FIFA
Este cuentecito, quizá el más característica del sufismo, sugiere la verdad profunda de la identidad entre todas las cosas. Es del gran poeta persa Rumi (no Rami, que es mi cuate) y dice: El amante llama a la puerta de la Amada. "¿Quién eres?", le pregunta ella. "Soy yo". Y la puerta no se abre. La Amada repite la pregunta y el Amante sigue contestando "Soy yo". La puerta no se abrirá hasta que el amante responda: "Soy Tú".
Mesoamérica
Sobre esa misma realidad, ferozmente atacada por el idiota individualismo al uso que le ha querido imponer al mundo la cultura anglo, recordemos que los mayas expresaban el mismo concepto de unidad esencial en un saludo diario: IN LAK´ECH, que significa Yo soy otro tú. Al que el otro contestaba HALA KEN, que significa Tú eres otro yo. Los rarámuris, vulgo tarahumaras, dicen algo muy semejante en su saludo habitual: Kuira-ba o simplemente Kuira.
Namasté
Quiere decir Me inclino ante ti, en hindi. Es una expresión de saludo que se usa como el hola y el adiós del idioma español. Acompañada por una inclinación ligera de la cabeza, se hace con las palmas abiertas y unidas entre sí, ante el pecho. La palabra proviene del sánscrito námas reverencia, adoración, y te (dativo del pronombre personal tuám: tú, usted): a ti, a usted. Namas a su vez se puede dividir en na: no, y ma: mío. Significaría algo así como no ego.
A veces se malinterpreta como un saludo exclusivamente entre yoguis. Se utiliza sobre todo en el contexto de las culturas budistas, particularmente para acercarse a un superior. Este gesto, como cualquier otro similar, se considera un mudra, gesto o posición simbólica de las manos: la palma derecha representa la planta de los pies de Dios y la palma izquierda representa la cabeza del devoto.
En otros contextos religiosos, la persona que hace el gesto de unir las dos manos elimina sus diferencias con la persona a la que reverencia, y se conecta con ella. La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual, mientras que la izquierda representa el ego mundano.
La inclinación de la cabeza es una inclinación simbólica de respeto. En los contextos japoneses este gesto de las manos, con una reverencia más inclinada, se denomina gassho. Según Dōgen Zenji: "Con tal de que haya verdadera reverencia, el sendero del Buda no decaerá". O sea, a menos que podamos reconocer totalmente la bondad de otros, y podamos focalizar absolutamente nuestro homenaje a ello, sin ningún pensamiento de egoísmo o segunda intención, y entonces reverenciar completamente de corazón, no nos acercaremos al estado de iluminación de la mente y el cuerpo, que es el enfoque de la práctica budista.
En la novela The Journey of the Fool (El Viaje de los Tontos), de Fady Bahig, el gurú ficticio Sri Bakashānanda explica el sentido de namasté: Significa ´yo saludo a la luz de Dios que está en ti. Significa que la luz de Dios en mí saluda a la luz de Dios en ti. Pero tú sabes que no hay ninguna diferencia entre la luz de Dios que está en mí y a la luz de Dios que está en ti. Y ya que los saludos sólo se realizan entre dos entidades separadas, para nosotros sería mejor no hablar en absoluto de saludos, sino decir que la luz de Dios en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazones´.
Es decir, lo divino en mí saluda a lo divino en ti. Yo honro ese lugar en ti en donde habita el universo entero y que es un lugar de amor, de verdad, de luz. Y sé que cuando tú estás en ese lugar dentro de ti, y yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno solo.
Trago gordo
¿O sea que yo soy Bushit y Cheney y Rove y González Noroña y el Góber Precioso? ¡Guácala y reguácala!
Aplausos y chiflidos: gfarberb@yahoo.com.mx
Consultas: http://www.buhedera.mexico.com