CÉSAR LÓPEZ
Los naufragios pueden ser milagrosos, como este naufragio mexicano:
Tres pescadores mexicanos fueron rescatados cerca de las Islas Marshall, al noreste de Australia, luego que pasaron nueve meses perdidos en el océano Pacífico, informaron este martes fuentes oficiales.
Los náufragos mexicanos, que partieron de la ciudad costera mexicana de San Blas, Nayarit, responden al nombre de Salvador Ordóñez Vázquez, Jesús Eduardo Vidana López y Lucio Rendón Becerra, informó Monitor de MVS.
Los náufragos fueron rescatados el 9 de agosto por un barco pesquero de Taiwán, señaló Eugene Muller, director de la compañía propietaria del pesquero taiwanés, precisó la estación radiofónica.
Delgados y hambrientos, pero sanos lograron sobrevivir en su embarcación capturando peces voladores y bebiendo agua de lluvia, reprodujo Monitor. [El Universal, 2006-08-15]
Este naufragio nos hace pensar muchas cosas acerca del acontecer histórico de México en los últimos años y tiene más de una sola implicación.
Por ejemplo, la de que en México puede haber democracia o no haberla, y ni siquiera darnos cuenta por estar ocupados en el naufragio del país.
¿El naufragio en el Pacífico quiere decir entonces que estos tres mexicanos (Salvador, Jesús Eduardo y Lucio) no supieron nada de México desde noviembre del año pasado?
¿No se enteraron de lo que pasó durante la campaña electoral (como las intervenciones descaradas del presidente Fox de México y del ex Presidente Aznar de España a favor de Calderón); nada de lo que pasó el día de la elección presidencial (como el sospechosísimo manejo del programa del PREP por el IFE); y nada de los eventos delictivos postelectorales en México (como los spots en la tele del CCE donde gritaron con sobreactuada histeria que AMLO es un peligro para México?
¿Y aún así, esos pescadores valerosos están vivos?
¿O sea, los mexicanos que quedamos en tierra podríamos seguir con vida aunque no hubiera habido este misterioso empate electoral así como fue, aunque a Nuestras Instituciones no les hubieran metido estos dirigentes incapaces y aunque no ganara ninguno de los candidatos empatados?
¡Wow! ¿Quiere decir que los ciudadanos de este país podríamos sobrevivir a pesar de que no hubiera un C. C. Empresarial proselitista político electoral; ni una compañía digital (Hildebrando) contratada por el IFE a pesar de ser propiedad del cuñado incómodo de quién sabe cuál candidato; ni un director del IFE tan pequeño como éste; ni una iglesia sin estos cardenales; ni una televisión sin este oligopolio Televisa-TV Azteca?
¿Nueve meses sin agua ni alimentos, alimentándose de los peces voladores que cayeran en su barca, tomando del agua que cae del cielo, en la vastedad del océano Pacífico, ¡y todavía están vivos!?
Y nosotros acá apenas tras un mes de embarazoso naufragio de Nuestras Instituciones, ya estamos a punto de desaparecer a tu prójimo como a ti mismo sólo porque sentimos que nos ahogamos en un charquito de protesta civil en el Zócalo, que en el Washington Mall haría reír a los negros de Martin Luther King o a los paisanos de Un Día Sin Mexicanos.
De plano, si pudiéramos levantarnos y mirarnos al espejo, nos veríamos convertidos en estos mexicanos obesos ideológicos de tanto tragar solo la chatarra que nos ensartan de la tele: tan comodones como inútiles.
Pensándolo bien... Y así, no podríamos sobrevivir un naufragio ni siquiera en la alberca del Country Club; mucho menos una democracia de verdad.
www.paginasprodigy.com/jperezrobles/ ; PB060816.doc ;16:57;3005 Car.