democracia es el conflicto. Existe la estabilidad gracias a que este régimen político viene acompañado de los cauces institucionales para procesar el choque de intereses. Es posible que esto esté sucediendo en México.
    Si en el presente se ventilan las confrontaciones, ello se debe al uso que hacen los actores políticos de su condición democrática. Una segunda perspectiva nos remite a la "falta de oficio" de la que han hecho gala los miembros de este gobierno. No son pocos los recuerdos que permanecen en la memoria de los ciudadanos: la fallida construcción del segundo aeropuerto, el desliz con Cuba, o la desatinada conducción de la política interna en los últimos cinco años, por citar algunos.
    Si este fuera el caso, entonces esta claro que el ambiente político se descompone por la falta de destreza política que han demostrado las autoridades.
    Está claro que administrar no es gobernar. La tercera lectura es menos optimista, y algunos la calificarían de fantasiosa.
    En un sistema político como el mexicano, donde lo nuevo no se impone y lo viejo no desaparece, el destino de la transición aun no esta definido. La democracia no es un puerto seguro, y en el camino pueden surgir varios arrepentidos.
    En este México, la desestabilización política puede estar representando la opción más viable para unos cuantos. Quiénes, cuántos son y qué peso tienen es lo que estamos averiguando. Está claro que el fantasma de la regresión autoritaria aún deambula entre los mexicanos.
    ¿Con cuál lectura se queda usted? Su servidor se queda con la visión del poeta portugués, Fernando Pessoa: "México es como una gelatina, pasan muchas cosas pero no hay movimiento".
    Que así sea.
    juanalfonso@noos.fr