"Quien se dice ´hijo pródigo de Tabasco´ es un hombre que no tiene credibilidad y para nada es un político confiable."
Gestionan
Queridos Priistas: Me urge hablar con ustedes, me urge verlos y me urge decirles un secreto. Pensándolo bien, en realidad no se trata de un secreto, sino de un consejo. Sí, necesito darles un consejo. Nos tenemos que encontrar en alguna parte, tal vez en algún cafesito de la colonia Roma o de la Condesa. Ya sé que están súper ocupados y que en unos días vienen las vacaciones de Navidad. Por esta razón les estoy solicitando una cita; una cita urgente. De lo contrario seguirán pasando los días y entre más pasen, se corren más riesgos. Créanme que antes de escribirles estas líneas lo estuve pensando mucho tiempo. ¿Qué puede importarles lo que yo piense? me he preguntado en varias ocasiones. Sin embargo, no es nada más mi opinión. Todo el mundo me lo ha dicho. Reunión a la que voy, reunión en la que se comenta lo mismo. Ay, pero ¿tú crees que no saben? le pregunté a penas ayer a mi amiga Sofía. Curiosamente, es con la única que hablo de ustedes. La única que conozco que los extraña. Por esta razón siempre estamos discutiendo, según ella deberían de regresar a gobernar, con lo cual, con todo respeto, difiero absolutamente. Claro que lo saben. De hecho, un grupo de priistas distinguidos se están organizando, ya hasta publicaron un documento en ese sentido, me dijo. Aún no he leído el texto. Sofía quedó en mandármelo por correo, pero como es tan impuntual, todavía lo sigo esperando. Sinceramente me interesa, ya que es el único punto en lo que puedo estar de acuerdo con algunos de ustedes y con este grupo que por fin se está movilizando. Lo que temo es que no vallan a lograr su objetivo y eso que hay millones de mexicanos que están de acuerdo con estos priistas. Por eso el otro día se me ocurrió una idea que tiene que ver por lo que están peleando muchos de ustedes y con la participación ciudadana. Como bien saben, sin ella no se logra gran cosa. Sobre todo en lo que se refiere a los asuntos del país y éste es, sin duda, un asunto de suma importancia que a todos nos concierne. ¿Cuándo nos vemos y en dónde? Díganme el día y la hora, que yo sabré adaptarme. Ojalá que no sea por el sur, ya ven ustedes como está el tráfico con lo del segundo piso. Me conviene mejor ya sea por el Centro Histórico, o por mis rumbos. Podría ser, por ejemplo, en el Sanborns de Cuauhtémoc, o el que está en El Palacio de Hierro de Durango. Para que no se me reconozca, me pondré una peluca pelirroja, boina negra y lentes oscuros. Prefiero que en su representación no venga ninguno de los seis priistas que firmaron la carta, ya que de lo contrario, correrían el riesgo de que los reconozcan. ¿Quién no conoce a Miguel Alemán, ex Mandatario de Veracruz? Y, ¿quién no reconocería los ojos verdes de Enrique Jakson o la sonrisa cálida de Manuel Ángel Núñez? Lo mejor es que venga alguien que no sea muy conocido en el DF. Tal vez el mejor sería alguien como Eduardo Bours cuya fisonomía, pienso yo, no es muy identificable para los capitalinos. Yo por lo menos no sé cómo es. El caso es que urge que este encuentro sea lo más pronto posible. Urge hablar de otro inombrable que pretende, a toda costa, ser el candidato de su partido. Ya saben a quién me refiero, ¿verdad? A ese que se dice "hijo pródigo de Tabasco", Estado en el que no lo pueden ver ni en pintura. ¿Saben ustedes lo que dicen muchos tabasqueños de él? Para aquellos que ya se les olvidó lo que escribí a raíz de un viaje que hice a Villa Hermosa, permítanme recordárselos. Dicen que el inombrable número 2 nunca ha sido solidario con su Estado, con el que siempre ha sido solidario es con el poder. El poder que siempre lo ha obsesionado. El poder que lo ciega y por el cual ha dividido a su partido. Que durante la inundación de 1999 no se mojó ni siquiera la suela de los zapatos. Que cuando fue Gobernador de su Estado no apoyó la cultura. Que nunca ha leído ni a Pellicer ni a Gorostiza ni a Becerra. Que de plano no lee. Que no aprendió nada como alumno de Germán Dehesa, como lo escribiera ayer nuestro columnista. Que jamás de los jamases ha hecho elecciones limpias en Tabasco. Que nada más admira a mexicanos como al Inombrable I, a Carlos Hank, Carlos Cabal Peniche y Carlos Madrazo. Que no cree en la democracia, porque impuso a chaleco a Manuel Andrade. Que no puede quitarse el calificativo de "Calígula". Que como no supo conciliar, terminó por desterrar a las siguientes personas: Arturo Núñez Jiménez, Humberto Hernández Haddad, Raúl Ojeda Zubieta, Nicolás Haddad López, Víctor Manuel Barceló, Pedro Jiménez León y Gustavo Rosario Torres, estos últimos sus operadores políticos en el movimiento de 1995. Que sin duda no es un hombre transparente, que no tiene credibilidad y que para nada es un político confiable. A los mexicanos no se nos ha olvidado los 228 millones de dólares que utilizó para su campaña para la candidatura de su Estado, ni los 5 millones de dólares que le regaló su "paisano" Cabal Peniche. Está tan desprestigiado el inombrable número 2, que no hay persona que no me haya comentado que con él su partido no tendría la menor posibilidad de ganar. Con él perderían, representa lo peor del viejo PRI dicen. Y no es que quiera que ganen, pero sí me gustaría que su partido tuviera otro candidato que los representara mejor y que mostrara la otra cara del PRI, una mucho más cercana a los mexicanos. Por eso me urge verlos, me urge darles un súper consejo. No se los puedo escribir por medio de estas líneas, porque de seguro se abortaría la estrategia. (Además, se enteraría El inombrable número I y el plan podría ser utilizado contra del grupo de los seis priistas). Créanme que no es nada mala la idea y que puede servirles mucho. Sinceramente, no sé por qué los quiero ayudar. No debería hacerlo, sin embargo, creo que ya no me queda la salud mental suficiente para soportar una posible campaña presidencial de El Inombrable número 2. ¿Dónde nos vemos? ¿A qué horas? Nada más díganme la fecha y el lugar y allí estaré. Hasta pronto. Su crítica más acérrima y ahora, su posible asesora política, Guadalupe.