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"Falsocracia"

"¿Qué es el cuerpo?"

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30/12/2011 00:00

    Este lugar en el que ocurre casi todo, capaz de comprender al mundo, incluso más allá de la comprensión misma: sí, el cuerpo sabe más del mundo que nosotros, lo preserva bajo la piel sin que seamos conscientes de su metamorfosis, de lo que ocurre entre los huesos, de la riada de transformaciones químicas que nace en cada célula, hasta conformar su minúscula metrópoli.
    El cuerpo es el resultado de millones de años de evolución desenfrenada. Capaz de resistir semanas sin alimento, unos cuatro kilos de bacterias metabolizando y produciendo gases en la piel y en los intestinos, variaciones de hasta 70 grados en la temperatura, o las decenas de toxinas que comemos y respiramos a diario. Puede adaptarse a todos los ecosistemas de la Tierra, puede comerlo virtualmente todo y despertar un abanico de emociones que dan vida o destruyen. Puede lograr lo mismo con su indiferencia.
    El cuerpo, a la vez, es tan frágil. Incapaz de realizar minucias como respirar bajo el agua, controlar a voluntad su corazón, resistirse a una adicción, permanecer dos siglos, encogerse a voluntad, volar, cambiar de color, ignorar el dolor, o entender qué hace en el mundo.
    Sabe ser sagrado, y al mismo tiempo se parece tanto a la vida que muere con una regularidad pasmosa (ahora mismo aplasto mosquitos con mis manos). Basta una presión moderada en el cuello, un número definido de decilitros de sangre, un aminoácido faltante en el crecimiento de un cáncer, la puntualidad de una bala, del frío, la cuenta exacta de triglicéridos, omitir el cinturón de seguridad una sola vez, y morimos como todas y cada una de las especies de esta Tierra.
    Estudiar el cuerpo es estudiar el mundo. Ciencias precartesianas a lo largo de la historia han reconocido esta verdad, delicia de charlatanes: en el dolor de un pie cabe el diagnóstico de todo el cuerpo, en el color y textura de los ojos, de la lengua, en las líneas de la frente, en la sensibilidad del aura, puede entenderse la emoción y salud de cada persona. En la inteligencia de una mano cabe la salud, y la potencia de todas las sensaciones, del orgasmo al llanto, al dolor, a su alivio.
    Entender los mecanismos internos del cuerpo, su motricidad, su relación ineluctable con los alimentos, requiere la ocupación de los mejores cerebros del mundo, para apenas atisbar el índice en el instructivo de su funcionamiento. La pregunta del cuerpo podría abarcar a todas las ciencias del mundo, a todas las filosofías, sin que desaparezcan las dudas. Oda y homenaje a él.
    Más de la mitad de los 100 masajes terapéuticos gratis para enero que ofrecí la semana pasada siguen sin ocupante. Escríbeme.

    jevalades@gmail.com