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"Actitudes"

"Scherer y 'El Mayo' Zambada"

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08/04/2010 00:00

    SinEmabrgo.mx

    Un gran impacto y controversia provocó en México la entrevista del periodista Julio Scherer con Ismael "El Mayo" Zambada, en donde el capo sinaloense sale a la luz pública en un aparente intento de ganar simpatías y presencia pública.
    La entrevista que publicó esta semana la revista Proceso tiene varias lecturas para comentar y de entrada vale reconocer el esfuerzo de un periodista de más de 80 años por lanzarse a esta aventura y encarar al temido mandamás del narcotráfico en México.
    Han surgido críticas contra Scherer por acceder a este encuentro con un sujeto que a todas luces es un criminal y quien además de dirigir una vasta red de narcotráfico es responsable de la muerte de cientos de vidas, incluyendo las de varios periodistas.
    En ello no estamos de acuerdo porque censurar a un comunicador por entrevistar a un delincuente sería tanto como denostar al médico que cura a un asesino o al sacerdote que confiesa a un opositor de la iglesia.
    Además no son novedad las entrevistas con criminales o personajes polémicos como ocurrió con Mario Aburto, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio, por cuenta de Jesús Blancornelas de Zeta en 1994, o con Benjamín Arellano Félix, entrevistado por el reportero Jorge Morales del periódico Frontera en el año 2002.
    Ambos trabajos merecieron premios de periodismo por su calidad y oportunidad. Bien dice un lector cibernético que los medios norteamericanos darían lo que fuera por entrevistar a Osama Bin Laden a pesar de ser considerado el enemigo número uno de los Estados Unidos.
    La segunda lectura obedece al motivo de esta súbita aparición pública de "El Mayo". A decir del escrito fue el propio capo quien entabló comunicación con el periodista y quien preparó con antelación este encuentro por un evidente interés personal.
    No creemos que a Zambada le preocupe mucho discutir los temas del momento sino ganarse la portada de Proceso y las miradas de admiración o complacencia de una buena parte de los lectores mexicanos.
    Dicen que la forma es fondo y en este sentido el encuentro retrata el poder de este narcotraficante al llevar hasta su propia guardia a un periodista de la trayectoria de Scherer. Además se dio el lujo de criticar en su propia cara a los medios mexicanos y a su revista: "Todos mienten, hasta Proceso", sentenció ante el aparente silencio del comunicador.
    Obvia decir que el capo impuso las condiciones de la charla y contestó lo que le dio la gana. Scherer se vio acotado en sus preguntas y de no existir una segunda parte o algún libro futuro, queda la impresión de que al mejor cazador se le fue la presa.
    La tercera y última lectura se refiere al mensaje que de manera casi directa envía "El Mayo" al Gobierno de Felipe Calderón.
    En varios momentos, Zambada expresa temor a su captura. "Tengo pánico de que me encierren", enfatiza y luego se sincera con una expresión singular: "cargo miedo".
    No obstante se envalentona en otras ocasiones cuando acusa al Ejército porque "siembra y esparce el temor" y al expresar que "el narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción".
    A Felipe Calderón le muestra consideración al aceptar que es su responsabilidad perseguir al narco y cuando rechaza que planeó un atentado en su contra, pero barre con su equipo al mencionar que "al presidente lo engañan sus colaboradores con avances que no se dan en esta guerra perdida".
    Lo de "guerra perdida" sonó al estribillo ya popular y sólo le faltó pugnar por legalizar las drogas en México para completar la campaña que extrañamente apoyan muchos comunicadores.
    En resumen: Ismael Zambada sale de la oscuridad para demostrar su poder al estilo del capo colombiano Pablo Escobar y enviar un mensaje cifrado al alto mando: o llegamos a un acuerdo o la guerra no tendrá fin.
    Pronto veremos la respuesta presidencial y entre tanto esperamos que no sea éste el inicio de una pasarela de periodistas que buscarán en "El Mayo" su momento de gloria como ocurrió en los tiempos del subcomandante Marcos.
    Envía tus comentarios a josahealy@hotmail.com