"Según el investigador don Vicente T. Mendoza, el corrido es no sólo un descendiente directo del romance español, sino aquel mismo romance trasplantado y florecido en nuestro suelo."
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En su libro, Historia de la música popular mexicana, Yolanda Moreno Rivas, dice: En la actualidad, se considera al corrido como un género académicamente respetable y digno de la atención de eruditos y profesores de literatura. Al corrido también se clasificaba erróneamente, como género épico-lírico y narrativo. Según el investigador don Vicente T. Mendoza, el corrido es no sólo un descendiente directo del romance español, sino aquel mismo romance trasplantado y florecido en nuestro suelo. Es importante decir que el corrido se empezó a cantar antes de 1810, pero cuando llegó a consolidarse como un verdadero género popular, fue durante la Revolución. Dice la autora, que el corrido revolucionario fue también un estupendo vehículo de las ideas revolucionarias y contó con la colaboración de un ejército de poetas anónimos. Estos corridos narraban batallas, sitios, asaltos, hazañas, biografías de héroes, traiciones, fusilamientos, cuartelazos y hasta discursos políticos. Todos los revolucionarios eran evocados en estos corridos, desde Pancho Villa, Victoriano Huerta, Carranza, Emiliano Zapata, hasta, soldados raso, los verdaderos hijos del pueblo. Entonces los corridos eran como un periódico cantado, al son de la música de una guitarra, una guitarra sexta, un guitarrón, o un arpa, los cantantes narraban los últimos acontecimientos que habían sucedido en algún estado de la República: Señores, voy a contarles Lo que pasó en Veracruz El 25 de junio Del año 79 (1879) Ay, amigos míos Les voy a contar Lo que me ha pasado en esta ciudad: Entraron los Yankees Me arriesgué a apedrear Respecto a la finalidad que tenían entonces los corridos, Andrés Henestrosa, señala que: es el vehículo de que el pueblo se vale no sólo para expresarse, es también su órgano periodístico. Y esto de un modo natural, pues por ahí empiezan las literaturas todas: por la épica, y casi no hay pueblo con algún desarrollo que no haya cantado a sus héroes. Por su parte Mario Arturo Ramos, gran conocedor de la música vernácula y del corrido mexicano, nos dice en el prólogo de su libro Cien corridos, Alma de la canción mexicana, que así como se le reconoce el gran auge del género durante la época revolucionaria (1910-1920), habría también que resaltar los corridos del movimiento cristero (1926-1929), así como los de la rebelión delahuertista, los de la revuelta escobarista y los de la derrota electoral de Vasconcelos. En el último párrafo de la presentación de su libro, el autor, nos explica que en el 2001, se cumplieron 180 años (igual que la Independencia) del primer corrido que se conoce y que por tal motivo, recopiló cien obras sumamente representativas de este género. Lo que seguramente nunca se imaginó el Ramos es que su obra la cual forma parte de las Bibliotecas de Aula de la SEP como libro de consulta para las escuelas primarias, causara tanta polémica. Hace apenas unos días algunos legisladores propusieron que se retirara el libro de la circulación, por temor a que cuatro de los llamados narcocorridos que se incluyen, sean una apología del narcotráfico. El Gobernador de Coahuila fue muy enfático al decir que: "no podemos y no vamos a hacer una apología del delito, de la narcocultura y de la narcodelincuencia. Unos días después, la SEP de Chihuahua retiraba para de los 90 mil ejemplares que ya se habían distribuido por toda la República. Como bien dice Humberto Musacchio en su República de las Letras de este lunes respecto a estas reacciones tan obtusas: se ha levantado una ola de mojigatería e ignorancia que exige destruir, quemar o por lo menos prohibir la libre circulación de los volúmenes. Sorprende que en el oscurantismo coincidan las agrupaciones tradicionales de la ultraderecha, como la Unión Nacional de Padres de Familia o los Providas, con panistas que uno supondría moderados, como Víctor Manuel Ramírez Valenzuela, Secretario de Educación de Guanajuato, quien sugiere arrancar las páginas de los libros ¡Qué horror, qué apreciación tan extraña de una obra que más que inmoral o indebida, resulta sumamente enriquecedora para un pueblo que no cesa de buscar su identidad y su fortaleza en las tradiciones populares. La edición comprende un disco compacto precioso con los 20 corridos más tradicionales como El Hijo desobediente, El caballo blanco, Juan Charrasqueado, Simón Blanco, Gabino Barrera, entre otros. Recorrer las páginas de esta obra, de alguna manera, es recorrer nuestra historia. Si leemos el primer corrido del capítulo La raíz, titulado La amiga de Bernal Francés y llegamos hasta la página 174, donde aparece El señor de los cielos, llegamos a la conclusión que la realidad de nuestro país, es como un verdadero corrido. Lo anterior lo explica Ramos muy bien en el texto que presenta su obra: México, el que canta, el que no ha perdido la memoria de lo que somos, el que conoce y se reconoce en el sonido de su lenguaje, el que convierte la tragedia en canto popular, el que sabe que el corrido: es el alma de la canción mexicana. Quien coincide totalmente con la tesis de Mario Arturo Ramos, es nada menos que Arturo Pérez-Reverte. El considera su novela La Reina del sur, como una suerte de corrido literario. "Yo quería hacer el contrabolero, y ése sólo puede ser el corrido", dice el escritor español; "el bolero es mentira. El corrido es verdad. En cuanto a la literatura. es imperdonable que haya gente que esté todavía contándonos boleros en un país donde uno sale a la calle y encuentra tantos corridos por contar". En un pasaje de su novela, la protagonista, Teresa Mendoza pide que no le canten boleros. Esto invita a plantearse una dualidad antagónica: bolero contra corrido, que llevada a la literatura sería: novela romántica versus novela negra. Justamente. No me cantes boleros es: no cuentes historias bonitas; o sea, no me cuentes canciones de Luis Miguel. Eso no me vale, eso es para telenovelas. La realidad es el narco, el corrido de la sangre, la muerte, la violencia, la soledad y la tristeza. Y en todo eso, la mujer. Honor quien honor merece, habría que decir, respecto a Los Tigres del Norte. El grupo musical creó en el año 2000 una Fundación con su nombre, la cual fomenta el estudio y la preservación de la cultura y tradiciones musicales mexicanas la cual forma parte del acervo más extenso de música popular mexicana y mexicana-estadounidense. Según la revista Somos, la Colección Strachwitz-Frontera, reúne más de 14 mil títulos en discos de 78, 16 mil acetatos de 45 y 33 rpm. y casetes. Todos grabados entre 1906 y 1995. Este organismo creó a su vez el Fondo Los Tigres del Norte-Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), destinado a la investigación y difusión de la música popular. Durante 5 años, la fundación recibirá 100 mil dólares anuales. Con la primera remesa del 2001, se inició el proceso del copiado digital. A principios del 2003, se podían consultar en la biblioteca de la UCLA, 7 mil 200 títulos. Gracias a esta iniciativa, maestros y estudiosos, tienen la oportunidad de ahondar en sus investigaciones musicales en diversas disciplinas, como etnomusicología, literatura, folklor, ciencias políticas, culturas del mundo y las artes. Por último no puedo dejar de confesarles a mis lectores y lectoras que la primera canción que aprendí a cantar a los cuatro años, fue el corrido de Juan Charrasqueado. Por eso me despido cantando aquello de: Voy a cantarles un corrido muy mentado, lo que ha pasado allá en la hacienda de La Flor, la triste historia de un ranchero enamorado, que fue borracho, parrandero y jugador