"Sabemos que la masturbación es la autoestimulación de los órganos genitales por la manipulación de éstos pudiendo o no llegar al orgasmo"
Esteban Zamora*/NTX
En días pasados se publico una nota en el periódico titulada "Equiparan la masturbación con las drogas" y me pareció conveniente realizar la siguiente reflexión.
Habla de que la masturbación se convertirá en vicio obsesivo, que esclaviza a la persona, sentencia que es un mal, dice que ciertamente no es el pecado más grave que pueda cometerse, entre otros comentarios, según el sitio catholic.net. Lo cual verifiqué y ciertamente habla de lo anteriores y algunas cosas más.
Desde que recuerdo ha sido motivo de discusiones y sobre todo de prohibiciones. El principal motivo y el peor de los males es la ignorancia, y en muchas ocasiones de ésta deriva la superstición, el miedo, la vergüenza y la culpa.
Tristemente, de manera histórica, México ha sido un pueblo ignorante en la mayoría de sus habitantes, lo cual es benéfico para ciertos grupos, ya que les ayuda a manipular y a mantener el control sobre las personas.
Poco a poco se ha demostrado científicamente que la masturbación es un acto completamente natural y sano que ha sido practicado a través del tiempo por niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, personas que viven con alguna discapacidad y los ancianos.
Sabemos que la masturbación es la autoestimulación de los órganos genitales por la manipulación de éstos pudiendo o no llegar al orgasmo.
También sabemos que existen padecimientos sicológicos que llevan a la persona a practicar la masturbación de una manera compulsiva y no al revés.
Históricamente, la masturbación ha tenido gran importancia simbólica, como en el antiguo Egipto, Aton-Ra creó el universo por este proceso, con su pene divino lanzó grandes ríos que acunaron las primeras civilizaciones, el Nilo, el Éufrates y Ganges.
También en ritos paganos se ofrecía el semen a los dioses. Por mencionar algunos ejemplos.
Esto no duraría para siembre, ya que la franqueza con la que se reconocía y aceptaba la masturbación sería modificada drásticamente hasta el día de hoy por la influencia judeo-cristiana, donde el rechazo a engendrar era considerado como un pecado contra la vida y el equivalente a un asesinato.
Tenemos que entender las condiciones socioculturales en las que vivían. Recordemos ese mundo judío en el que vivía Jesús. Imaginemos todos los misterios y temores que encerraba la sexualidad para la gente del Antiguo Testamento, ya que en esa época no tenían una explicación y lo asociaban con formas temibles o demoniacas.
No había ningún tratado de sexualidad y la Biblia tampoco lo es, simplemente encontramos una historia de cómo vivían los hombres y mujeres la necesidad de amar y de ser amados.
Es lógico entender el interés en reproducirse en una época en la que las mujeres embarazadas morían de parto y vivían una elevada mortalidad infantil. Así como la población en general padecía de enfermedades incurables por la falta de medicamentos y de tecnología con la que hoy contamos.
Las mujeres se casaban jóvenes y se embarazaban rápido, amamantaban 1 año y se embarazaban de nuevo, siendo pocas las menstruaciones durante la vida y éstas se relacionaban con la no fertilidad.
La mujer que sangraba durante la menstruación era impura y se volvía impuro cualquiera que la tocara.
En contextos más cercanos, la mujer que acaba de dar a luz a un hijo quedaba impura durante 7 días y 14 si era niña, se le confinaba a su casa quedando excluida del santuario durante 33 días en el primer caso y 70 en el segundo. La maternidad le ha asegurado a la mujer el reconocimiento social desde entonces.
Así mismo, cualquier escurrimiento seminal del hombre, masturbación o coito interrumpido, lo hacia igualmente impuro, haya sido voluntario o involuntario.
Recordemos la Ley del Levirato, donde se estipulaba que si dos hermanos vivían juntos y uno de ellos moría sin hijo varón, su viuda no podía volver a casarse fuera de la familia.
Asegurando la perpetuación de la línea masculina, perpetuando el nombre en el pueblo de Israel y evitando la enajenación de las tierras.
Recordemos el caso de Onán el hijo de Judá quien tenía relaciones sexuales con la viuda de su hermano para tener que cumplir con la Ley del Levirato. Sin embargo, él se retiraba antes de eyacular dentro de ella sin lograr embarazo alguno.
Durante siglos se ha confundido el onanismo o pecado de Onán con la masturbación cuando realmente estamos hablando realmente del coito interrumpido.
Como hemos visto la menstruación y la masturbación han estado directamente relacionadas con la fertilidad. Hoy existen muchas investigaciones serias que nos han explicado muchos de los eventos naturales del humano que fueron considerados como misterioros, por obra del diablo o cualquier cantidad de entes maléficos.
Actualmente, no tenemos la necesidad imperiosa de reproducirnos, ya que no estamos en peligro inminente de extinción, por lo que hoy sabemos que la masturbación y la menstruación son procesos completamente naturales del desarrollo sexual humano. Con lo cual podemos concluir que los motivos de la masturbación hoy no son iguales.
* Médico Sexólogo