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"Guadalupe Loaeza: Fantasía..."

"'Mi imaginación tiene toda la fantasía del mundo. Por lo general la dejo volar y volar hasta dónde le plazca llegar'"

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10/02/2005 00:00

    Gestionan

    Hace unos días el programa de radio trasmitido en Radio Monitor y MVS, todos los martes a las 9.30 pm. En busca del sexo perdidorecibió una carta de una radioescucha llena de interrogantes respecto a una situación que tiene que ver con el sexo y el amor. Puesto que el lunes es 14 de febrero, pensé que sería interesante compartirla con los lectores ya que considero que la inquietud tanto del marido como la de su esposa, seguramente, resulta muy semejante a miles y miles de casos de parejas de su generación. "Estimada señora Loaeza y estimado Dr. Goldbard: me gustan mucho sus programas, especialmente el de los martes, dedicado a la búsqueda del sexo perdido. Sobre ese tema quisiera pedirles un consejo. La otra noche, me encontraba muy a gusto, viendo la televisión (las noticias de López Dóriga) al lado de mi marido. De pronto, se voltea hacía mí y me dice: Necesito más fantasíaPrimero no entendí a lo que se refería, por un momento, pensé que quería cambiar de canal a un programa más fantasioso (aunque el noticiario del Canal de las Estrellas parece trasmitido desde un país lleno de fantasías y horrores). "Le pregunté qué era lo que me quería decir y fue cuando me dijo: nuestra vida sexual necesita de más fantasía. Ya no quiero hacer el amor siempre en nuestra cama. Ojalá que lo hiciéramos en el sofá de la tele, en la mesa del ante comedor o hasta en el elevador. En el lugar que tú quieras, pero que no sea en nuestra recámara. Necesito más fantasía "Les confieso que me sorprendió mucho, porque si de algo me siento actualmente satisfecha (tengo casi 60 años) es de mi relación sexual con mi marido. "En lo personal, yo no necesito de tanta fantasía ´de ubicación´ por decirlo de algún modo, porque cuando tenemos relaciones mi imaginación tiene toda la fantasía del mundo. Por lo general la dejo volar y volar hasta dónde le plazca llegar Claro que esto yo no se lo he dicho a mi marido, porque tal vez no me entienda o bien, termine celándome. "Lo que quiero decir, es que después de tantos años de casada, me doy cuenta que mi marido no está tan satisfecho conmigo, en cambio por lo que a mí se refiere, nuestra relación sexual, tal como existe, me ha hecho siempre sentir muy plena. Tengo la impresión que para él, hacer el amor, tiene otro significado que para mí. "Soy de las que piensan, que en un matrimonio de muchos años, es más importante la ternura, la amistad, la confianza, la intimidad, pero sobre todo, la complicidad y todo eso creo que lo tengo con él. Si a todo esto se le suma al sexo, pues creo que me puedo sentir muy privilegiada. Pero aparentemente, todas esas cualidades, a él, no lo llenan tanto como a mí. No sé qué hacer. ¿Qué me aconsejan? ¿Cómo tener fantasía cuando en ese aspecto nunca la he tenido, quizá, porque no la he necesitado? ¿Qué es tener fantasía en una relación sexual entre marido y mujer? "Y por último, ¿ustedes creen que se puede tener fantasía cuando una está próxima a entrar en la tercera edad? Me interesan muchos sus comentarios. Aconséjenme por favor. Me daría mucha tristeza que mi marido, a quien tanto quiero y tanto me gusta, termine por buscar fantasía con otras mujeres. Estaré atenta a sus próximos programas de radio para ver si me contestan mi carta. Les mando muchos saludos. Manténganse siempre muy unidos, estoy segura que su matrimonio sí está lleno de fantasía, pero también de amor y ternura. Atentamente: M.U". Nos gustó tanto la carta y nos pareció tan humana y sincera, que el martes la leímos al aire, esto lo hicimos porque la señora, esperaba nuestros comentarios a la siguiente semana de haber escrito la carta. Al otro día le llamé por teléfono pidiéndole autorización de transcribir la carta en este espacio y estuvo de acuerdo, siempre y cuando no pusiera su nombre. El consejo de Enrique fue el siguiente: No me gusta aconsejar, sobre todo en este caso, porque no soy experto en la materia, sin embargo puesto que nos está pidiendo una opinión a usted señora le diría que platicara más tiempo del asunto con su marido. Los hombres no tenemos tanta imaginación como las mujeres; de ahí que necesitemos de fantasíasy de estímulos físicos Debe de reconocer que su marido ha sido muy sincero, lo cual prueba que la quiere mucho. No todos los hombres casados invitan a su mujer a compartir sus fantasíasAproveche su invitación y ponga lo que pueda de su parte. La edad no es un obstáculo, no se preocupe por eso. A los hombres, habitualmente, nos entra el erotismo por los ojos No se olvide que una buena vida sexual contribuye a la salud tanto física como mental. Por último le diré que hay muchos libros escritos al respecto, algunos de ellos antiquísimos como el Kamasutra, El Jardín del Amor y otros más Y esto fue lo que yo le dije: Señora, en primer lugar la felicito por ser una mujer segura y equilibrada tanto respecto a su vida sentimental como sexual.. Es evidente que a usted las fantasías le hacen los mandados como bien nos lo expresó en su carta, para ser feliz sexualmente no necesita recurrir a ningún tipo de fantasías, no las necesita está bien Y por favor no se sienta culpable que así sea. Por lo tanto el del problema es él. ¿Por qué para entrar en calor, necesitaría de ese tipo de estímulos? ¿No será acoso que está entrando a la llamada edad de la andropausia, sino, física, mental? Sin embargo, mi querida señora, no estaría mal, descubrir las fantasías que le propone su marido ¿Qué tal que le encantan y termine usted proponiéndole hacer el amor, en el baño de visitas, o bien, en la cocina y por qué no, hasta en la oficina de su marido. Eso es por un lado, por el otro, habría que aprovechar la sugerencia y las fantasías de su esposo y rápido, rápido irse a comprar toda una nueva colección de lencería y ropa íntima, después, naturalmente, le pasa la nota. Espero que usted no sea como esas señoras, especialmente en estas temporadas frías, que se duermen con enormes camisones de franela, calcetines y bufandasy encima de todo, recurre al olorosísimo Vick Vaporub. Si así fuera, me temo que su marido tiene razón. Claro que, si insiste en hacer el amor en lugares tan excéntricos como un elevador, pues tal vez no le quede más remedio que abrigarse al máximo. Pero qué importan los negligés, las películas pornos y otros juguetitos del estilo para estimular el sexo; que importa todo eso, cuando entre los dos existen sentimientos, como usted dice: de amistad, de ternura, de confianza, y especialmente, de complicidad. De todas maneras, no estaría mal, que este 14 de febrero, sea usted el que sorprenda a su marido. ¿Por qué no comprar dos disfraces para hacer el amor? Por ejemplo, el de médico y usted de enfermera con todo y cofia; o bien, el de Revolucionario, y usted de Adelita. Y por último, él, con un uniforme como los que usan en el Cerezo La Palma y usted, iría vestida, de traje sastre muy elegante. Y así disfrazados, se imaginarán que están en la visita conyugal, observados por decenas de cámaras Asimismo, le puede sugerir, para ese día, encontrarse en un hotel de la Zona Rosa para pasar la noche, muy cerca del Ángel de la Independencia. Desafortunadamente la radioescucha nunca nos llamó esa noche. Nos hubiera gustado mucho haber hablado con ella y haberle comentado, lo que solía decir María Félix: No está mal que busque en otra parte para que aprecie lo que tiene en casa...