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"La crítica en el trabajo no debería ser nociva"

"Se dice que los ojos son la ventana del alma, y de cierta forma hay mucha razón en ello"

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16/04/2012 00:00

    Wendy Corona

    Seguido recibo en mi correo electrónico reenvíos de mensajes con buenos deseos, frases positivas, historias motivacionales, o fotografías de paisajes increíblemente hermosos, las cuales son mis favoritas, ya que una imagen bella o enternecedora da pequeños golpecitos a mi alma, y me hacer olvidar todo lo desagradable de la vida que pueda estar viviendo en esos momentos; o simplemente me ayudan a reducir mi nivel de estrés por el arduo trabajo.
    Hoy recibí un correo titulado "No se requieren palabras cuando necesitas una sonrisa", el cual incluye sólo fotografías de animales en situaciones que nos producen no sólo sonreír, sino elevar nuestra alma a un estado de relajamiento que nos hace sentir que la vida no debería de ser difícil.
    Una de las fotografías nos muestra un pájaro parado sobre una cámara fotográfica, como checando cada botón con curiosidad, nos hace pensar en la naturaleza majestuosa de esa ave de plumaje azul, posada sobre un aparato de tan peculiar tecnología que permite registrar imágenes y guardarlas para siempre. Naturaleza animal frente a tecnología creada por el mismo ser humano.
    La imaginación me trasporta hacia otros siglos, quizá a los inicios del mundo, cuando no había ciudades. ¿Sobre qué se posaría una ave? ¿Sobre la rama de un árbol? ¿Sobre una piedra? Hoy, la aves, se pueden posar sobre antenas de comunicación, cables eléctricos, bardas, basura, sobre cualquier cosa creada por el ser humano, supuestamente para su beneficio en su constante lucha por progresar.
    Las aves durante siglos, arman sus nidos usando trozos de ramas y hojas. Hay algunas especies que utilizan barro. Lo cierto es que siempre han usado la misma naturaleza como materia prima.
    En la actualidad, hay nidos construidos con materiales sintéticos, como trozos de bolsas de plástico, cuerda, hilaza, hule, y hasta basura. Y no es que las aves estén innovando porque sus nidos ya no lucen bonitos, sino que al ir despareciendo los bosques y las zonas verdes, tienen que tomar lo que encuentren en las selvas de concreto y asfalto en que se han convertido los asentamiento humanos, hoy llamados, ciudades.
    Cuando riego el jardín de mi casa, se me acercan, sin mucha timidez, pequeñas aves de plumaje café y pecho amarillo, y emitiendo alegres trinos, únicos y hermosos, se bañan en los charcos que se forman en algunos huecos de las raíces de los árboles, o en la macetas. Observo como travesean y juegan dentro del agua, agitando sus alas, y metiendo el cuerpo entero bajo el líquido cristalino que les significa higiene.
    Así, una ave tras otra, y hasta de otras especies, al mismo tiempo, juguetean gozando del agua, y yo gozo observándolas y agradeciendo la dicha de contar con esas bellas estampas de la naturaleza, que son las que me permiten confirmar que vale la pena vivir en este maravilloso mundo.
    Es preferible recibir estos correos positivos que nos alegran la vida, y no los que sólo nos muestran cosas negativas, o críticas y descalificaciones de marcas de productos o de personas conocidas y no. Esos correos, mejor ni abrirlos.
    Otra de las fotos muestra una familia de burros asomando sus trompas por encima de una barda de piedras en el campo.
    Observo sus miradas, esos ojos negros que enternecen y que transmiten inocencia, candidez, paz, tranquilidad y hasta gracia. Papá, mamá, y el pequeño hijo, juntos en familia, mostrándose con orgullo, como si supieran que hay que lucir bien frente a la cámara.
    El burro, que ha sido un animal estigmatizado por no entender cuando se le ordena; ¿pero, qué puede entender un pobre animal que fue creado para ser libre y no para trabajar? Que el ser humano se apoye en ellos para transportar carga, es otra cosa, pero ellos no tienen ninguna obligación de obedecer, y menos cuando se les azota con una vara. En fin, el hombre en su afán de progreso, se ha valido de la fuerza animal, justificando su uso y abuso.
    Y así, entre fotos de perros, gatos, ardillas, cerdos, vacas y aves, todos en situaciones que nos hacen sonreír, nos permiten pasar un momento agradable. Ver los ojos de cada uno de ellos, y sus caras que nos dicen que son seres vivientes y que regularmente viven en un remanso de paz mientras el ser humano no los perturbe.
    Se dice que los ojos son la ventana del alma, y de cierta forma hay mucha razón en ello. Con sólo mirar a los ojos a una persona sabemos cómo se siente, en la mayoría de los casos. Una mirada triste, es fácil de detectar, así como una mirada pícara o seductora.
    Pero los ojos, más que para manifestar, o adivinar un estado de ánimo, sirven para ver. La vista, como todos los sentidos es vital en la vida de los animales, incluyendo el ser humano.
