Quienes han viajado de algún punto de Sinaloa hacia el norte del país, seguramente han sufrido en carne propia lo que significa esperar varias horas para poder pasar el punto de revisión carretero conocido como "El Desengaño", ubicado en los límites con Sonora, y el retén fitosanitario de Estación Don, ya en tierra sonorense.
Pero no es sólo el tiempo que se pierde en la espera de que se de el paso, sino la forma en que se realizan las revisiones, tanto por parte de los elementos del Ejército en el Precos de "El Desengaño", como de los elementos de Sanidad Vegetal en la caseta fitosanitaria de Estación Don, pues mucha de la mercancía que se transporta, principalmente productos agrícolas, resulta maltratada.
En el Congreso del Estado fue planteado ayer el problema que representan para la transportación de productos hortofrutícolas la tardanza y la falta de capacitación del personal a cargo de los puntos de revisión carreteros.
El Diputado Rolando Zubía dijo desde la tribuna legislativa que los agricultores y ganadores reconocen la importancia estratégica de los Precos que opera el Ejército para la detección de drogas, pero que lamentablemente en la revisión no se cuenta con equipo especializado ni instalaciones adecuadas para evitar daños a los productores.
"En el caso de los productos perecederos como las hortalizas", argumentó, "se deterioran, en demérito de su calidad y presentación para su venta a precios adecuados".
Aunque no se refirió a los problemas que enfrentan también los transportistas en el retén fitosanitario de Estación Don, en Sonora, es obvio que no pueden ser ignorados, en virtud de que son también parte del vía crucis que viven cotidianamente los productores, ya que sus embarques llegan a sus lugares de destino no solo tarde, sino deteriorados por la falta de preparación de quienes realizan las revisiones.
Aunque los retenes militares son contrarios a lo que establece la Constitución, que en su artículo 129 señala expresamente que en tiempo de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar, es obvio que en aras de una convivencia pacífica la sociedad los ha aceptado, como una alternativa para frenar el tránsito de armas y drogas.
Lamentablemente se está incurriendo en graves incongruencias, incluso en extralimitaciones, a las que urge ponerles remedio, según manifestó el diputado Zubía en su planteamiento de que el Congreso del Estado solicite al Presidente de la República que el personal militar ubicado sobre la Carretera Internacional 15 cuente con las instalaciones y el equipo especializado necesarios para esta tarea.
No debe perderse de vista que los embarques de productos perecederos no sólo tienen que llegar a tiempo a sus lugares de destino, sino que tienen que cumplir con las normas de calidad e inocuidad que impone el mercado de la Unión Americana.