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"Puerto viejo"

"Otra raya al tigre"

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16/05/2010 00:00

    JANNETH ALDECOA /JOSÉ ALFREDO BELTRÁN

    De acuerdo a la definición del Diccionario de la Real Academia Española, el nepotismo se puntualiza como la desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos.
    También se dice que esta palabra se deriva etimológicamente del vocablo italiano Neponte, que significa sobrino; de la vetusta costumbre papal de conferir favores especiales a sus hijos, parientes de sus concubinas, sobrinos y otros familiares cercanos.
    Obviamente, el nepotismo, salvo honrosas excepciones, le acarrea graves consecuencias a cualquier organización, ya que entre los involucrados surge la inclinación de sentir como propio el patrimonio ajeno que se les entrega para su custodia y administración y de ello, se desprenden los abusos en su manejo y aplicación y se pone en entredicho la transparencia y la fiscalización a la que debe estar sometida la cosa pública.
    Los estudiosos del nepotismo, dicen que éste es un acto natural y encuentran justificación a sus argumentos en diversas investigaciones que han encontrado que esta práctica infecta, por ejemplo, se da también entre las hormigas.
    Al respecto, la científica finlandesa Liselotte Sundstrom nos dice: "En lugar de anteponer los intereses de la colonia a los propios, cierta especie de hormigas favorece a los miembros de su propia familia en colonias que descienden de distintas hormigas reinas Esta conducta indica que las laboriosas hormigas no sólo son capaces de detectar la conexión con sus parientes sino que persiguen intereses genéticos egoístas".
    En el terreno religioso, se afirma que Abraham practicó el nepotismo al proteger y enriquecer a su sobrino Lot, desobedeciendo las instrucciones divinas de apartarlo de su lado.
    Arnold Heidenheimer, considerado toda una autoridad en la investigación de corrupción gubernamental y procesos políticos, en su obra Political corruption, plantea lo siguiente: "el nepotismo es un tipo de corrupción gubernamental peligroso.y puede utilizar las posiciones e influencias políticas para adelantar, ilegalmente, intereses políticos partidistas".
    En nuestro País, mucho es el daño que le ha causado el nepotismo a la vida nacional y a las arcas públicas. Ejemplos hay muchos, pero por ahora, recuerdo la declaración cínica del ex Presidente de la República José López Portillo, cuando expresó que su hijo José Ramón López Romano era el orgullo de su nepotismo y bajo esa convicción, toleró que su vástago, no reconociera a un hijo que concibió con una joven alemana, de nombre Berbel Rüggeberg, mismo que posteriormente se suicidó, agobiado por los conflictos mentales que le causaron el repudio de su familia paterna.
    Otra de las joyitas de la corrupción que caracterizó al mal recordado Presidente, fue la designación de su amante Rosa Luz Alegría, como Secretaria de Turismo. Los medios en ese entonces, decían que López Portillo había decidido darle rosa, luz y alegría a SECTUR.
    Del presente, también tenemos a la mano el caso de la "progresista" mujer de izquierda, Amalia García, la Gobernadora de Zacatecas, cuya hija y demás familiares, han sido favorecidos con los frutos constantes y sonantes de las inacabables nóminas oficiales y de los que se desprenden del privilegio de pertenecer a la aristocracia política.
    Traigo a colación este asunto, motivado por las acciones del concuño del Alcalde Jorge Abel López Sánchez, quien fue descubierto por este diario, utilizando recursos públicos en beneficio propio; acto que obliga a una sanción inmediata y ante el cual, el Alcalde no se puede cruzar de brazos y mal haría si saliera con el argumento de que la denuncia, primero ciudadana y luego periodística, obedece a motivos mediáticos.
    Es oportuno comentar que el nepotismo, una forma indudable de corrupción, no es asunto nuevo dentro de la administración municipal y si hoy nos asusta la larga lista de familiares, de todos los grados, de López Sánchez que se encuentran incrustados en las nóminas municipales, su antecesor inmediato, el otra vez candidato a la Silla Municipal, Alejandro Higuera Osuna, no se le quedó a la zaga, ya que su nepotismo alcanzó niveles de escándalo.
    Para desgracia nuestra y para menoscabo de los dineros públicos, no hay ley que castigue de manera ejemplar este tipo de corrupción y es obvio que así suceda, ya que los llamados representantes populares, desde diputados, federales y locales, hasta regidores, actúan en beneficio de sus partidos, pensando siempre en el propio y en el de sus familiares.
    ¿Qué hacer entonces? Sacudirnos la modorra ciudadana en la que vivimos y exigir respeto a la integridad del patrimonio que le confiamos a los gobernantes.
    Ligado al tema comentado, cierro trayendo el pensamiento de Ellen White: "El mundo necesita hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres que no se vendan ni se compren; hombres que se mantengan de parte de la justicia, aunque se desplomen los cielos".
    Por hoy es todo. Gracias por haber acudido una vez más a esta cita semanal; síganla pasando bien y nos vemos en la próxima, digo, si es que así lo deciden. osunahi@hotmail.com