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"Ámbito"

"¿Qué hacemos?"

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13/07/2013 00:00

    Profesor Arturo Cundapí Ramos

    Inserto en la campaña de promoción del voto que llenó espacios televisivos durante varios meses, hubo un mensaje en el que se hizo alusión a los derechos políticos de la mujer y se destacó el valor de una supuesta luchadora en torno a esa conquista. En este caso se dijo el milagro, pero no se identificó al santo, obviamente porque no era la intención promocional.
    La reforma constitucional que hizo posible el otorgamiento de los derechos políticos a la mujer mexicana puede considerarse como una de las más trascendentales conquistas democráticas del Siglo 20, por tanto es justo recordar que el promotor en jefe fue el entonces Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines.
    Una de las primeras medidas de su gobierno, iniciado en diciembre de 1952, fue enviar al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma al Artículo 34 Constitucional que propuso otorgar a la mujer mexicana el derecho a votar y ser votada, el cual ya se hizo presente en las elecciones de 1955.
    Sin embargo, no todas las reformas que promovió Ruiz Cortines fueron tan afortunadas, y basta mencionar que las modificaciones al Artículo 28 Constitucional, enfocadas a sancionar con severidad el ejercicio monopólico de productos de primera necesidad, unidas a la creación de CEIMSA, provocaron el rechazo empresarial que en 1954 degeneró en graves problemas de las finanzas nacionales, pues los capitalistas dejaron de invertir en México y la fuga de recursos repercutió en un creciente desempleo, hasta que el 17 de abril de aquel año, el gobierno de Ruiz Cortines se vio orillado a devaluar el peso como una medida extrema.
    En lo general, el gobierno de don Adolfo se caracterizó por la austeridad, y se afirma que, siendo Presidente, siguió usando el mismo automóvil de su propiedad, además de que no se le conoció demostración alguna de despilfarro, y murió en un ámbito modesto.
    Siendo Gobernador de Veracruz, gestión que inició en 1944, dejó ese puesto en 1946 cuando se incorporó al Gabinete del Presidente Miguel Alemán Valdez como Secretario de Gobernación. El 14 de octubre de 1951 renunció también a ese cargo para emprender su campaña como candidato del PRI a la Presidencia de la República, en oposición a Miguel Henríquez Guzmán.
    Nacido en el puerto de Veracruz en 1890, fecha que en algunas versiones se ubica en 1889, Adolfo Ruiz Cortines llegó a la Presidencia de la República a la edad de 62 años, la cual le parecía excesiva a un sector del pueblo que endilgó al Mandatario el mote de la "momia azteca", además de que sus facciones adoptaban un gesto un tanto hierático, y no faltaba quien le encontrara parecido con el actor Boris Karloff.
    Sin embargo, la única vez que lo vi en persona fue en Mazatlán, cuando realizó una visita emergente durante los días que siguieron al ciclón del 21 de octubre de 1957. En una breve entrevista con los reporteros, al final del recorrido por la zona más dañada, tuvo rasgos amables e, inclusive, hizo gala de un fino, pero agudo humorismo.
    Como ha sucedido con los demás presidentes, pues difícil está que alguien escape al ingenio popular, Ruiz Cortines fue protagonista involuntario de chistes que en su mayoría giraban en torno a su edad. Se comenta que ha habido mandatarios con el suficiente sentido del humor para festinar los chistes sobre su persona; tal parece que no fue el caso de don Adolfo.
    Sin embargo, hubo un chiste que, según se dice, le gustaba disfrutar en todos sus términos: eran todavía tiempos de post guerra y, de acuerdo con el tenor humorístico, el encargado de las finanzas nacionales le hizo un insólito planteamiento en el sentido de que Alemania y Japón habían perdido la guerra contra Estados Unidos, y ambos países perdedores estaban progresando vertiginosamente en sus economías. La propuesta era que con algún pretexto se le declarara la guerra al coloso vecino. De acuerdo con esa versión hipotética humorística, después de reflexionar un poco, el Presidente Ruiz Cortines objetaba: ¿Y si les ganamos, qué hacemos?