"Mirar la realidad se usa como metáfora de ver la realidad: no es lo mismo, pero es igual"
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Ojo por ojo Los dichos populares sobre la mirada humana, son sumamente aleccionadores: "Ojos que no ven, corazón que no siente"; "La pornografía yace en el ojo de quien la ve"; "Ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio"; "Todo es según el color del cristal con que se mira"; "Ojo por ojo, diente por diente". Mirar la realidad se usa como metáfora de ver la realidad: no es lo mismo, pero es igual. Mirar se concentra en el acto físico de usar el sentido de la vista: "Mirar el atardecer en el golfo". Ver, sin embargo, apunta más allá: significa darse cuenta y darle sentido a lo que se mira, es el conjunto del acto físico y el acto síquico implícitos en el uso del órgano visual: "¿Qué no ves lo que está pasando?". Por otra parte "la mirada" se concibe como la totalidad de la percepción visual, como en "La mirada del poeta". Y "la visión" también se usa en la actualidad como una forma específica de mirar el futuro: por ejemplo, en "Visión 20-20". Pero lo que en todos los casos persiste es la ambivalencia con la que "se ve" al sentido de la vista o "se mira" el entorno. La incertidumbre de la realidad y del mundo exterior se le atribuye a una especie de ceguera individual; el viejo problema entre la subjetividad platónica y la objetividad aristotélica se anida en el ojo. De este modo, lo que el ojo ve puede ser tanto la prueba testimonial más absoluta, como una cuestionable opinión del dueño del ojo. Por eso el video: ahí la subjetividad del ojo individual se intenta sustituir con la multiplicidad de miradas al mismo objeto. El video hace honor a la máxima: "La verdad es una realidad compartida"; o sea, si todos lo miramos, entonces es cierto. El problema es cuando todos miramos una tierra plana y quieta, y sólo Galileo la ve redonda y moviéndose. La verdad era una percepción ideológica que aplanaba a la razón en nombre de los sentidos y las creencias, por ser percepciones compartidas con las creencias de mis semejantes; definitivamente, no era una verdad racional. El problema es, pues, que la verdad científica (que nos exige la capacidad de "ver" una abstracción que no se "mira") nos pide negar que miramos al sol con nuestros propios ojos salir del horizonte en la mañana y meterse en el ocaso en la tarde, y a cambio exige ver a la tierra como una esfera girando sobre su eje ¡y alrededor del sol!; que lo que miramos a diario es una ilusión óptica. ¿Pues así cómo no querían que el Santo Oficio sentenciara a morir quemados a Giordano Bruno y Galileo Galilei? Total, Bruno fue quemado por entercarse y Galilei se salvó retirando lo dicho (aunque luego murmurara, "Y sin embargo se mueve"). De este modo, el video lo mismo descubre la corrupción de un Bejarano, que demuestra que el "sospechosismo" sobre el "compló", de un López Obrador (y de millones de mexicanos del DF y la bella provincia mexicana), no era sólo una paranoia política, sino algo que se puede mostrar en otro video con la misma "inaudibilidad" y la misma "equalización" que los anteriores. (Ta-ráán). ¿Qué podemos aprender de esto? ¿Que "Cae más pronto un hablador que un cojo"? Pensándolo bien... ¿O que "Ojo por ojo y video por video"? jperezrobles@prodigy.net.mx
