FIFA
Acaba de morir a los 92 años. Era la expresión pura de la rama materna y la figura picaresca de la familia, un contrapunto contundente a las sólidas, confiables, predecibles personalidades pequeñoburguesas del tronco paterno. El ingenio, la ligereza y la perpetua alegría de vivir de mi tío Poncho iluminaron mi vida (particularmente mi adolescencia). Descanse en paz. De él recuerdo muchas cosas, algunas de las cuales hasta se pueden contar a oídos castos. Recordaré aquí sólo una: a él fue al primero, quizá el único, al que le oí la expresión "gaznápiras aventureras" para referirse a... bueno, no sé bien a qué. Nuestra Madre Academia dice que gaznápiro es: "Palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa". De esa rama materna irrebatiblemente bohemia es aquella cuarteta pergeñada por algún vate famosón, publicada en Revista de Revistas hace unos 80 años, y que le acomodaba a la perfección a la índole burlesca de mi tío: "No me gusta, Bejarano / tu apellido singular, / pues empieza por 'vejar' / ¡lo más delicado, hermano".
Términos confusos
Después de aquella gaznápiras supe de las púberes canéforas (novela gay de 1983 que, confieso, no leí), nínfulas nabokovianas y demás términos un tanto confusos. Nuestra Madre Academia define "caneforias" como fiestas griegas en honra de Diana, y "canéfora" como "en algunas fiestas de la Antigüedad, doncella pagana que llevaba en la cabeza un canastillo con flores, ofrendas y cosas necesarias para los sacrificios". En cuanto al otro término, fue lectura obligada de mi generación la novela Lolita de Vladimir Nabokov, publicada en 1955 por una editorial erótica francesa, y clasificada originalmente como "pornográfica", y la genial película de Stanley Kubrick de 1962, con Sue Lyon, Peter Sellers, James Mason y Shelley Winters), con guión del mismo Nabokov (no confundir con el remake de 1997). ¿El tema? Justamente, la atracción malsana que ejercen las nínfulas o adolescentes desinhibidas, sobre ciertos adultos retorciditos de mediana edad. Hebefilia o efebofilia, pues (atracción perversa hacia los y las adolescentes; no confundir con la otra perversión aún más la lamentable de la paidofilia: atracción hacia los y las infantes). En fin, el denominador común de gaznápiras, canéforas y nínfulas parece ser un cierto eco morbosón, ¿no?
Jodorowsky
Sobre ese otro ícono de mi juventud sesentera (hoy tiene 82 años de edad; su espectáculo teatral "El juego que todos jugamos" duró añales en foros mexicanos), me dice el Ernie: "Estoy saliendo a París. Para motivarme, anoche vi la película de Woody Allen: Midnight in Paris, simpática. Lo curioso es que, aquí en Suiza, siendo frontera con Italia, Francia, Alemania, Austria y Lichtenstein, nomás agarra uno el pesero (Mazatlán-Urías) y ya estás en una de estas grandes urbes. Pienso reunirme mañana con Jodorowsky, pues todos los miércoles recibe gente en un bar por el rumbo de la Bastilla para leerles su famoso Tarot y ofrecerles a los que andan hechos nudos sus dotes de psicomagia. ¡Molto interesante! Cuando viví con los Dug-Dugs (México 68) éstos eran parte de un programa musical de TV que producían Alfonso Arau y Alejandro Jodorowsky. Una de las edecanes que mostraban los refrigeradores para efectos de publicidad del programa, era una linda chavita, tan bella que parecía la encarnación de una virgencita medieval: Verónica Castro. Cuando conocí a Jodorowsky, me dijo: 'Ve a vestuario y diles que te vistan de soldado francés para que salgas en el programa'. Seguí sus indicaciones. Convertido en franchute, me dijo: 'Siéntate en esa paca de alfalfa y ponte en onda cuando toquen los grupos musicales'. Y así lo hice. La última vez que saludé a Jodorowsky fue en Bellas Artes, cuando vino a presentar uno de sus libros. Nos reímos un rato sobre todas esas anécdotas de aquel tiempo. Hoy Jodorowsky hace unas cosas increíbles para curar trastornos emocionales a través de su psicomagia. Lo puedes ver en YouTube. Ahí mismo puedes encontrar una entrevista de Jodorowsky con el periodista español Fernando Sánchez Dragó, donde hace un par de curaciones. ¡Increíbles!"