"Recuerdo a Buda diciendo que lo único permanente es el cambio"
Jesús González Schmal*
Sabía que 2008 sería de cambios, me satisface lo precavida que fui desde niña, prioricé mis metas y me lo agradezco, sólo que me enfoqué a la parte académica y profesional y no a la integral... fue entonces que decidí dejar lo seguro por conocer a la persona y no a la profesionista; pocos lo entendieron, sólo vieron la parte externa de la cebolla, pero amigos, la foto en el periódico y el vidrio de reconocimiento no siempre da de comer o satisface; no recuerdo a alguien que me haya preguntado el para qué de mis decisiones; ojo, digo el para qué y no el por qué, en este caso, el por qué es porquería.
Y ahora me veo en una situación en donde me obligo a darme un espacio y un tiempo para pensar y sentir hacia dónde quiero ir y con qué medio. Leo a Paulo Coelho y fluyo en relación a lo que pasa por esta etapa de mi vida.
Recuerdo el libro del alquimista donde menciona que cuando vemos siempre a las mismas personas, ellas pasan a formar parte de nuestra vida. Si no actuamos según lo que esperan, se enojan. Porque todos tienen una idea exacta de cómo debemos vivir nuestra vida.
¡Uhhh! Qué esperanzas que antes expresara mis sentires y mis debilidades, pero dicen que el amor más fuerte es el que puede mostrar su fragilidad, ¿no es cierto?
Mira, lo que te quiero compartir es cómo estoy, parte de mí me da la oportunidad de disfrutar con intuición la vida y sus desafíos, mientras que mi razón teme a la derrota y a la crítica; aunque sé que nunca le daré gusto a todo mundo y como dicen, los comentarios no matan sino forman parte de la vida de cualquier persona con éxito, aun con eso implica desafíos. Y sí, me considero una persona de éxito, refiriéndome a tener un resultado feliz y no lo que esperan otros de mí.
Recuerdo a Buda diciendo que lo único permanente es el cambio. He dejado de temerle al cambio, aunque la incertidumbre, frustración y desesperación me invadan una y otra vez, mejor me pregunto, ¿qué es lo peor que me puede pasar? Y con la tripa encogida y con la voz entrecortada o con la cola entre las patas, pero aquí sigo...
Sé que el peor de todos los pasos es el primero. Dicen que cuando estamos listos para una decisión importante, sucede una resistencia que evita romper nuestra zona de confort. Bien que mal es algo que conocemos y ya nos acostumbramos a ello, es una vieja ley de la física: romper la inercia es difícil y es cuando se manifiesta el miedo, algunas veces con agresión y otras con sumisión, sólo hay que evitar que el temor nos paralice, hay que hacerse amigo del miedo para que nos ayude con las debidas precauciones.
Eso sí, me queda claro que nadie puede cambiar a nadie si no quiere, entre psicoterapeutas cuestionamos cómo cambiar un foco y la conclusión es girándolo siempre y cuando el foco quiera cambiar (broma).
Paulo C. escribe: "El mundo tiene un alma, y llega al instante en el cual esa alma está en todo y en todos al mismo tiempo. El mundo vive un momento en el que mucha gente está recibiendo la misma orden: sigue tus sueños, transforma tu vida en un camino que conduzca a Dios, realiza tus milagros, cura, profetiza, escucha a tu ángel de la guarda, cambia, sé un guerrero y sé feliz en el combate. Corre tus riesgos, Habrá sacrificios, porque es tiempo de transformación, de renacimiento, pero vencerás cuando llegue tu hora".
Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas menos uno: aquel que nos destruye.
En lugar de maldecir donde "caíste", recuerda que tú mismo lo provocaste porque algo tienes que aprender de ello, deberíamos de buscar lo que provocó la caída, concentrarnos en la energía extra y así conseguiremos dar el primer paso. Me he confirmado que el camino mismo poco a poco y a su tiempo, ayuda, siempre y cuando estemos dispuestos.
Llego a la conclusión de que estamos donde debemos de estar para aprender de lo que nos quejamos o por lo menos a saber torear esas situaciones hasta que tú decidas cambiar.
Feliz cumpleaños papá, con amor, Nancy.
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