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"Dirigentes migrantes insinceros"

"Moreno y Carmona no representan los predicamentos de la comunidad migrante."

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19/05/2008 00:00

    Martha Araujo

    Nada tendría de reprobable que una organización latina anunciara que el 16 de mayo asistirá a Sacramento, la capital de California, a participar en el Día del Cabildeo del Inmigrante, si no fuera porque los principales dirigentes de dicha organización, el Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica, suelen conducirse carentes de sinceridad y excedidos de ostentación.
    Antes de referirme a casos muy concretos para avalar la aseveración anterior, reproduzco el último párrafo del comunicado de prensa, fechado el viernes 16, en el que COFEM anuncia su involucramiento en el evento de Sacramento:
    "COFEM es una organización no lucrativa que sirve a la comunidad inmigrante desde 2004. La misión del COFEM busca un acercamiento centrado en la comunidad para promover una mejora en el nivel de vida de la misma, proponiendo y apoyando políticas públicas, desarrollando programas culturales y educacionales, llevando a cabo una movilización estratégica de los miembros, proveyendo herramientas para una mejor organización de la comunidad y buscar un desarrollo económico binacional de la comunidad."
    A los principales dos dirigentes de COFEM a que e refiero, su presidente Francisco Moreno y su director ejecutivo Arturo Carmona, en cuatro años lo que en realidad sí han hecho es mejorado su nivel de vida propio, alcanzado un desarrollo económico personal y, de paso, se han dedicado a desorganizar y dividir a la comunidad migrante.
    Tanto Moreno como Carmona están actualmente siendo seriamente cuestionados por un sector de COFEM que ya se hartó de la falta de transparencia con que éstos han manejado a la organización. Nadie sabe a ciencia cierta en qué se han gastado cientos de miles, quizá millones, de dólares que han recabado de fundaciones benefactoras.
    De hecho, el pasado 16 de abril un grupo de "disidentes" tomaron las instalaciones de COFEM, entre otras cosas, para forzar a Carmona y Moreno a rendir cuentas, y ambas partes se sometieron a un proceso de mediación. Sin embargo, tales negociaciones fueron suspendidas por éstos de menara unilateral, pero acusando a la parte contraria de haberlo hecho.
    Unos de los postulados del arbitraje había sido que las oficinas de COFEM permanecieran cerradas hasta que se condujeran auditorías sobre el manejo de sus recursos, pero Carmona se hizo de las llaves y reabrió incluso antes de que las conversaciones iniciaran.
    Moreno, el 17 de abril, dijo a un reportero de La Opinión, acerca de sus rivales, que "ellos tampoco son unos niñitos de convento. Esta gente no sabe leer ni escribir, no hablan inglés y ni trabajo tienen".
    Habría que responderle que los "niñitos no habitan en los conventos y que él, personalmente, no sabe escribir. Obran en mi poder varios correos que me ha enviado en los que ortografía y sintaxis brillan por su ausencia. De hecho, hay que hacer un esfuerzo para adivinar qué quiso decir.
    No sé si Paco Moreno hable inglés, pues jamás lo he escuchado expresarse en dicho idioma, pero habla con razón cuando acusa a sus detractores de no tener trabajo, pues él sí tiene: los contratos que su compañía de producción digital ha convenido con el propio COFEM, en un claro conflicto de interés, un término que parece no comprender.
    Moreno y Carmona no representan los predicamentos de la comunidad migrante. Aquél representa los suyos propios y los del Partido Acción Nacional, del que no sólo es miembro destacado, sino además dirigente.
    A Carmona, por su parte, habría que exhortarlo a que aprovechara sus estrechas ligas con políticos y cabilderos latinos de altos vuelos para promover, por ejemplo, la justicia medioambiental.

    *Alberto Avilés Senés es integrante del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, pero es a título estrictamente personal que hace esta reflexión.
    Alberto@AquiMero.com