    La vista nos sirve para ver por dónde caminamos y no tropezar; pero, más que eso, la deberíamos aprovechar para vernos y darnos cuenta en qué estamos mal, en qué estamos actuando mal, y hacer algo por corregirnos.
    Es muy común que critiquemos lo que vemos mal en los otros, pero ignoramos lo que está mal en uno mismo. Este es el verdadero problema de la humanidad.
    Antes de criticar a otro, primero fíjate en que estás mal tú, para luego, y si es propio, proceder a criticarlo. De otro modo, si tienes cosas malas, el otro te replicará, de forma hiriente, haciendo crítica negativa de tus cosas malas.
    Ese es un problema muy común en las empresas. Hay trabajadores que, aun sabiendo que no están bien, se quejan criticando a otros compañeros, ocasionando una guerra de reproches y acusaciones que no ayudan en mucho a sacar adelante los problemas que se presentan entre ellos.
    Cuando suceda una falla en cualquier parte de la empresa, lo primero que se debe hacer es corregirla, después se hará el análisis, o la investigación correspondiente, obedeciendo siempre a normas y reglas internas, y mostrando tolerancia y educación, con esto último me refiero a no maltratar ni ofender a la persona que se equivocó.
    Al resolver un problema debemos enfocarnos en los hechos y no en la persona, ya que sabemos quién cometió la falta.
    Resuelto el problema, la misma persona habrá aprendido de su error, y aceptará de buen modo la sanción o castigo a que se ha hecho merecedor. Si es necesario, su jefe inmediato hablará con él, de forma seria y respetuosa, para hacerle ver en detalle lo sucedido, con el fin de que se aprenda y haya un compromiso para que no vuelva a ocurrir.
    Todo error debe ser visto como una forma de aprender con seriedad y humildad, aun si no nos sentimos bien. Una falla causada por negligencia o desobediencia, tiene que ser sancionada, de acuerdo al reglamento. Siempre deberá haber palabras enfocadas a qué podemos aprender, no para regañar, ridiculizar, exhibir, y mucho menos para humillar a la persona.
    Si es necesaria una dinámica de retroalimentación en la que todos los miembros de un equipo de trabajo en la empresa tengan la oportunidad de hacerse crítica constructiva, les recomiendo lo hagan con mucho cuidado atendiendo la siguiente reflexión y consejo:
    Es frecuente que las críticas que recibimos nos dejen con una sensación de enojo, resentimiento, depresión e incluso rechazo hacia las personas que nos las expresan. La crítica produce momentos difíciles y por lo regular, la usamos y/o la interpretamos de una manera negativa. La mayoría de las personas la define como una opinión u observación destructiva, hostil y humillante, cuyo propósito simplemente es censurar.
    En la vida cotidiana, el uso inconsciente de críticas negativas es mucho más común e hiriente que su empleo deliberado. Las personas a quienes estimamos, raras veces se dan cuenta del impacto negativo de las palabras con que expresan inconscientemente sus juicios. Casi todo el mundo encuentra que las críticas son difíciles de aceptar. Nadie puede decir honestamente que disfruta siendo el objeto de las críticas. Se necesita mucho desarrollo personal y entrenamiento asertivo para que las reacciones iniciales no sean defensivas o agresivas. Es parte de la naturaleza humana proteger nuestros sentimientos iniciales de orgullo herido por medio de la negación, la justificación o el contraataque.
    Hay muchos tipos de críticas: van desde la positiva y constructiva retroalimentación, hasta los ataques verbales destructivos.
    El primer caso es reconocer el tipo de crítica de que se trata y decir honestamente si contiene alguna verdad y en qué grado. A partir de aquí, usted puede decidir cómo quiere manejar la crítica: estar de acuerdo con ella, estar parcialmente de acuerdo o no estar de acuerdo. Recuerde que es al contenido de la crítica a lo que tiene que referirse, no al modo en qué fue expresada o a aquello que usted cree ver implícito en la crítica.
    Antes de emitir una crítica o una información sobre el desempeño de alguien, dedique unos minutos a ordenar sus pensamientos y decida la mejor manera de comunicar su mensaje:
    Sugerencias para emitir crítica constructiva y auténtica, y retroalimentación interpersonal e intergrupal
    Concentrarse en el hecho y no en la persona.
    Ser honesto y sincero.
    Decir cosas justificadas de las que se tengan pruebas o se puedan comprobar.
    Decir cosas que vayan a mejorar el proceso o la relación, según sea el caso.
    Hablar de manera suave y no agresiva.
    Actuar con suma seriedad y formalidad.
    Para disfrutar realmente lo hermoso de la vida es necesario estar libre de problemas. Los problemas no nos permiten ver la vida cuán bella es. Para poder criticar debemos estar limpios de culpa y ser ejemplo de estar actuando correctamente en todo, pero es necesario también saber por qué la persona o la situación que criticamos, está mal o debe corregirse o cambiarse.

    oscarfosados@yahoo.com.mx
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